jueves, 21 de abril de 2016

LEVÍTICO. CAPÍTULO 27.

271El Señor habló a Moisés:
2-Di a los israelitas:

Tarifas del Templo (Nm 18,8-19)

<<Cuando alguno haga un voto especial ofreciendo al Señor el vaor de una persona, se aplicarán las siguientes tarifas: 3Un varón entre los veinte y los sesenta años será tasado en quinientos gramos de plata (pesos del templo). 4Si es mujer, será tasada en trescientos gramos. 5 Un chico entre los cinco y los veinte años será tasado en doscientos gramos; si es chica, en cien gramos. 6Un niño entre el mes y los cinco años será tasado en cincuenta gramos; si es niña, en treinta gramos. 7De los sesenta años para arriba, el varón será tasado en ciento cincuenta gramos; la mujer, en cien gramos. 8Si es pobre que no puede pagar la tarifa, lo presentará al sacerdote, y éste lo tasará según los recursos del que hizo el voto.
9>>Si se trata de un animal apto para la oferta al Señor, el animal entero quedará consagrado. 10No se puede cambiar ni sustituir animal bueno por malo, o viceversa. Y si se cambia un animal por otro, los dos quedan consagrados. 11Si se trata de un animal impuro, no apto para la oferta al Señor, será presentado al sacerdote, 12y éste lo tasará según su calidad. La tasación será válida. 13Y si quiere rescatarlo, pagará un recargo del veinte por ciento sobre lo tasado.
14>>Cuando alguno consagre su casa al Señor, el sacerdote la tasará según su calidad. La tasación será válida. 15Si el que la consagró la quiere rescatar, pagará lo tasado con un veinte por ciento de recargo.
16>>Si consagra al Señor una parte de las tierras de su propiedad hereditaria, se tasará en proporción a su siembra: quinientos gramos de plata por cada doscientos veinte litros de cebada. 17Si consagra el campo durante el año jubilar, la tasación será válida. 18Pero si lo consagra después del jubileo, el sacerdote calculará el dinero que corresponde a los años que faltan hasta el próximo año jubilar, y hará el descuento correspondiente. 19Si el que lo consagró lo quiere rescatar, pagará la tasa con un recargo del veinte por ciento. Y el campo será suyo. 20Si no lo rescata o lo vende a otro, entonces el campo ya no podrá ser rescatado. 21Cuando quede libre en el año jubilar, quedará, como campo dedicado, consagrado al Señor. Será propiedad del sacerdote.
22>>Si uno consagra al Señor un campo comprado que no pertenece a su propiedad hereditaria, 23el sacerdote calculará el valor de la tasa hasta el año jubilar. El que consagró el campo pagará ese mismo día lo tasado, como cosa consagrada al Señor. 24El año jubilar el campo volverá al vendedor a quien pertenecía la propiedad hereditaria. 25Las tasaciones se harán según el peso del templo: diez gramos equivalen a veinte óbolos.
26>>Nadie consagrará el primogénito de los animales, porque le pertenece ya al Señor como primicia: sea vaca o sea oveja, pertenece al Señor. 27Si se trata de un animal impuro, será rescatado con un recargo del veinte por ciento sobre lo tasado. Si no lo rescata, se venderá al precio tasado.
28>>Lo que uno ha separado como cosa dedicada al Señor, personas, animales o campos de propiedad hereditaria, no podrá ser vendido ni rescatado. Lo dedicado es propiedad sagrada del Señor.
29>>Una persona dedicada al exterminio no puede ser rescatada, ha de ser ejecutada.
30>>Los diezmos del campo, de la siembra y de los frutos pertenecen al Señor y son sagrados. 31Si alguien quiere rescatarlos, lo hará con un recargo del veinte por ciento sobre lo tasado. 32Los diezmos de animales de ganado mayor o menor, la décima parte de todos los que pasen bajo el cayado, serán consagrados al Señor. 33No hay que averiguar si son buenos o malos ni se sustituirán. Si se cambia un animal por otro, los dos quedan consagrados, sin posibilidad de rescate>>.
34Estos son los preceptos que el Señor dio a Moisés en el monte Sinaí para los israelitas.

Explicación.

27 Es una adición que despacha algunos asuntos financieros relacionados con el culto del templo. Presupone una economía en la que se usa normalmente el dinero, pesado o acuñado. Hasta el v.27 regula tarifas en varios casos de votos. Como en otros casos, la publicación de las tarifas puede servir para prevenir abusos y para orientar al oferente.

27,2-8 El primer caso lo forman personas ofrecidas al servicio del Señor, pero no al culto, que compete a levitas y sacerdotes. Puede recordarse el caso del niño Samuel (1 Sm 2). Algunos sospechan o conjeturan que en el origen remoto de esta oferta de personas eran sacrificios humanos. Ciertamente nada de eso queda en el texto y contexto presentes.

El texto nos deja fisgar los criterios de valoración de entonces, según sexo y edades. La mujer vale para ellos la mitad o poco más que el hombre. Pasados los sesenta años, el hombre está más viejo y rinde menos; otros textos valoran la experiencia y sensatez de los ancianos. Los niños menores de cinco años no prestan servicios y están expuestos a muchas enfermedades. Antes de los veinte años los hombres se están desarrollando y aprendiendo su oficio.

Un siclo era el jornal de cada día. El pobre se encomienda a la prudencia y comprensión del sacerdote.

27,9-13 Los animales sacrificables ofrecidos en voto quedan consagrados de tal modo que su consagración es irreversible. Animales no sacrificables (asnos, camellos, etc.) servían para otros menesteres productivos y eran rescatables. Nos habría gustado saber en qué precio los tasaban los sacerdotes: ¿más alto que el de niños y mujeres?

27,14-15 Tiene que tratarse de fincas urbanas, ya que las rústicas pertenecen a la heredad familiar. Notamos que no se señalan fechas, cosa para nosotros muy importantes. No es lo mismo rescatar una casa en el momento en que debería ser entregada o pasado un año de uso. Compárese con el caso siguiente.

27,16-21 Parece tratarse de alguna propiedad familiar agrandada, de la cual se pueda recortar un lote para el Señor. Las disposiciones son difíciles de entender: mezclan el año jubilar y hablan de venta a un tercero.

27,22-25 La norma del año jubilar (25,8-17) se sobrepone a otras disposiciones particulares. No es probable que el siclo del templo tuviera vigencia entre los judíos de la diáspora.

27,27-27 Esta norma muestra que el autor quiere atar bien los cabos: no se puede regalar a otro lo que es suyo, no se puede ofrecer lo que ya pertenece al Señor.

27,28-29 Del terreno del voto pasamos a la consagración solemne, sacrosanta llamada herem. El modelo más conocido es la dedicación al exterminio en la guerra.

27,30-33 Los diezmos de cosechas o ganado se entregaban en especie. Constituían un tributo o impuesto anual para el Señor, su templo, sus sacerdotes.

LEVÍTICO. CAPÍTULO 26.

Bendiciones y maldiciones (Dt 27-28)

261-No os haréis ídolos, ni erigiréis estelas, ni colocaréis relieves en piedra en vuestro país para postraros ante ellos. Porque yo soy el Señor, vuestro Dios.

2<<Guardad mis sábados y respetad mi santuario. Yo soy el Señor.

Bendiciones

3>>Si seguís mi legislación y cumplís mis preceptos poniéndolos por obra, 4yo os mandaré la lluvia a su tiempo: la tierra dará sus cosechas y los árboles sus frutos. 5La trilla alcanzará a la vendimia y la vendimia a la sementera.
>>Comeréis hasta saciaros y habitaréis tranquilos en vuestra tierra.
6>>Pondré paz en el país y dormiréis sin alarmas. Descastaré las fieras y la espada no cruzará vuestro país.
7>>Perseguiréis a vuestros enemigos, que caerán ante vosotros a filo de espada. 8Cinco de vosotros pondrán en fuga a cien, y cien de vosotros, a diez mil. Vuestros enemigos caerán ante vosotros a filo de espada.
9>>Me volveré hacia vosotros y os haré crecer y multiplicaros, manteniendo mi pacto con vosotros.
10>>Comeréis de cosechas almacenadas y sacaréis lo almacenado para hacer sitio a lo nuevo.
11>>Pondré mi morada entre vosotros y no os detestaré.
12>>Caminaré entre vosotros y seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo. 
13>>Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os saqué de Egipto, de la esclavitud, rompí las coyundas de vuestro yugo, os hice caminar erguidos.

Maldiciones

14>>Pero si no me obedecéis y no ponéis por obra todos estos preceptos, 15si rechazáis mis leyes y detestáis mis mandatos, no poniendo por obra todos mis preceptos y rompiendo mi pacto, 16entonces yo os trataré así: despacharé contra vosotros el espanto, la tisis y la fiebre, que nublan los ojos y consumen la vida; sembraréis en balde, pues vuestros enemigos se comerán la cosecha; 17me enfrentaré con vosotros y sucumbiréis ante vuestros enemigos; vuestros contrarios os someterán y huiréis sin que nadie os persiga.
18>>Y si con todo no me obedecéis, multiplicaré por siete mis escarmientos, por vuestros pecados. 19Quebrantaré vuestra terca soberbia. Convertiré vuestro cielo en hierro y en bronce vuestra tierra. 30Se agotarán en balde vuestras fuerzas. Vuestros campos no darán su cosecha ni los árboles sus frutos.
21>>Y si seguís obstinados en proceder contra mí, negándoos a obedecerme, multiplicaré por siete mis golpes, por vuestros pecados. 22Soltaré contra vosotros fieras salvajes que os dejarán sin hijos, destrozarán vuestros ganados, os diezmarán y asolarán vuestros caminos.
23>>Y si aun así no escarmentáis, sino que procedéis obstinadamente contra mí, 24también yo procederé obstinadamente contra vosotros, multiplicando por siete mis golpes, por vuestros pecados. 25Esgrimiré contra vosotros la espada vengadora de mi pacto y os refugiaréis en vuestras ciudades. Os mandaré entonces la peste, y os rendiréis a vuestros enemigos. 26Cuando os corte el sustento de pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un horno, os darán el pan tostado y comeréis sin saciaros.
27>>Y si aun así no me obedecéis, sino que procedéis obstinadamente contra mí, 28también yo seguiré obstinado en mi ira contra vosotros, multiplicando por siete mis escarmientos, por vuestros pecados. 29Os comeréis la carne de vuestros hijos, os comeréis la carne de vuestras hijas. 30Destruiré vuestros altozanos, destrozaré vuestros cipos, amontonaré vuestros cadáveres sobre los de vuestros ídolos, y os detestaré. 31Devastaré vuestras ciudades, asolaré vuestros santuarios, no me aplacarán vuestros aromas. 32Yo asolaré el país, y vuestros enemigos, sus ocupantes, se horrorizarán de él. 33Os aventaré en medio de los pueblos y os perseguiré con la espada desenvainada. Vuestros campos serán desolación y vuestras ciudades ruinas.
34>>Entonces todo el tiempo que dure la desolación y estéis vosotros en país enemigo, la tierra disfrutará de sus sábados; sólo entonces descansará la tierra y disfrutará de sus sábados. 35Descansará todo el tiempo que dura la desolación; descanso de sábado que vosotros no le disteis mientras la habitabais. 36A los que de vosotros sobrevivan, los haré acobardarse en país enemigo; alarmados por el rumor de hojas que vuelan, huirán como si fuera la espada, y caerán sin que nadie los persiga. 37Tropezarán unos con otros, como si de espada se tratara, sin que nadie los persiga. No podréis oponer resistencia a vuestros enemigos. 38Pereceréis en medio de los pueblos. El país enemigo os devorará.

