domingo, 13 de marzo de 2016

ÉXODO. CAPÍTULO 40.

Construcción y consagración del santuario


[A] Mandato del Señor



401El Señor habló a Moisés:

2-El día uno del mes primero instalarás el santuario de la tienda del encuentro: 3pondrás en él el arca de la alianza y la taparás con la cortina; 4meterás la mesa y colocarás en ella los panes; meterás el candelabro y encenderás las lámparas; 5pondrás el altar de oro del incienso delante del arca de la alianza, y colgarás la antepuerta del santuario; 6colocarás el altar de los holocaustos delante de la puerta del santuario de la tienda del encuentro; 7pondrás el barreño entre la tienda del encuentro y el altar, y le echarás agua; 8alrededor levantarás el atrio y pondrás la antepuerta de la entrada del atrio.
9<<Tomarás el aceite de la unción y ungirás el santuario y cuanto hay en él: lo consagrarás con todos sus utensilios y quedará consagrado. 10Ungirás también el altar de los holocaustos con todos sus utensilios, lo consagrarás y será sacrosanto. 11Ungirás también el barreño con su peana y lo consagrarás.
12>>Después mandarás acercarse a Aarón y a sus hijos a la puerta de la tienda del encuentro y los harás bañarse. 13Vestirás a Aarón los ornamentos sagrados, lo ungirás y lo consagrarás sacerdote mío. 14Después mandarás acercarse a sus hijos, y les vestirás la túnica; 15los ungirás como ungiste a su padre, para que sean mis sacerdotes. La unción les conferirá el sacerdocio perpetuo en todas sus generaciones>>.


[B] Ejecución de las órdenes (1 Re 7)



16Moisés hizo todo ajustándose a lo que el Señor le había mandado.

17El día uno del mes primero del segundo año fue instalado el santuario. 18Moisés instaló el santuario, colocó las basas, puso los tablones con sus trancas y plantó las columnas; 19montó la tienda sobre el santuario y puso la cubierta sobre la tienda, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 20Colocó el documento de la alianza en el arca, sujetó al arca los varales y la cubrió con la placa. 21Después la metió en el santuario y colocó la cortina de modo que tapase el arca de la alianza, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 22Colocó también la mesa en la tienda del encuentro, en la parte norte del santuario y fuera de la cortina. 23Sobre ella colocó los panes presentados al Señor, como se lo había ordenado el Señor a Moisés.
24Colocó el candelabro en la tienda del encuentro, en la parte sur del santuario, frente a la mesa; 25encendió las lámparas en presencia del Señor, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 26Puso el altar de oro en la tienda del encuentro, frente a la cortina, 27y quemó sobre él el incienso del sahumerio, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 28Después colocó la antepuerta del santuario de la tienda del encuentro, y sobre él ofreció el holocausto y la ofrenda, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 30Colocó el barreño entre la tienda del encuentro y el altar, y echó agua para las abluciones. 31Moisés, Aarón y sus hijos se lavaban manos y pies 32cuando iban a entrar en la tienda del encuentro para acercarse al altar, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
33Alrededor del santuario y del altar levantó el atrio, y colocó la antepuerta a la entrada del mismo. Y así acabó la obra de Moisés.

[C] La gloria de Dios (1 Re 8,10s; Ez 43,1-5; Mal 2,7-9)

34Entonces la nube cubrió la tienda del encuentro, y la gloria del Señor llenó el santuario.
35Moisés no pudo entrar en la tienda del encuentro, porque la nube se había apostado sobre ella y la gloria del Señor llenaba el santuario.
36Cuando la nube se alzaba del santuario, los israelitas levantaban el campamento en todas las etapas. 37Pero cuando la nube no se alzaba, los israelitas esperaban hasta que la nube se alzase. 38De día la nube del Señor se posaba sobre el santuario, y de noche el fuego, en todas sus etapas, a la vista de toda la casa de Israel.

Explicación.

40,1-33 Terminada la fabricación, llega la etapa final de montar las piezas y colocar cada objeto en su lugar. En medio, como una cuña, se mencionan unción y consagración.

40,34-35 Terminado y consagrado el recinto, el Señor baja a tomar posesión de él con su presencia sin imagen, con su gloria. La gloria que estaba en la montaña se traslada con la nube al santuario: se acaba la función profética de Moisés y empieza su nueva función sacerdotal.

ÉXODO. CAPÍTULO 39.

