lunes, 18 de julio de 2016

NÚMEROS. CAPÍTULO 15.

Ofrendas y libaciones


151El Señor habló a Moisés:

2-Di a los israelitas: <<Cuando entréis en la tierra que yo os voy a dar para que la habitéis 3y hagáis una oblación al Señor, de ganado mayor o menor -sea holocausto o sacrificio de comunión voluntario o en cumplimiento de un voto o con ocasión de una fiesta, oblación de aroma que aplaca al Señor-; 4el que haga la oferta hará una ofrenda de veintidós decilitros de flor de harina amasada con un litro de aceite, y añadirá al holocausto o sacrificio de comunión 5una libación de un litro de vino por cada cordero. 6Si se trata de un carnero, añadirá una ofrenda de cuarenta y cuatro decilitros de flor de harina amasada con doce decilitros y medio de aceite 7y una libación de doce decilitros y medio de vino, aroma que aplaca al Señor.
8>>Si el holocausto o sacrificio de comunión -en cumplimiento de un voto o en acción de gracias al Señor- 9es de un novillo, añadirás una ofrenda de sesenta y seis decilitros de flor de harina amasada con dos litros de aceite, 10y una libación de dos litros de vino, oblación de aroma que aplaca al Señor.
11>>Esto es lo que hay que ofrecer con un toro, un carnero, una oveja o una cabra. 12Aplicaréis siempre esta proporción.
13>>Los indígenas procederán así cuando ofrezcan una oblación de aroma que aplaca al Señor. 14Si en el futuro un emigrante que viva o se encuentre entre vosotros quiere ofrecer una oblación de aroma que aplaca al Señor, hará lo mismo que vosotros. 15El mismo rito observaréis vosotros y el emigrante residente entre vosotros. Es ley perpetua para todas vuestras generaciones. Ante el Señor el emigrante es igual que vosotros. 16El mismo ritual y ceremonial observaréis vosotros y el emigrante residente entre vosotros>>.
17El Señor habló a Moisés:
18-Di a los israelitas: <<Cuando entréis en la tierra a la que os llevo 19y comáis su pan, ofreceréis en tributo al Señor, 20de la primera harina, una rosca como tributo de la era. 21Por todas vuestras generaciones daréis al Señor un tributo de vuestra primera harina.
22>>Cuando por inadvertencia descuidéis alguno de estos preceptos que el Señor ha dado a Moisés, 23es decir, lo que el Señor os ha mandado por medio de Moisés, desde el día de su promulgación y en adelante por todas vuestras generaciones: 24si es toda la comunidad la que ha faltado por inadvertencia, ofrecerá un holocausto, aroma que aplaca al Señor, un novillo con su ofrenda y su libación según el ceremonial y un macho cabrío en sacrificio expiatorio.
25>>El sacerdote expiará por toda la comunidad israelita y quedará perdonada, porque se trataba de una inadvertencia, y por ella han ofrecido la oblación y la víctima expiatoria al Señor. 26Quedará perdonada toda la comunidad israelita y también el emigrante que reside entre ellos, porque todo el pueblo fue la inadvertencia.
27>>Si es uno solo el que ha pecado por inadvertencia, ofrecerá un cabrito añal en sacrificio expiatorio. 28El sacerdote expiará por él en presencia del Señor, y quedará pedonado. 29La misma norma vale para el indígena israelita y para el emigrante residente entre ellos en casos de inadverntecia. 30Pero el indígena o emigrante que a conciencia provoque al Señor, será excluido de su pueblo. 31Por haber menospreciado la palabra del Señor y haber quebrantado sus preceptos, será excluido. Cargará con su culpa.