Reconciliación

39>>Los que sobrevivan de vosotros, se pudrirán en país enemigo por su culpa y la de sus padres. 40Confesarán su culpa y la de sus padres: de haberme sido infieles y haber procedido obstinadamente contra mí, 41por lo que también yo procedí obstinadamente contra ellos y los llevé a país enemigo, para ver si se doblegaba su corazón incircunciso y expiaban su culpa.
42>>Entonces yo recordaré mi pacto con Jacob, mi pacto con Isaac, mi pacto con Abrahán: me acordaré de la tierra. 43Pero ellos tendrán que abandonar la tierra, y así ella disfrutará de sus sábados, mientras queda desolada en su ausencia. Expiarán la culpa de haber rechazado mis mandatos y haber detestado mis leyes.
44>>Pero aun con todo esto, cuando estén en país enemigo, no los rechazaré ni los detestaré hasta el punto de exterminarlos y de romper mi pacto con ellos. Porque yo soy el Señor, su Dios. 45Recordaré en favor de ellos el pacto con los antepasados, a quienes saqué de Egipto, a la vista de los pueblos para ser su Dios. Yo soy el Señor>>.
46Estos son los preceptos, mandatos y leyes a tener de los cuales pactó el Señor por medio de Moisés con los israelitas en el monte Sinaí.


Explicación.



26 Una de las partes constitutivas de la alianza, y de otros pactos, suelen ser las amenazas y promesas, bendiciones y maldiciones, vinculadas a la transgresión o al cumplimiento de las estipulaciones libremente aceptadas. En nuestro caso las podemos llamar castigos y premios sancionados por Dios. No son cláusulas precisas, ligadas a preceptos individuales, sino que tienen valor global. En el texto bíblico encontramos esta serie, que clausura un cuerpo, y las de Dt 27-28, que clausuran la nueva versión de la alianza. Un tono parenético y elementos repartidos de exhortación caracterizan la serie presente.


Esta perspectiva puede explicar los versos 1-2 como resumen y empalme. Un par de preceptos, tomados del decálogo y de Lv 19,4.30 colocan un marcho representativo a cuanto sigue. Está el primer mandamiento, concretado en imágenes de dioses falsos, se añaden el sábado y el templo, como preocupaciones de la comunidad judía como distintivo (Is 56,1-6), el templo es centro de unidad.

26,3-13 Las bendiciones están escritas en prosa rítmica, con fórmulas que varían. El Señor se dirige en segunda persona y en plural a la comunidad, promete intervenir e indica las consecuencias. En cuanto al tema, aparecen vinculadas la bendición de fecundidad de la tierra y de los hombres, repitiendo en clave nueva dos promesas patriarcales. Se añade la paz o la victoria en caso de agresión enemiga. Corona todo la promesa máxima; la presencia y compañía de un Dios próximo y amigo, el Dios de la liberación y la alianza. Véanse Sal 144,12-15 y 147,12-20.

36,4-5 La lluvia es bendición primaria. Compárese con el ciclo de Os 2,23-25 y con Am 9,13. Llama "tierra vuestra" a la que otras veces llama "mi tierra".

26,6 Os 2,20.

26,7 Sal 18,38-43.

26,8 Véase Dt 32,30 y descripciones de victorias israelitas.

26,9 Jr 30,19.

26,10 Lc 12,16-21.

26,11-12 La "morada" es el templo, imaginado en condición itinerante. Sal 132,14.

26,13 Véase Ez 34,27.

26,14-38 Como en Dt 27-28, las maldiciones están más desarrolladas que las bendiciones. Aunque coinciden algunos temas no hay correspondencia ni en la formulación ni en el orden. El principio de ordenación es otro: es el principio del escarmiento sucesivo, escalonado, que conocemos por Am 4,6-12. Se suceden cinco oleadas de rebelión y castigo (14.18.21.23.27) y se reitera la expresión proverbial "multiplicar por siete". El total de rebeldías y castigos es cinco, la mitad de las plagas de Egipto.

Las desgracias acumuladas, con pasión, sin complacencia, proceden en gran parte de experiencias históricas del pueblo, de cualquier pueblo, muchas veces anunciadas por los profetas. El destierro, como experiencia más cercana y más terrible, proyecta su sombra sobre estas líneas. La descripción está animada por una fantasía trágica, el tono se vuelve patético.

26,14-15 La introducción condicional vale para todo. Reúne tres sinónimos de mandato, los refiere explícitamente a la alianza y los sintetiza en la relación personal "obedecerme".

26,16-17 Primer castigo. La maldición de trabajar en vano, para provecho ajeno: véase p. ej. Jue 6; Is 1,7.

26,18-20 Segundo castigo. Pecado de soberbia o presunción: compárese con Is 17; Jr 48. La sequía pertinaz, descrita en vigorosa metáfora, hace estéril toda la fatiga del hombre; Ag 1,10-11; Jr 14.

26,21-22 Tercer castigo. El hombre deja de dominar a los animales, se invierten la bendición de Gn 1,28. La cultura urbana y agrícola expulsa las fieras, la destrucción les ofrece espacio: 2 Re 2,24; 17,25; en contextos escatológico Is 13 y 34.

26,23-26 Cuarto castigo. La espada significa la guerra con su secuela (cfr. Ez 21). Los hombres se refugian en ciudades amuralladas (Jr 4,5; Ez 33,1-6); asediados mueren de hambre (2 Re 7) y estalla una epidemia. Estas tres, solas o con las fieras, recurren en la profecía de Jr y Ez; véase también 2 Sm 24.

26,27-38 Quinto castigo. Fortísimo y prolongado. El autor recoge recuerdos de la gran catástrofe, destrucción de Jerusalén, matanza y destierro, quizá leídos en las Lamentaciones, y los coloca como amenaza de futuro en la época del Sinaí. Hace a Moisés su anunciador apasionado, y su ejecutor, a un Señor desencadenado. Hay que escuchar y dejar resonar el ritmo implacable de verbos en primera persona pronunciados por Dios; casi todos activos, varios de sentimiento, alguno de abstención o rechazo no menos terrible.

26,29 Hambre enloquecedora, que anula sentimientos humanos radicales: 2 Re 6,29;  Lam 4,10; Bar 2,3.

26,30 Los cadáveres profanan cuanto tocan. Pero esos ídolos ya eran cadáveres, seres inertes. Lo contrario del Dios vivo que santifica. "Os detestaré" o sentiré asco de vosotros.

26,31 A la letra, no oleré vuestro aroma que aplaca (expresión consabida).

26,32 Véase Jr 18,16; 19,8.

26,33 Véase Ez 5,2.

26,34-35 El destierro está ligado a la ley del año sabático y del jubilar. Según Jeremías el descanso dura setenta años. Es llamativa la sonoridad del fragmento, con aliteraciones y reiteración de la raíz "descansar".

26,36-37 Interesante análisis psicológico del miedo; se puede comparar con Sab 17,1-13.

26,39-45 El torrente anterior de desgracias desemboca inesperadamente en este lago de serenidad y esperanza. Se diría que la pasión ha crecido sin amainar para hacer resaltar por contraste el desenlace, el epílogo. Los que escriben esta página viven en Jerusalén, en la patria, y conocen la historia del destierro. ¿Por qué sucedió aquella desgracia? -Por nuestros pecados. ¿Por qué no fue el final, sino que vivimos y estamos ahora aquí? -Por la lealtad del Señor a sus compromisos: a la alianza o promesa hecha a los patriarcas, a la alianza bilateral estipulada con la generación de Egipto y el desierto.

La misericordia, el perdón de Dios está ligado a la conversión del hombre, a la confesión humilde (cfr. Neh 9; Bar 1,15-3,8), al valor "expiatorio" (de resarcir o pagar Is 40,2) del destierro. A pesar de la infidelidad, el Señor sigue fiel a su alianza y a la promesa: así muestra que las dos son gracia, y en ese sentido se llama pacto. Véase Dt 30,1-10. El nombre, Yhwh, y el título de la alianza "su Dios" rubrican el anuncio.

26,44 Rechazo: Jr 7,29; Os 4,6; Am 5,21.

26,46 El colofón tiene función narrativa: intenta englobar todas las disposiciones en la institución del Sinaí.

LEVÍTICO. CAPÍTULO 25.

251El Señor habló a Moisés en el monte Sinaí:
2-Di a los israelitas:

[A] Año sabático y jubilar (Lv 26,34s)

Año sabático

"Cuando entréis en la tierra que yo os voy a dar, la tierra gozará del descanso del Señor. 3Durante seis años sembrarás tus campos y durante seis años vendimiarás tus viñedos y recogerás sus cosechas. 4Pero el séptimo será año de descanso solemne para la tierra: el descanso del Señor. No sembrarás tus campos ni vendimiarás tus viñas. 5No segarás el grano de ricio ni cortarás las uvas de cepas bordes. Es año de descanso para la tierra. 6El descanso de la tierra os servirá de alimento a ti, a tu esclavo,  a tu esclava, a tu jornalero, a tu criado y al emigrante que vive contigo. 7Su entera cosecha servirá de pasto a tu ganado y a los animales salvajes.