Ornamentos sagrados (Ex 28,1-5)


391Confeccionaron los ornamentos sagrados para el servicio del santuario en púrpura violácea, roja y escarlata, y lino torzal. Y del mismo material hicieron los ornamentos sagrados de Aarón, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.



[A] Efod (Ex 28,6-14)



2Hicieron el efod de oro, púrpura violácea, roja y escarlata y lino torzal. 3Hicieron panes de oro, los cortaron en hilos y los bordaron en la púrpura violácea, roja y escarlata, y en el lino torzal. 4Hicieron también dos barreras unidas por los extremos. 5El cíngulo para sujetar el efod arrancaba de él y era de la misma labor; de oro, púrpura y violácea, roja y escarlata y lino torzal, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 6Engastaron las piedras de ónice en filigrana de oro y grabaron en ellas, como en un sello, los nombres de las tribus israelitas. 7Las aplicaron a las hombreras del efod: piedras recordatorio de los israelitas, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.



[B] Pectoral (Ex 28,15-30)



8Hizo artísticamente el pectoral, de la misma labor que el efod: oro, púrpura violácea, roja y escarlata y lino torzal. 9Era deoble y cuadrado, un palmo de largo por uno de ancho. 10Engastaron en él cuatro filas de piedras: en la primera, carnelita, topacio y azabache; 11en la segunda fila, esmeralda, zafiro y diamante; 12en la tercera fila, jacinto, ágata y amatista; 13en la cuarta fila, topacio, ónice y jaspe. Las guarniciones de pedrería iban engastadas en filigrana de oro. 14Pusieron doce piedras, como el número de las doce tribus israelitas. Cada piedra llevaba grabado, como un sello, el nombre de una de las doce tribus.

15Hicieron además para el pectoral cadenas de oro de ley, trenzadas como cordones; 16dos engastes de oro y dos anillas de oro, que sujetaron a los dos extremos del pectoral. 17Pasaron los dos cordones de oro por las dos anillas del pectoral 18y unieron los dos cabos de los cordones a las dos filigranas, y los fijaron en las hombreras del efod por la parte delantera.
19Hicieron otras dos anillas de oro y las colocaron en los dos extremos del pectoral, en el borde inferior que toca el efod. 20Y otras dos anillas de oro, que fijaron en la parte interior y delantera de las hombreras del efod, junto al empalme y más arriba del cíngulo del efod. 21Con un cordón de púrpura violácea sujetaron las anillas del pectoral coon las del efod, de modo que quedara sobre el cíngulo del efod y no pudiera desprenderse el pectoral del efod, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.


[C] Manto (Ex 28,31-35)



22Hizo el manto del efod todo él de púrpura violácea. 23Tenía arriba una abertura en el centro, reforzada alrededor con un dobladillo, como la abertura de un coselete, para que no se rasgara. 24En la orla del manto, todo alrededor, pusieron granadas de púrpura violácea, roja y escarlata, 25y alternando con ellas, cascabeles de oro: 26cascabel y granada todo alrededor. Se usaba para oficiar, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.



[D] Otros vestidos (Ex 28,40-43)



27Para Aarón y sus hijos hicieron túnicas tejidas en lino, 28turbantes y birretas con adornos, y calzones de lino torzal. 29Las bandas en lino torzal, púrpura violácea, roja y escarlata, recamadas, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.



[E] La flor de oro (Ex 28,36-39)



30Hicieron de oro de ley la flor de la diadema santa, y grabaron en ella, como en un sello: "Consagrado al Señor". 31La sujetaron al turbante por su parte superior, con un cordón de púrpura violácea, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 32Así terminaron los trabajos del santuario y de la tienda del encuentro. Los israelitas los hicieron ajustándose a lo que el Señor había ordenado a Moisés.



[F] Presentación de la obra a Moisés



33Le presentaron a Moisés el santuario, la tienda y todos sus utensilios: corchetes, tablones, trancas, columnas y basas. 34La cubierta de pieles de carnero curtidas, la cubierta de pieles de marsopa y la cortina de la antepuerta. 35El arca de la alianza con varales y placa. 36La mesa con sus utensilios y los panes presentados. 37El candelabro de oro puro, con sus lámparas en orden, sus utensilios y el aceite de las lámparas. 38El altar de oro y el aceite de la unción y del sahumerio y la antepuerta de la tienda. 39El altar de bronce con su rejilla, varales y demás utensilios; el barreñó con su peana. 40Los cortinones del atrio con columnas y basas; la antepuerta de la entrada del atrio con cuerdas, estacas y demás utensilios del servicio del santuario de la tienda del encuentro. 41Los ornamentos sagrados para oficiar en el santuario, los ornamentos que el sacerdote Aarón y sus hijos usaban para oficiar.