Violación del sábado

32Estando los israelitas en el desierto, sorprendieron a un hombre recogiendo leña en sábado. 33Se lo llevaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad. 34Lo arrestaron mientras se decidía lo que había que hacer con él. 
35El Señor dijo a Moisés:
-Ese hombre es reo de muerte. Que toda la comunidad lo apedree fuera del campamento.
36La comunidad lo sacó fuera del campamento y lo apedrearon hasta matarlo, como el Señor había mandado a Moisés.
37El Señor habló a Moisés:
38-Di a los israelitas: "Haceos borlas y cosedlas con hijo violeta a la franda de vuestros vestidos. 39Cuando las veáis, os recordarán los mandamientos del Señor y os ayudarán a cumplirlos sin ceder a los caprichos del corazón y de los ojos, que os suelen seducir. 40Así recordaréis y cumpliréis todos mis mandatos y viviréis consagrados a vuestro Dios. 41Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os sacó de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el Señor, vuestro Dios.


Explicación.



15 ¿Qué función desempeña aquí este capítulo? ¿Por qué lo ha metido aquí el autor como una cuña? Podemos conjeturar razones que nos ayuden en la lectura: a) Por el gusto de alternar, que preside todo el libro; después de unos relatos tensos, dramáticos, una pausa burocrática; b) Son preparativos para la vida en la tierra. Ocuparse de ellos tan minuciosamente, demuestra que se encara el futuro con esperanza. En la tierra habrá ocasión de agradecer al Señor tantos beneficios y perdones. El capítulo reúne unas cuantas disposiciones de orden cúltico y una ley penal con su relato de institución.


15,2-16 Esta ley se añade a las del Levítico sobre sacrificios. La ofrenda de animales es más propia de pastores, la de cereales y vino más propia de labradores: ya desde el tiempo de Caín y Abel (Gn 4). La ofrenda de cereales puede constituir un rito autónomo. Aquí aparecen como complemento de sacrificios de animales. Una carga más para los oferentes, que el autor define como cuadro de tarias. Véase Ez 46,5-14.

La unión de los tres elementos, animales y harina y vino consta en textos narrativos Ana 1 Sm 1,24; un grupo anónimo, 1 Sm 10,3; Ajaz 2  Re 16,13. De libaciones hablan otros muchos textos, incluso no legales: Jl 1,9.13; Is 57,6; a dioses extranjeros Jr 7,18; 19,13; 32.29; 44,17-19 Ez 20,28. Pablo usa la libación como metáfora de su muerte próxima (2 Tim 4,6).

El extranjero o emigrante se ha incorporado a la comunidad: participa de sus derechos y deberes.

15,17-21 Prácticamente constituye un caso especial de primicias, una especie de impuesto; lo mencionan Ez 44,30 y Neh 10,38. Lo usa como metáfora Pablo (Rom 11,16).

15,22-31 Sobre pecados por inadvertencia legisla ampliamente Lv 4-5. Quizá se refiera aquí a pecados cúlticos.

Lo más importante del pasaje es la oposición radical que establece el autor entre la inadvertencia y la transgresión "a conciencia": las primeras tienen remedio litúrgico, se "expía y se perdona"; la segunda, del individuo, lleva pena de excomunión. Véase la distinción de Sal 19,13-14: lo llama "arrogancia, pecado grave".

15,32-36 Quizá lo aduzca como ejemplo de pecado a conciencia. Es un caso legal presentado de forma narrativa, como Lv 24, 10-23. Se relata como novedad, sin precedente legal; tiene que decidir el Señor. El castigo, con participación de toda la asamblea, tiene fuerza de escarmiento. Su gravedad muestra la importancia que iba cobrando el sábado después del destierro.

15,37-41 La costumbre se registra en Dt 22,12 sin motivación. Contra el peligro de "inadvertencia" aquí se propone un remedio. Son cuatro borlas en las cuatro puntas. Su función no es decorativa; sirven de recordatorio constante de la ley contra deseos internos y codicia de lo que se ve, que extravían al hombre. La práctica externa se liga a lo central de la vida israelita: liberación, alianza, santidad. Los evangelios mencionan la práctica: Mt 9,20; Mc 6,56; Lc 8,14.

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