Año jubilar (Dt 15,1-11)

>>8Haz el cómputo de siete semanas de años, siete por siete, o sea, cuarenta y nueve años. 9A toque de trompeta darás un bando por todo el país, el día diez del séptimo mes. El día de la expiación haréis resonar la trompeta por todo vuestro país.
10>>Santificaréis el año cincuenta y promulgaréis manumisión en el país para todos sus moradores. Celebraréis jubileo, cada uno recobrará su propiedad y retornará a su familia.
11>>El año cincuenta es para vosotros jubilar, no sembraréis ni segaréis el grano de ricio ni cortaréis las uvas de cepas bordes. 12Porque es jubileo, lo considerarás sagrado. Comeréis de la cosecha de vuestros campos.
13>>En este año jubilar cada uno recobrará su propiedad. 14Cuando realicéis operaciones de compra y venta con alguien de vuestro pueblo, no os perjudiquéis unos a otros. 15Lo que compres a uno de tu pueblo se tasará según el número de años transcurridos después del jubileo. Él, a su vez, te lo cobrará según el número de cosechas anuales: 16cuantos más años falten, más alto será el precio; cuantos menos, menor será el precio. Porque él te cobra según el número de cosechas. 17Nadie perjudicará a uno de su pueblo. Respeta a tu Dios. Yo soy el Señor, vuestro Dios.

Exhotación y promesa (Ex 16,22s)

18>>Cumplid mis leyes y guardad mis mandatos poniéndolos por obra y habitaréis tranquilos en la tierra. 19La tierra dará sus frutos, comeréis hasta saciaros y habitaréis tranquilos.
20>>Si os preguntáis: "¿Qué vamos a comer el añó séptimo? No hemos encontrado sembrado ni hemos recogido cosecha". 21Yo os mandará mi bendición el año sexto, para que produzca cosecha para los tres años. 22Sembraréis el año octavo y comeréis de la cosecha pasada. Hasta el año noveno, hasta la recogida de su cosecha, seguiréis comiendo de la pasada.

[B] Bienes inmuebles (Rut 4,1-12)

23>>La tierra no se venderá sin derecho a retracto, porque es mía, y en lo mío sois emigrantes y criados. 24Daréis posibilidad de rescate a todas las tierras de vuestra propiedad.
25>>Si un hermano tuyo se arruina y vende parte de su propiedad hereditaria, a su pariente más cercano toca rescatar lo vendido por su hermano. 26El que no tenga quien lo rescate, si ahorra lo requerido para el rescate, 27descontará los años desde su venta, y pagará al comprador lo que falta, recobrando así su propiedad. 28Pero si no ha ahorrado lo requerido para el rescate, lo vendido quedará en poder del comprador, hasta el año de jubileo, en que queda libre y vuelve a ser propiedad suya.
29>>El que venda una vivienda situada en una ciudad amurallada tiene derecho al rescate hasta cumplirse un año de la venta. Su derecho al rescate es limitado. 30Si no es rescatada en el plazo de un año, la casa situada en una ciudad amurallada queda en propiedad del comprador y sus sucesores, sin derecho a retracto. No queda libre el año del jubileo.
31>>Los poblados no amurallados se consideran como los campos. Sus casas tienen la posibilidad de rescate: quedan libres el año del jubileo.
32>>Referente a las ciudades de los levitas, éstos tienen derecho perpetuo a rescatar las casas de las ciudades de su propiedad. 33Si no son rescatadas, quedan libres el año del jubileo, porque las casas de las ciudades de los levitas son propiedad suya entre los israelitas. 34Los ejidos pertenecientes a sus ciudades no se pueden vender, porque son propiedad perpetua de los levitas.

[C] Conducta social (Dt 15,7s)

35>>Si un hermano tuyo se arruina y no puede mantenerse, tú lo sustentarás para que viva contigo como el emigrante o el criado. 36No le exijas ni intereses ni recargo. Respeta a tu Dios, y viva tu hermano contigo. 37No le prestarás dinero a interés ni impondrás recargo a su sustento.
38>>Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os saqué de Egipto para daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.

[D] Esclavos (Ex 21,2-6; Dt 15,12-18)

Del propio pueblo

39>>Si un hermano tuyo se arruina y se te vende, no lo tratarás como esclavo, sino como jornalero o criado. 40Trabajará contigo hasta el año del jubileo, 41cuando él y sus hijos quedarán libres para retornar a su familia y recobrar sus propiedad paterna.
42>>Porque son mis siervos a quienes saqué de Egipto, y no pueden ser vendidos como esclavos. 43No lo tratarás con dureza. Respeta a tu Dios.

Extranjeros

44>>Los esclavos y esclavas de vuestra propiedad los adquiriréis entre los pueblos circundantes. 45O bien entre los hijos de los criados emigrantes que viven con vosotros, entre sus familias nacidas en vuestro territorio. Serán propiedad vuestra.
46>>Se los dejarás en propiedad hereditaria a los hijos que os sucedan. Os podéis servir de ellos siempre, pero a vuestros hermanos israelitas no los trataréis con dureza.

Israelita esclavo de un extranjero

47>>Si un emigrante o un criado mejoran de posición y un hermano tuyo se arruina y se vende al emigrante o criado o a un descendiente de la familia del emigrante, 48después de haberse vendido tiene derecho a rescate. 49Uno de sus hermanos lo rescatará, o un tío suyo o un primo o alguien de su parentela, o él mismo si ahorra lo necesario. 50Calculará con el comprador los años desde la venta hasta el jubileo, y el precio corresponderá al número de años, a razón de jornales de jornalero. 51Si quedan muchos años, se devolverá del precio de compra, como rescate, lo que corresponda a dichos años. 52Si quedan pocos años para el jubileo, pagará el rescate calculando los años que faltan. 53Cada año que pase con él, será como un jornalero. Y no permitirás que lo traten con dureza. 54Pero si no es rescatado de ninguna de estas maneras, él y sus hijos quedarán libres el año jubilar.
55>>Porque los israelitas me pertenecen como siervos: son siervos míos, a quienes saqué de Egipto. Yo soy el Señor, vuestro Dios>>.


Explicación.

25,2-7 El autor atribuye a Moisés y al Señor la institución de un barbecho septenario. El barbecho es una práctica bien conocida de labradores que cultivan terrenos menos fértiles. Pero el barbecho que describe o inventa el Levítico es peculiar. No es alterno, sino que toma como base el septenio. No limita el barbecho a una parte de los terrenos, sino que lo extiende a todo el territorio. Supone que la tierra no defraudará el alimento necesario. La institución no es realista, los labradores no la aceptarían. Da la impresión de un trabajo abstracto de despacho.

Precisamente por eso, el texto despliega su sentido teológico. El barbecho está promulgado y dedicado al Señor, el cual se encargará de alimentar a su pueblo, como hizo en el desierto los sábados (Ex 16). En una visión grandiosa y audaz, el autor unifica el descanso del Señor (Gn 2,2), el descanso de hombres y animales, el descanso de la tierra. En ese respeto profundo de la tierra, en sus derechos garantizados por Dios, suena una nota de signo ecológico. El pueblo de Dios tiene que reconocer y respetar las exigencias de su tierra, que es tierra de Dios.

25,8-17 No está claro si este descanso es acumulativo o suple a uno de los sabáticos. Tampoco nos consta que se haya practicado con rigor. En él confluyen el descanso del campo, la manumisión de esclavos, la condonación de deudas. La tierra de Canaán vuelve a la supuesta situación inicial, cuando Josué la repartió por suerte. Ese punto de referencia, vuelta cíclica a un momento ideal, ha de regular las operaciones comerciales del tiempo intermedio. Parece una medida teórica para evitar el acaparamiento de terrenos y el excesivo enriquecimiento de algunos, que denuncian y combaten los profetas. Tiene doble carácter, sagrado y social. Véase Dt 15,1-11.

25,9-10 La celebración es solemne. Comienza el día de la expiación, como si el perdón de todos los pecados arrastrara el perdón de toda deuda. Se anuncia con un toque especial, de un instrumento sacado de un cuerno de carnero, yobel, de donde procede nuestro término "jubileo". Leemos una fórmula sintética, programática: la propiedad enajenada retorna al propietario originario, el esclavo retorna libre a su familia.

25,14-17 Estas normas son realistas. Más importante es el espíritu que las informa: no perjudicar al prójimo.

25,18-22 La parénesis se refiere explícitamente al año sabático, pero se puede extender al jubilar. El Señor se hace responsable de sustentar a los suyos. Su medio es la bendición, que trasmite fertilidad.

25,23-28 Dios entrega la tierra prometida, como propiedad colectiva, a todo el pueblo escogido; y manda que se reparta a suerte, de modo que todas las familias puedan vivir de ella (Jos 13-21). La propiedad familiar es hereditaria y no se debe enajenar. Si por algún accidente alguien se ve forzado a venderla, la propiedad debe volver a la familia propietaria. Para eso se instituye la ley del "rescate" (goelato).

El rescate incumbe como derecho y deber, por vínculos de solidaridad, a algún pariente. Cuando el hombre falla, Dios interviene como "rescatador" o redentor: sin pagar, porque dispone de su propiedad.

25,23 Como el Señor mantiene su derecho de propiedad, los habitantes son, respecto a él, emigrantes (cfr. Sal 39,13).

25,25 El apelativo "hermano" para el judío es común en el Deuteronomio.

25,29-31 La razón de la diferencia parece ser la siguiente: en los poblados la casa cae dentro del terreno de la heredad, y por ello debe continuar en poder de la familia. En cambio, en las ciudades, la zona urbana queda separada de los campos, y las casas no tienen los mismos vínculos familiares.

25,33-34 Sobre ciudades levíticas Nm 35,1-8.

25,35-38 Trata de asegurar el sustento al arruinado, con un préstamo, si hace falta, y a cambio de prestaciones de trabajo. Pero el israelita no debe aprovecharse de la necesidad ajena para explotar al pobre con intereses usurarios: véanse Ex 22,24-26; Dt 21-20s. La motivación es histórica: los israelitas son libertos del Señor y la tierra es puro don.