42Los israelitas hicieron todos los trabajos ajustándose a lo que el Señor había ordenado a Moisés. 43Moisés examinó toda la labor, comprobó que se ajustaban a lo ordenado por el Señor, y les dio la bendición.


Explicación.



39,21 Omite la mención de los urim y tummim de las suertes.


39,32-42 Se escuchan resonancias verbales y temáticas de la creación: el "terminar las tareas", hacer todo, el "examinar" y aprobar de Moisés, la bendición. Conviene subrayar las diferencias: en la creación Dios manda y hace, aquí Moisés y los artesanos trabajan; Dios de la nada, los artesanos de las ofrendas; Dios veía que era bueno, Moisés comprueba que se ajusta a las órdenes recibidas. Tales correspondencias sugieren que la fabricación del mundo cúltico imita la creación del universo. Y el personaje central de este universo será el sumo sacerdote.

ÉXODO. CAPÍTULO 38.

[A] Altar de los holocaustos (Ex 27,1-8)

381Hizo el altar de los holocaustos de madera de acacia; medía dos metros y medio de largo por dos y medio de ancho, era cuadrado y medía metro y medio de alto. 2En las cuatro esquinas hizo unos salientes que arrancaban de él y los revistió de bronce. 3También hizo de bronce todos los utensilios del altar: calderos, paletas, aspersorios, trinchantes y braseros.
4Hizo también para el altar un enrejado de bronce, y lo colocó bajo los rebordes de modo que bajara hasta media altura del altar. 5Soldó cuatro anillas a los cuatro ángulos del enrejado de bronce para meter por ellas los varales. 6Hizo los varales de madera de acacia y los revistió de bronce. 7Los metió por las anillas de los dos lados del altar para transportarlo. Hizo el altar hueco yd e tablas.
8Hizo de bronce el barreño y su peana con los espejos de las mujeres que servían a la entrada de la tienda del encuentro.

[B] El atrio del santuario (Ex 27,9-19)

9Así hizo el atrio: en el lado sur puso unos cortinones de lino torzal, en una longitud de cincuenta metros. 10Las veinte columnas y basas eran de bronce, las escarpias de las columnas y los filetes eran de plata. 11En el lado norte puso cortinones en una longitud de cincuenta metros, colgados de veinte columnas con sus basas de bronce; las escarpias y los filetes de las columnas eran de plata. 12En el lado de poniente puso cortinones en una anchura de veinticinco metros, con diez columnas y diez basas; las escarpias y los filetes de las columnas eran de plata. 13El lado de levante tenía una anchura de veinticinco metros, 14a ambos lados de la entrada del atrio puso cortinones de siete metros y medio, 15con tres columnas y tres basas.
16Todos los cortinones que rodeaban el atrio eran de lino torzal. 17Las basas de las columnas eran de bronce; las escarpias y filetes, de plata. Revistió de plata los capiteles, y todas las columnas del atrio llevaba filetes de plata. 18La antepuerta del atrio era de púrpura violácea, roja y escarlata y lino torzal, y estaba recamada. Medía diez metros de largo por dos y medio de alto, lo mismo que los cortinones del atrio. 19Colgaba de cuatro columnas, con sus basas de bronce; las escarpias eran de plata. Y revistió de plata los capiteles y los filetes. 20Todas las estacas que rodeaban el atrio del santuario eran de bronce.

[C] Gastos

21Estos son los gastos de la construcción del santuario de la alianza, que registraron los levitas por orden de Moisés y bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
22Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, hizo todo lo que  el Señor había ordenado a Moisés. 23Le ayudó Ohliab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, artesano, dibujante y bordador en púrpura violácea, roja y escarlata, y en lino.
24El total de oro empleado en la construcción del santuario, oro de la ofrenda agitada ritualmente, fue de ochocientos setenta y ocho kilos (peso del templo). 25La plata de los registrados de la asamblea fue tres mil dieciocho kilos (pero del templo). 26Cinco gramos de plata (peso del templo) por cada uno de los registrados en el censo, de veinte años para arriba, o sea, seiscientos tres mil quinientos cincuenta hombres. 27Tres mil kilos de plata se emplearon en la fundición de las basas del templo y de la cortina, a razón de treinta kilos por basa. 28Con los dieciocho kilos restantes se hicieron las escarpias y los filetes de las columnas y se revistieron los capiteles. 29El bronce de la ofrenda agitada ritualmente pesó dos mil ciento veinticuatro kilos. 30Se empleó en hacer las basas de la entrada de la tienda del encuentro, el altar de bronce con su rejilla y todos los utensilios del altar, 31las basas del atrio y de su puerta, todas las estacas del santuario y las del atrio.