25,39 A partir de aquí siguen disposiciones para tres casos de esclavitud: israelita esclavo de otro, extranjero esclavo de israelita, israelita esclavo de extranjero. Llama la atención la discriminación del extranjero. En ningún caso se habla de propiedad familiar.

25,39-43 El primer caso está expuesto en esquema reducido. Pone el jubileo como límite (extremo), lo cual podía ser vitalicio para algunos. Da una razón teológica de largo alcance: el "siervo" o vasallo del Señor no puede ser tratado como esclavo. No menciona, o da por supuesta, la posibilidad de recobrar la libertad ahorrando del salario obligado. Véanse Ex 21,11 y Dt 15,12-18.

25,44-46 La suerte del extranjero es dura. Pueden ser comprados fuera o cautivos de guerra. No se les concede posibilidad de emanciparse y cuentan como posesión hereditaria. No es fácil reconciliar esta norma con la otra humanitaria de Lv 19,33-34.

25,47-55 En este caso el emigrante o forastero goza de una situación económica desahogada, aunque no posea terrenos. En tal caso se aplica la ley del rescate, con más razón que a las propiedades. Es responsabilidad solidaria de los parientes hacerle recobrar la libertad.

LEVÍTICO. CAPÍTULO 24.

Cuidado del templo


241El Señor dijo a Moisés:

2-Manda a los israelitas que te traigan aceite de oliva puro y refinado para alimentar cada día la lámpara. 3En la tienda del encuentro, delante de la cortina de la alianza, Aarón preparará cada día la lámpara, para que arda de la noche a la mañana en presencia del Señor. Es ley perpetua para vuestras generaciones. 4Colocará siempre las lámparas en el candelabro, de oro de ley, en presencia del Señor.
5<<Toma flor de harina y cuece con ella doce roscas de ocho litros cada una. 6Colócalas después en dos montones de a seis, sobre la mesa pura, en presencia del Señor. 7Echa en cada montón incienso puro, para que sean pan de obsequio, oblación al Señor. 8Todos los sábados las prepararás en presencia del Señor. Es un compromiso perpetuo de los israelitas. 9Son para Aarón y sus hijos, que las comerán en lugar santo. Es la porción sagrada, porción perpetua para Aarón, de la oblación al Señor>>.

Caso de blasfemia. Legislación criminal

10Había entre los israelitas un hijo de madre israelita y padre egipcio. Un día riñó con un israelita en el campamento. 11Blasfemó y maldijo el  nombre del Señor, por lo que lo llevaron ante Moisés. (Su madre se llamaba Selamit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan).
12Lo arrestarán hasta que decidiese un oráculo del Señor.
13El Señor dijo a Moisés:
14-Saca al blasfemo fuera del campamento. Que todos los que le oyeron pongan las manos sobre su cabeza y luego toda la asamblea lo apedreará. 15Después dirás a los israelitas: Todo el que maldiga a su Dios, cargará con su pecado. 16El que blasfeme el nombre del Señor, es reo de muerte. Toda la asamblea lo apedreará. Emigrante o indígena, quien blasfeme el nombre del Señor morirá.
17<<El que mate a un hombre, es reo de muerte.
18>>El que mate a un animal, compensará pieza por pieza.
19>>Al que lesione a un conciudadano, se le hará lo que él ha hecho: 20fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente. La lesión que causó a otro se le causará a él.
21>>El que mate a un animal, compensará una pieza con otra; el que mate a un hombre, morirá.
22>>Aplicaréis la misma sentencia al emigrante y al indígena. Yo soy el Señor, vuestro Dios>>.
23Moisés se lo comunicó a los israelitas, y éstos, sacando al blasfemo fuera del campamento, lo apedrearon. Los israelitas hicieron lo que el Señor había mandado a Moisés.

Explicación.

24,2-4 Véase Ex 25,31-40; 37,17-24. El texto presente habla primero de una lámpara, luego del candelabro con lámparas. Su función obvia es alumbrar durante la noche; pero la expresión "en presencia de Yhwh" parece insinuar algo más, quizá una especie de ofrenda. Sólo para iluminar no hacía falta un aceite de tal calidad.

24,5-9 Véase Ex 25,30; 37,10-16. En otras religiones era comida de los dioses. En Jerusalén es una oferta semanal que el Señor cede después a sus sacerdotes.

24,10-16 Saliéndose del cauce normal del Levítico, figura aquí este texto, que enuncia una norma y la justifica con una anécdota proyectada al tiempo de Moisés. Tiene el refinamiento de presentar un suceso nuevo, sin precedente, que ha de resolver personalmente el ultrajado, el Señor. Con lo cual, la pena de muerte por blasfemia se remonta a Moisés y a Dios. Otro refinamiento de la anécdota son los antecedentes familiares del culpable. Cuando el autor los recoge con tanta precisión, es que intenta descargar parte de la culpa en la línea paterna extranjera. Emplea y reitera dos sinónimos: maldecir y blasfemar. Todos los que le oyeron blasfemar actúan como testigos y ejecutores de la sentencia divina. A este caso parece aludir Eclo 23,12.

24,17-22 En curiosa disposición concéntrica con repeticiones ocupa el centro un fragmento de la ley del talión (cfr. Ex 21,25; Dt 19,21). La disposición indica que el autor lo presenta como unidad. Con lo cual resalta la terrible asimetría: por animal muerto, animal vivo; por hombre muerto, homicida muerto. No valen lo mismo la vida del animal y la del hombre.

LEVÍTICO. CAPÍTULO 23.

231El Señor habló a Moisés:
2-Di a los israelitas: "Festividades del Señor en las que convocaréis asamblea litúrgica; son mis festividades:

[A] El sábado

3>>Durante seis días trabajaréis, pero el día séptimo es día descanso solemne, de asamblea litúrgica. No haréis trabajo alguno. Es día de descanso dedicado al Señor en todos vuestros poblados.
4>>Estas son las festividades del Señor, las asambleas litúrgicas que convocaréis a su debido tiempo.

[B] La Pascua

5>>El día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del Señor. 6El día quince del mismo mes es la fiesta de los panes ázimos dedicada al Señor. Comeréis panes ázimos durante siete días. 7El primer día os reuniréis en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo ni tarea alguna. 8Los siete días ofreceréis oblaciones al Señor. Al séptimo os volveréis a reunir en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo ni tarea alguna>>.

[C] La primera gavilla

9El Señor habló a Moisés:
10-Di a los israelitas: "Cuando entréis en la tierra que yo os voy a dar, y seguéis la mies, la primera gavilla se la llevaréis al sacerdote. 11Este la agitará ritualmente en presencia del Señor, para que os sea aceptada; la agitará el sacerdote el día siguiente al sábado. 12Ese mismo día ofreceréis al Señor en holocausto un cordero añal sin defecto; 13haréis también una ofrenda de ocho litros de flor de harina amasada con aceite -oblación de aroma que aplaca al Señor- y una libación de un litro de vino. 14No comeréis pan de granos tiernos tostados hasta el día en que llevéis vuestra oferta a Dios.
>>Es ley perpetua para vuestras generaciones en todos vuestros poblados.

[D] Las primicias (Dt 26,1-11)

15>>Pasadas siete semanas completas, a contar desde el día siguiente al sábado -día en que lleváis la gavilla para la agitación ritual-, 16hasta el día siguiente al séptimo sábado, es decir, a los cincuenta días, haréis una nueva ofrenda al Señor. 17Desde vuestros poblados traeréis pan para la agitación ritual: dos roscas de ocho litros de flor de harina, cocidas con levadura. Son las primicias del Señor.
18>>Además del pan, ofreceréis en holocausto al Señor siete corderos añales sin defecto, un novillo y dos carneros, que junto con la ofrenda y las libaciones es oblación de aroma que aplaca al Señor. 19Ofreceréis también en sacrificio expiatorio un macho cabrío y dos corderos añales en sacrificio de comunión. 20El sacerdote lo agitará ritualmente, junto con el pan de las primicias, en presencia del Señor. Es porción santa del Señor, para el sacerdote. 21El mismo día os reuniréis en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo alguno.
>>Es ley perpetua para vuestras generaciones en todos vuestros poblados.
22>>Cuando seguéis la mies de vuestras tierras, no desorillarás tu campo ni espigarás después de segar; se lo dejarás al pobre y al emigrante. Yo soy el Señor, vuestro Dios >>.

[E] Año nuevo (Nm 29,1-6)

23El Señor habló a Moisés:
24-Di a los israelitas: <<El día primero del séptimo mes es día de descanso solemne. Se anunciará con un toque. Os reuniréis en asamblea litúrgica. 25No haréis trabajo alguno, y ofreceréis una oblación al Señor>>.

[F] Día de la expiación (Nm 29,7-11)

26El Señor dijo a Moisés:
27-El día diez del séptimo mes es el día de la expiación. Os reuniréis en asamblea litúrgica, haréis penitencia y ofreceréis una oblación al Señor. 28No haréis trabajo alguno, porque es día de expiación. Es el día en que se expía por vosotros en presencia del Señor, vuestro Dios. 29Todo el que en ese día no haga penitencia será excluido de su pueblo. 30A quien trabaje, lo exterminaré de su pueblo. 31No haréis trabajo alguno. Es ley perpetua para vuestras generaciones en todos vuestros poblados. 32Es día de descanso solemne, en el que haréis penitencia. Desde el nueve por la tarde al diez por la tarde guardaréis descanso.

[G] Fiesta de las chozas (Nm 29,12-38)

33El Señor habló a Moisés:
34-Di a los israelitas: <<El día quince del séptimo mes comienza la fiesta de las chozas, dedicada al Señor, y dura siete días. 35El día primero os reuniréis en asamblea litúrgica. No haréis trabajo alguno. 36Los siete días ofreceréis oblaciones al Señor. Al octavo volveréis a reuniros en asamblea litúrgica y a ofrecer una oblación al Señor. Es día de reunión religiosa solemne. No haréis trabajo alguno.
37>>Estas son las festividades del Señor en las que os reuniréis en asamblea litúrgica y ofreceréis al Señor oblaciones, holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión y libaciones, según corresponda a cada día. 38Además de los sábados del Señor, además de vuestros dones y cuantos sacrificios ofrezcáis al Señor, sea en cumplimiento de un voto o voluntariamente.
39>>Desde el día 15 del séptimo mes, recogida ya la cosecha, celebraréis la fiesta del Señor durante siete días. El primero y el octavo son días de descanso solemne. 40El primer día cortaréis frutos de árboles de adorno, palmas, ramas de árboles frondosos y de sauces, y haréis fiesta siete días en presencia del Señor. 41Celebraréis esta fiesta dedicada al Señor anualmente, por espacio de siete días. Es ley perpetua para vuestras generaciones: la celebraréis el séptimo mes.
42>>Habitaréis los siete días en chozas. Todo indígena e israelita habitará en chozas; 43para que sepan vuestras futuras generaciones que yo hice habitar a los israelitas en chozas cuando los saqué de Egipto. Yo soy el Señor, vuestro Dios>>.
44Moisés comunicó a los israelitas las festividades del Señor.