Explicación.

38,1 Por los materiales empleados, hay que dar preferencia al altar del incienso.

38,21-31 El cómputo total de gastos es elemento nuevo.

ÉXODO. CAPÍTULO 37.

[A] El arca (Ex 25,10-20)

371Besalel hizo el arca de madera de acacia, de ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho y setenta y cinco de alto. 2La revistió de oro de ley por dentro y por fuera, y le aplicó alrededor un listón de oro. 3Fundió oro para hacer cuatro anillas, que colocó en los cuatro ángulos, dos acada lado.
4Hizo también unos varales de madera de acacia y los revistió de oro. 5Metió los varales por las anillas laterales del arca para poder transportarla.
6Hizo también una placa de oro de ley de ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho. 7En sus dos extremos hizo dos querubines cincelados en oro: 8cada uno arrancado de un extremo de la placa 9y cubriéndola con las alas extendidas hacia arriba. Estaban uno frente a otro, mirando al centro de la placa.

[B] La mesa de los panes presentados (Ex 25,23-30)

10Hizo la mesa de madera de acacia, de un metro de largo por cincuenta centímetros de ancho y setenta y cinco de alto. 11La revistió de oro de ley y le aplicó alrededor un listón de oro. 12Le puso alrededor una abrazadera de un palmo, y alrededor de la abrazadera un listón de oro. 13Fundió oro para hacer cuatro anillas, y las colocó en los ángulos de las cuatro patas. 14Sujetó las anillas a la abrazadera, y por ellas se metían los varales para transportar la mesa.
15Hizo también varales de madera de acacia y los revistió de oro: con ellos se trasnportaba la mesa.
16Hizo también los utensilios de la mesa: fuentes, bandejas, jarras y copas para la libación, todo de oro de ley.

[C] El candelabro (Ex 25,31-40)

17Hizo el candelabro de oro de ley, todo cincelado; de él arrancaban base, fuste, cálices y corolas. 18De sus lados arrancaban seis brazos, tres a cada lado. 19Cada brazo tenía tres copas, como de flor de almendro, con cálices y corolas: eran iguales los seis brazos que arrancaban del candelabro. 20El candelabro tenía cuatro copas, como flores de almendro, con cálices y corolas. 21Un cáliz debajo de cada pareja de brazos del candelabro: los seis brazos del candelabro eran iguales. 22Cálices y fustes arrancaban de él, todos por igual, cincelados en oro de ley. 23Hizo las siete lámparas, con sus despabiladeras y ceniceros de oro de ley. 24Empleo treinta kilos de oro para hacer el candelabro y sus utensilios.

[D] El altar del incienso (Ex 30,1-10)

25Hizo el altar del incienso de madera de acacia. Era cuadrado, de cincuenta centímetros de largo por cincuenta de ancho por un metro de alto. De él arrancaban los salientes. 26Revistió de oro de ley la parte superior, los cuatro lados y los salientes. Alrededor le aplicó un listón de oro. 27Bajo éste, en los rebordes de dos lados opuestos, puso dos anillas de oro, por las cuales se metían los varales para transportar el altar. 28Hizo también los varales de madera de acacia y los revistió de oro.
29Hizo también el aceite de la unción santa y el incienso puro del sahumerio, según receta de perfumista.

ÉXODO. CAPÍTULO 36.

[A] Obras del santuario

361Besalel, Ohliab y todos los artesanos a quienes el Señor había dotado de habilidad y destreza para ejecutar los diversos trabajos del santuario realizaron lo que el Señor había ordenado.
2Moisés convocó a Besalel, Ohliab y a todos los artesanos a quienes el Señor había dotado de habilidad y que estaban dispuestos a colaborar en la ejecución del proyecto, 3y les entregó personalmente todos los tributos aportados por los israelitas para ejecutar los diversos trabajos del santuario. Los israelitas continuaban llevando ofrendas voluntarias todas las mañanas. 4Un día los artesanos que trabajaban en el santuario dejaron sus trabajos, y fueron a decir a Moisés:
-El pueblo trae más de lo que se necesita para llevar a cabo los diversos trabajos que el Señor ha ordenado.
6Moisés mandó echar un bando por el campamento: "Que nadie, ni hombre ni mujer, prepare y traiga más tributos al santuario". 7Y el pueblo cesó de llevarlos. Lo aportado era más que suficiente para realizar las obras.

[B] El santuario (Ex 26,1-14)

8Todos los artesanos que colaboraban hicieron el santuario con diez lonas de lino torzal de púrpura violácea, roja y escarlata, y en ellas bordaron querubines. 9Cada lona medía catorce metros de largo por dos de ancho: todas de la misma medida. 10Empalmaron las lonas en dos series de a cinco cada una, 11y en cada uno de los bordes de las dos series pusieron unas presillas de púrpura violácea: 12cincuenta en el borde de la primera y otras cincuenta en el borde de la segunda, de modo que se correspondían. 13Hizo también cincuenta corchetes de oro y unió con ellos las lonas, de modo que el santuario formase una unidad. 14Tejió también once piezas en pelo de cabra para que sirvieran de tienda al santuario. 15Cada lona medía quince metros de largo por dos de ancho: las once de la misma medida. 16Empalmó cinco lonas por un lado y seis por el otro. 17Puso cincuenta presillas en los bordes de cada serie de lonas empalmadas. 18Hizo también cincuenta corchetes de bronce para cerrar la tienda y formar así una unidad. 19Hizo además para la tienda una cubierta de pieles de carnero curtidas y una sobrecubierta de pieles de marsopa.
20Hizo unos tablones de madera de acacia para el santuario y los colocó verticalmente. 21Cada tablón medía cinco metros de largo por setenta y cinco centímetros de ancho, 23y llevaba dos espigas para ensamblarse con los contiguos. 23Colocó así los tablones del santuario: en la parte sur, veinte tablones, 24y bajo ellos cuarenta basas de plata, dos por tablón, para las espigas. 25En el segundo lado, al norte, otros veinte tablones, 26con sus cuarenta basas, dos por tablón. 27En el fondo del santuario, al poniente, seis tablones de frente 28y dos formando los ángulos. 29Parejos por abajo y perfectamente unidos por arriba hasta la primera anilla. Los dos tablones formaban así los ángulos del fondo de la morada. 30En total, ocho tablones con dieciséis basas, dos por tablón. 31Hizo también cinco trancas de madera de acacia para los tablones de cada lado 32y cinco para el lado del fondo, al poniente. 33La tranca central, a media altura de los tablones, atravesaba de un extremo a otro. 34Hizo de oro las anillas, por donde pasaban las trancas, y revistió de oro los tablones y las trancas.

[C] Cortina y antepuerta (Ex 26,31-37)

35Hizo una cortina de púrpura violácea, roja y escarlata y lino torzal, y bordó en ella querubines. 36La colgó de cuatro columnas de madera de acacia, revestidas de oro y provistas de escarpias doradas. Y fundió cuatro basas de plata.
37Hizo también una antepuerta para la tienda, de púrpura violácea, roja y escarlata y lino torzal, recamada, 38y cinco columnas provistas de escarpias. Revistió de oro sus capiteles y filetes, y de bronce las cinco basas.

Explicación.

36,1-7 Es posible que el autor desee estimular a sus coetáneos con el ejemplo de los antepasados. Hay que contrastar estos dones generosos con los ofrecidos a Aarón para fabricar el becerro.

ÉXODO. CAPÍTULO 35.

OBRAS DEL SANTUARIO


[A] El sábado (Ex 31,12-17)



351Moisés convocó a toda la asamblea de los israelitas y les dijo:

2-Esto es lo que el Señor os manda hacer: Durante seis días haréis vuestras tareas, pero el séptimo es el día de descanso solemne dedicado al Señor. El que trabaje en él es reo de muerte. 3Ese día no haréis lumbre en ninguno de vuestros poblados.