Explicación.

23 Esta es la versión Sacerdotal del calendario litúrgico, que hace compañía a textos análogos: Ex 23,14-17; 34,18-23; Dt 16; Ez 45,18-25. El autor quiere fijar con precisión de mes y día el ciclo de las fiestas anuales, con una visión de rigor urbano, sin desmentir el fondo agrario de las fiestas.

Porque estas fiestas religiosas son la sacralización de fiestas agrarias en el ciclo de las estaciones. No todas las fiestas se sacralizan: p. ej. el destetar al niño el tercer año (Gn 21) es simple fiesta de familia con invitados; lo mismo la fiesta del esquileo, que es una cosecha del pastor de ovejas ( 1 Sm 25). Si una comunidad vive su religión, es obvio que consagre a la divinidad las fiestas de su cultura.

La fiesta es un corte en el tiempo, la distinción de días aparte y diversos: véase la reflexión de Eclo 33,7-15. Interrumpen el curso del trabajo y parcialmente de la productividad utilitaria (cfr. Ex 5,8); dedican un tiempo a la celebración comunitaria gozosa; apartan un tiempo dedicado a honrar la divinidad. En Israel y en otros pueblos se supone que las fiestas han sido instituidas por la divinidad: el calendario llega  a ser sagrado. 

Este calendario, ¿del siglo V?, es más elaborado que otros precedentes. Mantiene las tres fiestas básicas: pascua, pentecostés y chozas, y añade o incorpora otras en el mes séptimo (Tisrí), una sin nombre, el primero del mes, y la fiesta de la expiación (cap. 16). Además, atravesando esta serie (4-36) registra siete sábados solemnes: una especie de super sábados (7.8.21.25.28.35.36). Una semana de sábados jalonando el año a intervalos irregulares.

La obligación incumbe a todo el pueblo. La universalidad se expresa con la doble fórmula "en vuestros poblados, para todas vuestras generaciones"; el autor insiste en el posesivo "vuestros". Como varios no hablan de peregrinación, podemos suponer que la celebración, al menos de algunas fiestas, era local; también para los judíos de la diáspora. Pero los sacrificios, según normas vigentes, tendrían que ofrecerse en el templo.

23,2 Ex 23,14-19; Dt 16,1-7.

23,3 El sábado, fundado en el número siete, con su ritmo impar e inmutable, tiende a convertirse en institución central y distintiva (cfr. Is 56,1-8). En él se convoca la asamblea santa o litúrgica: en los decálogos (Ex 20; Dt 5) no hay referencia litúrgica. Está dedicado a Dios: el hombre debe respetar lo que Dios ha consagrado.

23,5-8 Estas brevísimas indicaciones se han de completar con las descripciones de Ex 12 y Nm 9. El autor insiste en los ázimos, no menciona el cordero pascual.

23,9-14 En la ofrenda de las primicias advertimos muy bien el carácter agrario de la fiesta. El cordero del v.12 no es el cordero pascual: es holocausto ofrecido después del sábado, al empezar otra semana.

23,15-21 El autor asigna una gran densidad litúrgica a la fiesta de las semanas o pentecostés, con abundancia de sacrificios de varias especies, ofrendas y libaciones. Los judíos han de acudir "desde sus poblados".

23,22 Véase 19,9-10; Lv 19,9.

23,23-25 Antiguamente comenzaba el año con las tareas agrícolas, en otoño. Después trasladaron el comienzo a la primavera; el autor adopta esta terminología cuando habla del "mes séptimo". Hoy los judíos lo celebran de nuevo en septiembre. El texto menciona el toque de anuncio, pero no da nombre a esta fiesta.

23,26-32 Véase cap. 16.

23,33-36.39-43 Esta es la fiesta agraria más gozosa. Su historificación, como recuerdo del camino por el desierto, es artificial, pues en el desierto no tendrían a su disposición ramas de árboles abundantes para montar sus sombrajos.

23,37.38.44 Forman la conclusión del calendario.

LEVÍTICO. CAPÍTULO 22.

[A] La porción santa

221El Señor habló a Moisés:
2-Di a Aarón y a sus hijos que traten con respeto la porción santa que los israelitas me consagran y no profanan mi santo nombre. Yo soy el Señor.
3<<Diles: Cualquiera de vuestros futuros descendientes que se acerque en estado de impureza a la porción santa que los israelitas consagran al Señor, será excluido de mi presencia. Yo soy el Señor.
4>>Ningún descendiente de Aarón, enfermo de la piel o de gonorrea, comerá de la porción santa hasta que no esté puro. El que toque un cadáver, el que tenga polución, 5el que toque un animal o un hombre que puedan contaminarlo con cualquier clase de impureza, 6quedará impuro hasta la tarde. No comerá de la porción santa, sino que se bañará, 7y a la puesta del sol quedará puro. Entonces podrá comer de la porción santa, que es su comida. 8No comerá animal muerto o desgarrado por una fiera: quedaría impuro. Yo soy el Señor.
9>>Respetarán mis prohibiciones para no incurrir en pecado que les traiga la muerte por haberse profanado. Yo soy el Señor, que los santifica.
10>>Ningún extraño comerá de lo santo: ni el criado del sacerdote ni el jornalero lo comerán. 11Pero si un sacerdote compra con su dinero un esclavo, éste lo podrá comer, lo mismo que los esclavos nacidos en su casa.
12>>Si la hija de un sacerdote se casa con un extraño, no podrá comer del tributo de la porción santa. 13Pero si enviuda o es repudiada sin tener descendencia y vuelve a la casa paterna como en su juventud, podrá comer de la comida de su padre. Pero ningún extraño podrá comerla. 14El que por inadvertencia coma de lo santo, lo restituirá al sacerdote con recargo de un veinte por ciento.
15>>Los sacerdotes no profanarán la porción santa que los israelitas tributan al Señor. 16Incurrirían en grave culpa al comer de su porción santa. Yo soy el Señor, que los santifico>>.

[B] Condiciones de las víctimas sacrificiales

17El Señor habló a Moisés:
18-Di a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas: <<Cualquier israelita o emigrante residente en Israel que ofrezca un holocausto al Señor, 19voluntario o en cumplimiento de un voto, empleará como víctima, para que os sea aceptado, un macho sin defecto, de ganado mayor, ovino o caprino. 20No ofreceréis reses con defecto, porque no os serán aceptadas.
21>>El que ofrezca al Señor un sacrificio de comunión, voluntario o en cumplimiento de un voto, empleará reses de ganado mayor o menor, sin defecto, para que les sea aceptado. No tendrán defecto alguno. 22No ofreceréis al Señor reses ciegas, con fracturas, mutiladas, con nubes, con sarna o tiña; ni las colocaréis sobre el altar en oferta al Señor. 23Como ofrenda voluntaria podrás emplear toros u ovejas con miembros hipertrofiados o atrofiados; pero como cumplimiento de un voto no te serán aceptados. 24No ofreceréis al Señor reses con testículos machacados, aplastados, arrancados o cortados. No haréis esto nunca en vuestra tierra. 25Ni siquiera de parte de un extranjero ofreceréis tales reses como comida de vuestro Dios. Son deformes y defectuosas, y, por tanto, inválidas>>.

[C] Prescripciones particulares

26El Señor dijo a Moisés:
27-Cuando nazca un toro, un cordero o un cabrito, estarán siete días con la madre. A partir del octavo pueden ofrecerse válidamente en oferta al Señor. 28No degollaréis el mismo día una vaca o una oveja con su cría.
29>>Cuando ofrezcáis al Señor sacrificios de acción de gracias, hacedlo de forma que os sean aceptados. 30Se comerá la víctima el día mismo de la inmolación, sin dejar nada para el día siguiente. Yo soy el Señor.
31>>Cumplid mis preceptos, poniéndolos por obra. Yo soy el Señor. 32No profanaréis mi nombre santo, para que yo sea santificado entre los israelitas. Yo soy el Señor, que os santifico, 33que os sacó de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el Señor>>.


Explicación.

22,2 La porción santa es la parte de la víctima que, por concesión del Señor, corresponde a los oficiantes. No es una porción cualquiera de un banquete sacrificial, del cual participan los laicos.

22,3 La norma general atañe a los sacerdotes y también a los laicos que ofrecen las víctimas. Por eso la instrucción es pública: los sacerdotes manejan ofrendas del pueblo. En un sentido, las presentes normas previenen abusos de la clase sacerdotal.

"Excluir de la presencia" puede significar anular la elección, excluir de toda función cúltica (cfr. Sal 51,13). El verbo nkrt parece indicar una exclusión definitiva.

22,4 Véanse cap. 13 y 15.

22,5 Véase cap. 11.

22,6 El atardecer señala el comienzo del nuevo día; por tanto, la impureza dura sólo y todo el día.

22,8 Véase 17,15.

22,10-11 Criado y jornalero ganan con su trabajo el sustento cotidiano; no así el esclavo, incorporado al régimen familiar.

22,12 La hija casada ya no pertenece a la familia, depende del marido para su sustento. El "extraño" es un laico; pues si se casa con un sacerdote, disfruta del privilegio del marido.

22,13 Si enviuda con hijos, éstos la deben sustentar. Todas estas normas suponen que la porción sacra se la llevaban a casa los sacerdotes.

22,18-25 Regula de modo particular los sacrificios voluntarios o por voto, hechos por iniciativa privada, no prescritos por ley. En los sacrificios oficiales se aplica a fortiori la norma. No menciona sacrificios de aves ni ofrendas vegetales. La validez o no depende de la aceptación divina: el hombre busca criterios objetivos de la aceptación o el rechazo.