[B] Colecta de materiales (Ex 25,2-7)



4Moisés dijo a toda la asamblea  de los israelitas:

5-Estas son las órdenes del Señor: de vuestros bienes ofreced un tributo al Señor; todo hombre generoso ofrecerá en tributo al Señor oro, plata y bronce, 6púrpura violácea, roja y escarlata, lino y pelo de cabra, 7pieles de marsopa y madera de acacia, 8aceite para la lámpara, perfumes para la unción y para el sahumerio, 9piedras de ónice y de engaste para el efod y el pectoral. 10Los artesanos, que se presenten para hacer lo que manda el Señor: 11el santuario con su tienda y cubierta, corchetes y tablones, trancas, columnas y basas, 12el arca con sus varales, la placa y la cortina que la tapa, 13la mesa con sus varales y todos sus utensilios, los panes presentados, 14el candelabro con las lámparas, con sus utensilios y el aceite, 15el altar del incienso con sus varales, el aceite de la unción, el incienso del sahumerio y la antepuerta colocada a la entrada del santuario, 16el altar de los holocaustos con su enrejado de bronce, sus utensilios y varales, el barreño con su peana, 17los cortinones del atrio con sus columnas y basas y la antepuerta de la entrada del atrio, 18las estacas de la morada, las estacas del atrio con sus cuerdas, 19los ornamentos sagrados para las funciones del santuario, los ornamentos sagrados del sacerdote Aarón y los de sus hijos para oficiar.
20Entonces toda la asamblea de los israelitas se retiró, 21y todos los hombres generosos que se sentían animados llevaron tributos al Señor para las obras de la tienda del encuentro, para su culto y para las vestiduras sagradas. 22Acudieron hombres y mujeres y entregaron generosamente hebillas, pendientes, anillos, pulseras y toda clase de objetos de oro, y cada uno lo agitaba ritualmente ante el Señor. 23Los que poseían púrpura violácea, roja o escarlata, lino, perlo de cabra, pieles de carnero curtidas y pieles de marsopa lo llevaron. 24Los que deseaban ofrecer tributo de plata y bronce se lo llevaron al Señor, y los que poseían maderas de acacia, las llevaban para los diversos usos. 25Las mujeres hábiles en el oficio hilaron y llevaron las labores en púrpura violácea, roja, escarlata y en lino. 26Todas las mujeres hábiles y dispuestas a ayudar tejieron el pelo de cabra. 27Los jefes llevaron las piedras de ónice y de engaste para el efod y el pectoral, 28los perfumes, el aceite de la lámpara, el aceite de la unción y el incienso del sahumerio. 29Los hombres y mujeres israelitas que se sentían con generosidad para contribuir a las diversas tareas que el Señor había mandado hacer a Moisés llevaban su aportación voluntaria al Señor.


[C] Artesanos del santuario (Ex 31,2-6)



30Moisés dijo a los israelitas:

-El Señor ha escogido a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, 31y lo ha colmado de dotes sobrehumanas, de sabiduría, de destreza y de habilidad para su oficio, 32para que proyecte y labre oro, plata y bronce; 33para que talle piedras y las engaste; para que talle madera, y para las demás tareas. 34También le ha dado talento para enseñar a otros, lo mismo que a Ohliab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. 35Los ha dotado de habilidad para realizar cualquier clase de labores: bordar en púrpura violácea, roja o escarlata y en lino; para realizar cualquier clase de labores y hacer proyectos.


Explicación.



35-40 En estos capítulos se cuenta la ejecución del proyecto de santuario presentado en 25-31. Son en gran parte una repetición literal, con omisiones, adiciones y cambios de posición. No es fácil dar razón de todos los cambios. Algunos son lógicos, como la colocación de los objetos en sus puestos respectivos. Las omisiones más notables son: no se menciona el "modelo" o maqueta mostrando a Moisés, sólo se insiste en las instrucciones verbales de Dios. Desaparece también la mención del "encuentro" o cita con Dios.


35,1-3 De nuevo el tiempo sagrado aparece vinculado al espacio sagrado. Colocado en este puesto, el mandato mira hacia delante. Va a comenzar una etapa de gran actividad para fabricar el lugar y el ajuar del culto: el trabajo debe respetar el precepto del sábado. Pero el texto habla además de "poblados", saliéndose de la situación del desierto. El precepto sobre el fuego es nuevo y único en el AT: hacer lumbre no era tarea simple en aquellos tiempos.

35,4-29 Con el recurso de las enumeraciones muestra el autor el sentido popular de la empresa y la generosidad de hombres y mujeres, jefes y artesanos. Se puede hablar de voluntariado. Basta leer por encima este párrafo para comprobar que no encaja en el desierto.

35,30-35 En la sección sobre los artesanos añade un detalle interesante: Dios le ha dado talento "para enseñar" a otros el oficio, como si fuera fundador de un gremio. Leemos una interesante presentación de la hokma y sinónimos como artesanía unida a la función sapiencial de enseñar (es diversa la concepción de Eclo 38-39).

ÉXODO. CAPÍTULO 34.

Nueva alianza. Pasa la gloria

341El Señor ordenó a Moisés:
-Lábrate dos losas de piedra como las primeras: yo escribiré en ellas los mandamientos que había en las primeras, las que tú rompiste. 2Prepárate para mañana, sube al amanecer al monte Sinaí y espérame allí, en la cima del monte. 3Que nadie suba contigo ni asome nadie en todo el monte, ni siquiera las ovejas y vacas pastarán en la ladera del monte.
4Moisés labró dos losas de piedra como las primeras, madrugó y subió al amanecer al monte Sinaí, según la orden del Señor, llevando en la mano dos losas de piedra. 5El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor.
6El Señor pasó ante él proclamando: el Señor, el Señor, el Dios compasivo y clemente, paciente, misericordioso u fiel, 7que conserva la misericordia hasta la milésima generación, que perdona culpas, delitos y pecados, aunque no deja impune y castiga la culpa de los padres en los hijos, nietos y bisnietos.
8Moisés, al momento, se inclinó y se echó por tierra. 9Y le dijo:
-Si gozo de tu favor, venga mi Señor con nosotros, aunque seamos un pueblo testarudo; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya.
10Respondió el Señor:
-Yo voy a hacer un pacto. En presencia de tu pueblo haré maravillas como no se han hecho en ningún país ni nación; así, todo el pueblo que te rodea verá la obra impresionante que el Señor va a realizar contigo. 11Cumple lo que yo te mando hoy, y te quitaré de delante a amorreos, cananeos, hititas, fereceos, heveos y jebuseos. 12No hagas alianza con los habitantes del país donde vas a entrar, porque sería un lazo para ti. 13Derribarás sus altares, destrozarás sus estelas, talarás sus árboles sagrados.

Nuevo decálogo (Ex 20; Dt 5)

14<<No te postres ante dioses extraños, porque el Señor se llama Dios celoso, y lo es. 15No hagas alianza con los habitantes del país, porque se prostituyen con sus dioses, y cuando les ofrezcan sacrificios te invitarán a comer de las víctimas. 16Ni tomes a sus hijas por mujeres para tus hijos, pues cuando sus hijas se prostituyan con sus dioses, prostituirán a tus hijos con sus dioses.
17>>No te hagas estatuas de dioses. 18Guarda la fiesta de los ázimos: comerás ázimos durante siete días por la fiesta del mes de abril, según te mandé, porque en ese mes saliste de Egipto. 19Todas las primeras crías machos de tu ganado me pertenecen, sean terneros o corderos. 20La primera cría del borrico la rescatarás con un cordero, y si no la rescatas, la desnucarás. A tu primogénito lo rescatarás, y nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
21>>Seis días trabajarás y al séptimo descansarás; durante la siembra y la siega descansarás. 22Celebra la fiesta de las semanas al comenzar la siega del trigo y la fiesta de la cosecha al terminar el año. 23Tres veces al año se presentarán todos los varones al Señor, Dios de Israel. 24Cuando desposea a las naciones a tu llegada y ensanche tus fronteras, si subes a visitar al Señor, tu Dios, tres veces al año, nadie codiciará tu tierra.
25>>´No ofrezcas nada fermentado con la sangre de mis víctimas. De la víctima de la Pascua no quedará nada para el día siguiente. 26Ofrece en el templo del Señor, tu Dios, las primicias de tus tierras. No cocerás el cabrito en la leche de la madre>>.
27El Señor dijo a Moisés:
-Escríbete estos mandatos. A tenor de estos mandatos hago alianza contigo y con Israel.
28Moisés pasó allí con el Señor cuarenta días con sus cuarenta noches: no comió pan ni bebió agua, y escribió en las losas las cláusulas del pacto, los diez mandamientos.