22,20 Mal 1,8.

22,25 Sal 50,12s.

22,31-33 La parénesis final inculca la respuesta humana y sintetiza los motivos que justifican y explican las normas: motivo histórico o liberación de Egipto, título de la alianza "vuestro Dios", santidad activa y comunicativa del Señor.

LEVÍTICO. CAPÍTULO 21.

[Santidad sacerdotal]
211[a] El Señor habló a Moisés:
2-Di a los sacerdotes aaronitas: El sacerdote no se contaminará con el cadáver de un pariente, 2a no ser de pariente próximo: madre, padre, hijo, hija, hermano 3o de su propia hermana soltera, no dada en matrimonio. No se incluye la pariente casada. 4Quedaría profanado. 5No se raparán la cabeza, no se recortarán la barba ni se harán incisiones. 6Serán santos para su Dios y no profanarán el nombre de su Dios, porque son los encargados de ofrecer la oblación del Señor, la comida de su Dios. Deben ser santos. 7No tomará por mujer una prostituta, una violada o una repudiada por su marido, porque está consagrado a su Dios.
8<<Lo considerarás santo, porque es el encargado de ofrecer la comida de tu Dios. Será para ti santo, porque yo, el Señor, que lo santifico, soy santo.
9>>Si la hija de un sacerdote se profana prostituyéndose, profana a su propio padre. Debe ser quemada.
10>>[b] El sumo sacerdote, escogido entre sus hermanos, sobre cuya cabeza ha sido derramado el aceite de la unción y que ha sido consagrado con la investidura de los ornamentos, no irá despeinado hi harapiento. 11No se acercará a cadáver alguno ni se contaminará con el de su padre o de su madre. 12No saldrá del santuario ni profanará el santuario de su Dios, porque tiene la consagración del aceite de la unción de su Dios. Yo soy el Señor.
13>>Tomará por mujer una virgen. 14No tomará por mujer una viuda, repudiada, violada ni prostituta, sino una virgen de su pueblo. 15No profanará a sus hijos entre su pueblo, porque yo soy el Señor, que lo santifico>>.

[B] Condiciones corporales del sacerdote

16El Señor habló a Moisés:
17-Di a Aarón: <<Ninguno de tus futuros descendientes que tenga un defecto corporal podrá ofrecer la comida de su Dios: 18sea ciego, cojo, con miembros atrofiados o hipertrofiados, 19con una pierna o un brazo fracturados, 20cheposo, canijo, con cataratas, con sarna o tiña, con testículos lesionados. Nadie con alguno de estos defectos puede ofrecer la comida de su Dios. 21Ninguno de los descendientes del sacerdote Aarón que tenga un defecto corporal se acercará a ofrecer la comida de su Dios, de la porción sagrada como de la santa; 23pero no puede traspasar la cortina ni acercarse al altar, porque tiene un defecto corporal. no profanará mi santuario, porque yo soy el Señor, que los santifico>>.
24Moisés se lo comunicó a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas.

Explicación.

21,1 Todo el pueblo es santo, y de modo especial lo son los sacerdotes escogidos, "acercados" por Dios, y de modo especialísimo el sumo sacerdote "ungido". Es una santidad referida al culto, que tiene exigencias particulares, de conducta y de integridad corporal.

21,2-6 El reino de la muerte no pertenece al Dios de la vida; los muertos no tienen acceso al culto. Son la negación de la vida, la corrupción; con su presencia y cercanía contaminan la esfera del culto. La virtud de la piedad familiar impone algunas excepciones definidas. Véanse Nm 19; Ez 44,25-27. El caso de Jeremías (Jr 16) tiene otro significado; también es especial el caso de Ezequiel (Ez 24). Aunque los dos eran sacerdotes, su alejamiento y abstención de ritos fúnebres tenía función profética.

21,5 Parece tratarse de ritos fúnebres, quizá prácticas paganas.

21,7 La esfera sexual es fuente de contaminación; en el contexto masculino, sólo por acción de la mujer. No se menciona la viuda.

21,8 Dios es santo, santifica al sacerdote, el cual es santo y debe ser respetado como santo. Su actividad cúltica se llama aquí "servir el pan / alimento a tu Dios"; una formulación bien material, que no parece referirse exclusivamente a los "panes presentados" (Ex 35,13par).

21,10-15 Más graves son las exigencias impuestas al sumo sacerdote. Respecto a los muertos, sólo parece exceptuarse la esposa. El permanecer en el recinto del templo se refiere probablemente al tiempo de un luto familiar, cuando su casa está contaminada. Si la obligación de residir en el templo es de por vida, tendría que llevar a su familia a vivir en el templo; lo cual parece improbable, pues su esposa lo contaminaría periódicamente.

21,16-21 Se enumeran doce defectos corporales (el significado de algunos es dudoso): algunos incapacitan simplemente para el ejercicio de la función, otros hieren el decoro exigido, uno es mengua de virilidad, otros pueden ser contagiosos.

21,22-23 Los defectos corporales no privan al sacerdote de su condición sagrada; y, por no poseer heredad entre los israelitas, conserva el derecho a la porción sacrosanta, concedida por Dios a sus sacerdotes.

LEVÍTICO. CAPÍTULO 20.

201El Señor habló a Moisés:
2-Di a los israelitas:

[A] Cultos prohibidos (Dt 12,31; 2 Re 17,17; Jr 19,5)

"Cualquier israelita o emigrante residente en Israel que entregue un hijo suyo a Moloc es reo de muerte. Los terratenientes lo apedrearán. 3Yo mismo me enfrentaré con él y lo extirparé de su pueblo, por haber entregado un hijo suyo a Moloc, manchando mi santuario y profanando mi nombre santo. 4Pero si los terratenientes se desentienden del que entrega un hijo suyo a Moloc y no ejecutan al culpable, 5yo mismo me enfrentaré con él y con su familia, y extirparé de su pueblo a él y a cuantos como él se prostituyen con Moloc.
6>>Si uno acude a nigromantes y adivinos para prostituirse con ellos, me enfrentaré con él y lo extirparé de su pueblo.
7>>Así, pues, santificaos y sed santos, porque yo, el Señor, soy vuestro Dios.

[B] Código Penal

8>>Guardad mis leyes poniéndolas por obra. Yo soy el Señor, que os santifica.
9>>El que maldiga a su padre o a su madre, es reo de muerte. Caiga su sangre sobre él, por haberlos maldecido.
10>>Si uno comete adulterio con la mujer de su prójimo, los dos adúlteros son reos de muerte.
11>>Si uno se acuesta con la concubina de su padre, ambos son reos de muerte. Caiga su sangre sobre ellos.
12>>Si uno se acuesta con su nuera, ambos son reos de muerte. Han cometido una depravación. Caiga su sangre sobre ellos.
13>>Si uno se acuesta con un hombre como con mujer, ambos cometen una abominación. Son reos de muerte. Caiga su sangre sobre ellos.
14>>Si uno toma a la vez a una hija y a la madre, es cosa aborrecible. A él y a ellas los quemarán, para que no quede lo aborrecible entre vosotros.
15>>El que se acueste con un animal, es reo de muerte. Al animal lo mataréis.
16>>Si una mujer se ofrece a un animal para que la cubra, matarás a la mujer y al animal. Son reos de muerte. Caiga su sangre sobre ellos.
17>>Si uno toma a su hermana por parte de padre o de madre y tiene relaciones, es una infamia. Serán públicamente excluidos de su pueblo. Por haber tenido relaciones con su hermana, cargará con su culpa.
18>>Si uno se acuesta con una mujer durante su menstruación, descubriendo ambos la fuente de la sangre, los dos serán excluidos de su pueblo.
19>>No tendrás relaciones con una tía materna o paterna. Por haber tenido relaciones con alguien de su propia sangre, cargarán con su culpa.
20>>Si uno se acuesta con la cuñada de su padre, ofende a su tío. Cargarán con su pecado y morirán sin hijos.
21>>Si uno toma a su cuñada, es una inmundicia. Ofende a su propio hermano. No tendrán hijos.

[C] Parénesis final

22>>Cumplid todas mis leyes y mandatos poniéndolos por obra, para que no os vomite la tierra a la que os llevo para que habitéis en ella. 23No sigáis la legislación de los pueblos que voy a expulsar ante vosotros, porque me da asco su proceder. 24Os he dicho: vosotros poseeréis su tirra, yo soy el Señor, vuestro Dios, que os he separado de los demás pueblos.
25>>Separad también vosotros los animales puros de los impuros, las aves impuras de las puras, y no os contaminéis con animales, aves o reptiles que yo he separado como impuros.
26>>Sed para mí santos, porque yo, el Señor, soy santo, y os he separado de los demás pueblos para que seáis míos.
27El hombre o mujer que practique la nigromancia o la adivinación es reo de muerte. Será apedreado. Caiga su sangre sobre él>>.

Explicación.

20 Código penal que se refiere en gran parte a delitos registrados en el cap. 18. Las penas son diversas: pena de muerte, incluso en la hoguera (14), excomunión o "ser excluido de su pueblo", cargar con la culpa sin especificar, quedar sin descendencia. Sorprende el rigor de estas penas, especialmente vistas a la luz del precepto del decálogo "no matarás". El autor o quienes codificaron estas normas vieron en los delitos acciones radicalmente inconciliables con la santidad de Dios y de su pueblo, no sólo inconciliables con el culto; por eso los culpables tenían que ser extirpados, de la vida o de la comunidad.

20,1-2  Habla Moisés directamente al pueblo, sin la mediación de Aarón, como en el cap. 18.

20,2-5 El primero es un caso de idolatría que incluye sacrificios humanos. Podemos explicarlo de dos maneras: la idolatría conduce hasta el dar muerte a un hijo (cfr. Sab 14,23); el sacrificio de infantes se procura una divinidad ajena. La idolatría se llama "prostitución", como en Ezequiel. Toda la comunidad es responsable de mantener la pureza del pueblo, por eso la pena es lapidación, en la que intervienen hombres de la comunidad (cfr. el caso de Acán, Jos 7,25). "Extirpar" equivale aquí a la ejecución capital.

Con tono apasionado suenan las palabras del Señor, al mismo tiempo celoso de otros rivales y defensor de la vida inocente. Pero ¿es culpable la familia? Parece insinuarlo el "cuantos como él".

20,6 La pena es excomunión; destierro según 1 Sm 28,9.

20,7-8 En dos conjugaciones del verbo "santificar" expresa la acción correlativa del Señor y de los hombres.

20,9 El primero de la serie nos sitúa en el ámbito de la familia. Véanse Ex 21,17 y Dt 27,16. En cambio Prov 20,20 invoca una pena en términos metafóricos.

20,10 Es el caso de David: 2 Sm 11. Según Prov 6,35 cabía una compensación si la aceptaba el marido ofendido.

20,11 Son los casos de Rubén Gn 49,3 y Absalón 2 Sm 15,21s (con fines políticos).

20,12 Es el caso de Judá y Tamar Gn 38.

20,13 La pena capital se ha mantenido en varios países y durante siglos. El AT no cuenta ningún caso de este delito.

20,14 Es posible que fueran matados y después quemados, como en el caso de Acán (Jos 7,25). Véase el caso excepcional de Tamar (Gn 38,24).

20,17 Es el caso de Amnón (2 Sm 13).

20,20 Morir sin hijos se consideraba castigo grave. El ejecutor tenía que ser Dios.

20,22-26 El tema de la separación explica de algún modo el concepto de santidad. Esta tiene dos tiempos. Primero, separar y distinguir lo sacro de lo profano; su autor es Dios, separar es elegir. Segundo, entrar en una situación nueva y permanente, que se realiza y expresa en subsiguientes separaciones.

LEVÍTICO. CAPÍTULO 19.

191El Señor habló a Moisés:
2-Di a toda la comunidad de los israelitas:
<<[a] Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
3>>Respetad a vuestros padres y guardad mis sábados. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
4>>No acudáis a ídolos ni os hagáis dioses de fundición. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
5>>Cuando ofrezcáis al Señor sacrificios de comunión, hacedlo de forma que os sean aceptados.
6Se comerá la víctima el día mismo de su inmolación o al día siguiente. Lo que sobre, se quemará al tercer día. 7Lo que se come el tercer día es de desecho e inválido. 8El transgresor cargará con su culpa por haber profanado lo santo del Señor, y será excluido de su pueblo.
9>>Cuando seguéis la mies de vuestras tierras, no desorillarás el campo ni espigarás después de segar. 10Tampoco harás el rebusco de tu viña ni recogerás las uvas caídas. Se lo dejarás al pobre y al emigrante. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
11>>No robaréis, ni defraudaréis, ni engañaréis a ninguno de vuestro pueblo.
12>>No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
13>>No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás. No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero.
14>>No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Respeta a tu Dios. Yo soy el Señor.
15>>No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu conciudadano.
16>>No andarás con cuentos de aquí para allá ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
17>>No guardarás odio a tu hermano. Reprenderás abiertamente a tu conciudadano y no cargarás con pecado por su causa.
18>>No serás vengativo ni guardarás rencor a tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
19>> [b] Guardad mis leyes.
>>No emparejarás animales de especie diversa, ni sembrarás simientes de especie diversa, ni llevarás vestidos de paño mezclado.
20>>El que se acueste con una esclava prometida a otro, no rescatada ni manumitida, la resarcirá; pero no serán reos de muerte, por no ser ella libre. 21Ofrecerá al Señor a la entrada de la tienda del encuentro un carnero como víctima penitencial. 22El sacerdote, con el carnero del sacrificio penitencial, expiará por él, por el pecado que cometió, en presencia del Señor. Y se le perdonará el pecado que cometió.
23>>Cuando entréis en la tierra y plantéis árboles frutales, por tres años os abstendréis de cortar sus frutos: los dejaréis incircuncisos. Sus frutos no se comerán. 24Al cuarto año se lo consagraréis festivamente al Señor. 25Y al quinto podréis comer de ellos; así incrementaréis para vuestro provecho el rendimiento del árbol. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
26>>No comeréis carne con sangre. No practicaréis la adivinación ni la magia. 27No os raparéis en cerco la cabeza ni os cortaréis la barba. 28No os haréis incisiones por un difunto ni tampoco tatuajes. Yo soy el Señor.
29>>No profanes a tu hija prostituyéndola. No se prostituya el país llenándose de depravación.
30>>Guardad mis sábados y respetad mi santuario. Yo soy el Señor.
31>>No acudáis a nigromantes ni consultéis adivinos. Quedaréis impuros. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
32>>Álzate ante las canas y honra al anciano. Respeta a tu Dios. Yo soy el Señor.
33>>Cuando un emigrante se establezca con vosotros en vuestro país, no lo oprimiréis. 34Será para vosotros como el indígena: lo amarás como a ti mismo, porque emigrantes fuisteis en Egipto. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
35>>No daréis sentencias injustas ni cometeréis injusticias en pesos y medidas. 36Tened balanza, pesas y medidas exactas. Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os sacó de Egipto.
37>>Cumplid todas mis leyes y mandatos poniéndolos por obra. Yo soy el Señor>>.

Explicación.

En medio de un desfile de leyes, muchas de ellas rituales o tabúes, se alza este capítulo dedicado a deberes con el prójimo. Y en medio de este capítulo se levantan tres palabras que justifican como una cumbre y transforman como una levadura el resto. Por esas palabras se juzga a los demás. Porque han sido recogidas por Jesús como mitad de la ley (Mt 22,39 par). Una mitad del v.18 es el centro crítico: atrae en círculo concéntrico unos cuantos preceptos, deja que otras  demuestren su caducidad y queden como fondo de contraste o esperando a ser transformados.

Fundamento del orden humano es la santidad de Dios; lo cual dice que el hombre en sus relaciones con otros hombres, se abre a la trascendencia última de Dios, y que la santidad tiene una dimensión de conducta responsable. La fórmula reiterada "yo soy el Señor" subraya y hace consciente la orientación trascendente de la conducta. En el contexto judío la santidad de Dios funda y orienta con mandatos y prohibiciones, la conducta de una comunidad "santa" (Ex 19,5) o consagrada al Señor. Más que un código jurídico, este capítulo presenta un modelo e ideal de vida del pueblo de Dios.

19,3 Es notable el puesto primero que ocupa el precepto sobre los padres, y en él el primer puesto de la madre. En el decálogo (Ex 20 y Dt 5) es el primero de la "segunda tabla", y usa el verbo kbd, que significa honrar y sustentar; aquí va unido al precepto sobre el sábado, de la "primera tabla", y usa el verbo yr´, que significa respetar y se usa para definir la relación básica con Dios. El lector tardío escucha que el respeto debido a los padres es semejante al debido a Dios (cfr. Eclo 3,1-16).

El precepto del sábado está aquí sin motivación, a no ser que el posesivo "mis" cumpla dicha función. Puede compararse con Ex 20,8-11 y Dt 5,12-15.

19,4 Recoge preceptos del decálogo, pero sin referirse a una imagen de Yhwh; el autor funde las dos prohibiciones. "Acudir" o dirigirse a, para adorar para consultar su oráculo: Dt 31,18.20

19,5-8 Como Lv 7,16-18. "Inválido" es no aceptado, no grato. Profanar el nombre del Señor es delito grave.

19,9-10 Si en la antigüedad las orillas se ofrecían a la divinidad del campo, en Israel la práctica adquiere valor social. Es curioso que no mencione la aceituna. Dt 24,19-22 limita la extensión a lo que casualmente queda. Puede verse la historia de Rut.

19,9 Rut 2.

19,10 Dt 24,19-22.

19,11-18 Forman una serie compacta de preceptos para con el prójimo, que se llama "paisano, prójimo o hermano". La disposición es curiosa, paralela: 11-15 contiene nueve prohibiciones que se cierran con un mandato positivo "respeta al Señor"; en medio la firma "Yo soy el Señor"; en 16-18 otras nueve prohibiciones que se cierran con un mandato positivo "amar al prójimo"; en medio la misma firma. (En la traducción usamos no y ni). En detalle el desarrollo es menos regular, pues forma agrupaciones temáticas y añade algún comentario.

19,11 El decálogo es más breve (Dt 5,19). Defraudar: véase 5,21.

19,12 El falso juramento se menciona aquí porque de ordinario se hace en perjuicio del prójimo.

19,13 Véanse Dt 24,14; Jr 22,13; Mal 3,5. El jornal se pagaba al fin de la jornada, los obreros vivían al día.

19,14 Lesiones más frecuentes entre los antiguos. Sería crueldad refinada.

19,15 Es un principio para defender la justicia imparcial: pobre y rico representan una polaridad, los dos extremos. En la práctica el peligro no es idéntico en ambas direcciones. Véanse Ex 23,1-3.6-8; Dt 1,16; Sal 82,2; Prov 24,23.

19,16 Un caso famoso es el de Nabot, 1 Re 21.

19,17 "Reprender" puede tener sentido forense o de buenas relaciones, como en Prov 27,5s; 28,23. Es dudoso el sentido de la última cláusula: ¿quién carga con el pecado?, ¿quién no reprende o el no reprendido? Puede leerse como comentario abierto Eclo 19,13-17.

19,18 Sobre la venganza: Prov 20,22; Eclo 27,30-28,7; Mt 5,39s; Rom 12,17. "Como a ti mismo" es una frase ancha, abierta. Puede significar que no se trata de puro sentimiento y menos sentimentalismo; parece inculcar el respeto al otro, tan persona como uno mismo; inculca la solidaridad radical que ve en el otro algo propio, como en Is 58,7 "no cerrarte a tu propia carne".

19,18 Eclo 28,1-7; Mt 19,19; Rom 12,19.

19,19 Comienza el segundo bloque. Según la concepción de Gn 1, distinguir es ordenar: se separan luz de tinieblas, aguas de aguas, tierra de océano, seres según especies. Mezclar es confundir, pervertir el orden. Tal es el fondo de la presente norma y de Dt 22,9-11.

19,20-22 El sentido de esta ley varía según su planteamiento. ¿Prometida antes de caer esclava o siendo ya esclava? En ambos casos vale su vínculo jurídico. ¿Se trata del amo de la esclava o de cualquier persona? La esclava con mucha frecuencia se consideraba también concubina; el amo podía considerarse con derecho. ¿Hubo violencia o consentimiento?

En el caso paralelo de Dt 22,23-27 se dice expresamente que hubo violencia, y lo mismo en el caso de Dina (Gn 34). Algunos piensan que la ley mejora la condición de la esclava. Pero el paralelo de Dt da otra impresión: la esclava no tiene los derechos de la libre; al que abusa de ella se le perdona fácilmente.

19,23-24 En su origen pudo concebirse como una ofrenda a la divinidad del campo. En el contexto presente equivale a una ofrenda de primicias: Ex 23,19; 34,26.

19,26a Véase el cap. 17 en versión más diferenciada.

19,26b Véase la enumeración diferenciada de Dt 18,9-19, que las opone a la profecía, y como ilustración, la adivina de Endor (1 Sm 28) y la copa de José (Gn 44,5).

19,27-28 Ritos fúnebres prohibidos. Quizá por considerarse paganos, o relacionados con divinidades infernales en otros pueblos. Véanse Is 22,12 y Jr 16,6. ¿Servían las incisiones para alejar con el poder de la sangre influjos funestos de los muertos?

19,29 Profanar es anular la santidad. De la mujer la profanación pasa por contagio a la tierra. Véase Os 4,13. Algunos sospechan la presencia o alusión a ritos de pubertad o de fertilidad, o lo relacionan con Dt 23,18.

19,30 Concisamente emparejados el espacio sacro y el tiempo sacro.

19,31 Dt 18,11; 1 Sm 28,3; Is 8,19.

19,32 El anciano ocupa en la comunidad un puesto parecido al del padre en la familia. Ancianidad es bendición de Dios y sabiduría humana. Véanse Prov 16,31; 20,29; Lam 5,12.

19,33-34 Las normas precedentes pretende ordenar una comunidad "santa", consagrada al Dios Santo. ¿Pertenece a dicha comunidad el emigrante, avecindado entre los judíos, quizá no convertido al yavismo? Según Ex 12,48, si no está circuncidado, no puede participar en el culto. Pero respecto a otros derechos, dicen estos versos, goza de igualdad; que se expresa negativamente y positivamente. Hasta lo más radical, hasta entrar sin discriminación en el círculo de solidaridad que se llama "amor" (v.18). La motivación es histórica y se combina con el título divino de la alianza.

19,35-36 El tema de pesas y medidas justas es frecuente en la literatura sapiencial y en la profética: p. ej. Prov 11,1; 20,10.23; Am 8,5; Miq 6,11.

LEVÍTICO. CAPÍTULO 18.

Relaciones sexuales.

181El Señor habló a Moisés:
2-Di a los israelitas:

[A] Parénesis introductoria

3<<Yo soy el Señor, vuestro Dios. No haréis lo que hacen los egipcios, con quienes habéis convivido, o los cananeos, a cuyo país os llevo, ni seguiréis su legislación. 4Cumplid mis mandatos y guardad mis leyes, procediendo según ellos. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
5>>Cumplid mis leyes y mis mandatos, que dan vida al que los cumple. Yo soy el Señor.

[B] Código legal (Dt 27,20-23)

6>>Nadie se acercará a un pariente para tener relaciones sexuales con él. Yo soy el Señor.
7>>No tendrás relaciones con tu madre. Es de tu padre y es tu madre; no tendrás relaciones con ella.
8>>No tendrás relaciones con la concubina de tu padre. Es carne de tu padre.
9>>No tendrás relaciones con tu hermana, por parte de padre o de madre, nacida en casa o fuera.
10>>No tendrás relaciones con tus nietas. Son tu propia carne.
11>>No tendrás relaciones con la hija nacida a tu padre de su concubina. Es tu hermana.
12>>No tendrás relaciones con tu tía paterna. Es de la sangre de tu padre.
13>>No tendrás relaciones con tu tía materna. Es de la sangre de tu madre.
14>>No ofenderás a tu tío, hermano de tu padre, teniendo relaciones con su mujer. Es tu tía.
15>>No tendrás relaciones con tu nuera. Es mujer de tu hijo; no tendrás relaciones con ella.
16>>No tendrás relaciones con tu cuñada. Es carne de tu hermano.
17>>No tendrás relaciones con una mujer y con su hija, o con dos primas hermanas. Son de la misma sangre; es aborrecible.
18>>No tomarás a la vez a una mujer y a su hermana, creando rivalidades al tener relaciones también con ella, mientras vive la otra.
19>>No tendrás relaciones con una mujer durante su menstruación.
20>>No te acostarás con la mujer de uno de tu pueblo. Quedarías impuro.
21>>No sacrificarás un hijo tuyo a Moloc por el fuego, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
22>>No te acostarás con un hombre como con mujer. Es una abominación.
23>>No te acostarás con un animal. Quedarías impuro. La mujer no se ofrecerá a un animal para que la cubra. Es una depravación.

[C] Parénesis final (Gn 15,16; Sab 12,3-7)

24>>No os manchéis con nada de esto, porque eso es lo que hacen los pueblos que yo os voy a quitar de en medio de vosotros. 25La tierra está impura: le tomaré cuentas, y ella vomitará a sus habitantes. 26Vosotros, en cambio, cumplid mis leyes y mandatos y no cometáis ninguna de esas abominaciones, tanto el indígena como el emigrante que reside entre vosotros. 27Porque todas esas abominaciones las cometían los habitantes que os precedieron en la tierra, y la tierra quedó impura. 28¡Que no os vaya a vomitar también a vosotros, por haberla manchado, como vomitó a los pueblos que os precedieron! 29Porque todo aquel que cometa una de esas abominaciones, será excluido de su pueblo.
30>>Así pues, respetad mis prohibiciones no haciendo ninguna de las prácticas abominables que se hacían antes de llegar vosotros. No os manchéis con ellas. Yo soy el Señor, vuestro Dios>>.

Explicación.

Entre una introducción 2-5 y una conclusión parenética 24-30, el capítulo reúne en dos bloques leyes que regulan la vida sexual. Un grupo (6-18) se refiere al incesto, diferenciado según el grado de parentesco, en el ámbito de la gran familia patriarcal. Otro grupo menos compacto (19-23) trata del adulterio, homosexualidad, bestialidad y estado de impureza. En dos casos se habla simplemente de impureza, como en capítulos precedentes; otros casos se califican de abominación o depravación, es decir, un juicio grave. Puede compararse el capítulo con la legislación del Dt 22,13-23 y las maldiciones de Dt 27,20-23.

18,2-5 La parénesis, estilizada en tres prohibiciones y tres mandatos generales, subraya la superioridad de la legislación israelítica en cuestiones sexuales. Si en muchos campos los israelitas habían aceptado la legislación cananea, común al oriente antiguo, el autor piensa que en lo sexual han establecido normas más exigentes. Véanse las cláusulas penales en el cap. 20.

18,5 La motivación es doble. Ante todo, el Señor, Dios de la alianza, que con su nombre y título ratifica las leyes para su pueblo. Además esas leyes son para bien del pueblo, para su vida y salvación. Por eso no son actos de autoridad arbitraria, sino voluntad salvadora que apela al cumplimiento humano. Ez 20,11; Rom 10,5.

18,6 La primera ley es genérica y comprende las once restantes. El incesto está observado desde el punto de vista del varón. La regularidad formal es marcada, la motivación escueta.  En la prohibición del incesto vibran repugnancias ancestrales que se encuentran en culturas muy diversas: puede consultarse el relato de las hijas de Lot (Gn 19). Por una parte la ley precave desórdenes en la vida de la gran familia; por otra parte se opone a una posible endogamia estrecha.

Las expresiones hebreas no son fáciles de traducir. El acto sexual se dice literalmente "descubrir la vergüenza" (aquí no se trata únicamente de miradas). En la motivación se usan literalmente "es la vergüenza de N" o "es carne de N". Se podría traducir por "es deshonra de, sería deshonrar a, es consanguínea de, es pariente de".

18,9 Véase el episodio de Tamar y Amnón (2 Sm 13).

18,10 Hija del hijo o de la hija; el hebreo no tiene un término común.

18,16 Mc 6,18.

18,18 Compárese con las dos mujeres de Jacob, las hermanas Lía y Raquel, y las rivalidades que provocó la situación. Sólo que las rivalidades también surgen aunque las mujeres no sean parientes: 1 Sm 1; Eclo 25,14.

18,19 A partir de este verso la serie, en cuanto a tema y forma, es menos regular. Según Lv 15,24 el acto provoca estado de impureza; en 20,18 lleva como pena la excomunión.

18,20 Sorprende esta calificación tan leve del adulterio, que forma parte del decálogo (Ex 20,14), y lleva pena de muerte para ambos (Lv 20,10).

18,21 Parece salirse de la serie. Si lo comparamos con textos como Dt 18,10; Jr 7,31; Ez 20,31; 23,37, hay que pensar en sacrificios de recién nacidos a un dios. El rito se suele decir "hacer pasar por el fuego", aquí se usa el verbo sin el "fuego". La divinidad a la cual se ofrece se llama aquí Molek; las versiones griegas ponen Molokh; propiamente es el título de "rey" vocalizado maliciosamente, en algunos casos parece confundirse con el título Malkom del dios de Amón. Otros piensan que no designa a Dios, sino un rito. Tiene pena de muerte según 20,2-5.

18,22 Gn 19,5.

18,23 Éx 22,18.

18,24-30 En la parénesis final, construida con una inclusión, domina el tema de la tierra y la pureza. (En 2 Cor 6,14-7,1 apela Pablo a la imagen del templo, inculcando un principio semejante). Hay que recordar la relación entre la tierra fecunda y la fecundidad humana, común en muchas culturas. Los hombres creen activar la fertilidad de sus campos con ritos, que de hecho contaminan con perversiones sexuales la tierra. Entonces el Señor viene a la tierra, la suya, y le exige cuentas: la tierra reacciona vomitando, expulsando a sus habitantes y queda desierta y disponible para otros. No es pura fantasía pensar que desórdenes sexuales continuados pueden provocar alguna depauperación de la tierra, ni es fantasía afirmar la relación entre el hombre y su tierra. Aunque la forma poética, con sus raíces míticas, sea hoy menos aceptable, el sentimiento profundo apunta hacia lo que hoy llamamos ecología (cfr. Is 24,20=. Sustentando y garantizando este orden está el Señor, dueño de su pueblo y de su tierra.