La gloria de Moisés. (2 Cor 3-4)


29Cuando Moisés bajó del monte Sinaí llevaba las dos losas de la alianza en la mano; no sabía que tenía radiante la cara de haber hablado con el Señor. 30Pero Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la cara radiante, y no se atrevieron a acercarse a él. 31Cuando Moisés los llamó, se acercaron Aarón y los jefes de la comunidad, y Moisés les habló. 32Después se acercaron todos los israelitas, y Moisés les comunicó las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí. 33Y cuando terminó de hablar con ellos, se echó un velo por la cara.
34Cuando Moisés acudía al Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida. Cuando salía, comunicaba a los israelitas lo que le habían mandado. 35Los israelitas veían la cara radiante, y Moisés se volvía a echar el velo por la cara, hasta que volvía a hablar con Dios.

Explicación.

34,1-5a.9b-13.14-29 Empieza la renovación de la alianza quebrantada, a la que pertenecen (1-5a). Tres elementos sirven de enlace con lo anterior: la actitud del pueblo, 3 (19,12), la intercesión por el pecado, 9 (32,7-14), las losas escritas, rotas y reemplazadas, 4.28 (32,19). La subida y bajada de Moisés enmarcan toda la narración de la alianza en el Sinaí. No se menciona un rito; quizá se da por sabido.

34,1-5a Los nuevos mandatos no coinciden plenamente con los anteriores de 20 y 23,14-19; los suponen. Esta vez Moisés ha de fabricar las losas y el Señor escribirá de nuevo. No acude a la tienda del encuentro, sino que sube de nuevo a la montaña.

34,5b-8 Al desplazar aquí estos versos, se los hace desempeñar la función de teofanía introductoria de la alianza. Pero el texto desborda dicha función. Habla Dios mismo, pronunciando un texto litúrgico, síntesis de revelación. (Paralelos: Sal 86,15; 103,8; 145,8; Jl 2,13; Jon 1,14; Neh 9,17; etc).

Moisés escucha la voz de Dios, que se presenta por su nombre y enuncia sus cualidades. Al final verá un dorso que se aleja: es la revelación del misterio. Forma que elude su rostro, cercanía ofrecida en el alejarse, siempre incitante e inalcanzable. "A Dios nadie lo ha visto nunca" (Jn 1,18). Debe compararse con la lucha de Jacob (Gn 32) y la visión de Elías en el Horeb (1 Re 19): tres grandes símbolos del ansia humana por penetrar el misterio de Dios.

El Señor describe para Moisés, para el hombre su modo de ser y actuar. No menciona aquí la omnipotencia ni la omnisciencia, tampoco la justicia. Menciona cualidades que engloban y superan la relación de alianza. Por pura misericordia accede el Señor a renovar una alianza quebrada por la otra parte. Los capítulos 19-20 necesitan estos tres versos.

34,9 La intercesión de Moisés sirve para preparar la alianza: la desea y acepta por adelantado, "tómanos como heredad tuya".

34,12 Dt 7,1-6.

34,11-13.15-16 El primer mandato engloba todos los demás; se desarrolla en forma parenética (cfr. Dt 7). El contexto de la entrada en una tierra habitada condiciona este grupo de prohibiciones. La alianza religiosa con el Señor excluye toda alianza política o familiar con los habitantes de Canaán. Emparentar y convivir pacíficamente con esos habitantes sería peligro insuperable de quebrantar el primer mandamiento. Los israelitas caerían en la idolatría, que es una manera de prostitución o infidelidad al Señor.

34,14.17-26 La cuenta  de los mandamientos es dudosa. El primero y segundo (14 y 17) son repetición del decálogo: imponen un culto al Señor exclusivo y sin imágenes. Tercero y cuarto (18-20): ázimos y primogénitos; quinto (21) el sábado en una cultura agraria; sexto (22-24) fiestas anuales; séptimo y octavo (25): la pascua separada de los ázimos; nono y décimo (26-27) ofrendas y primicias.

34,29-35 Moisés se ha expuesto a la luminosidad esplendente, la gloria del Señor, y la luz lo ha transfigurado sin que él se dé cuenta. Su rostro se ha vuelto luminoso, con luz reflejada. En esa radiación luminosa reconocen los israelitas un reflejo de la gloria del Señor. Todo lo que él dice es resonancia de Dios, del mismo modo que su luminosidad es reflejo de Dios. El esplendor es como un halo que enmarca el oráculo y al mediador. Ese fenómeno se repetirá, no ya en la montaña, sino en la tienda del encuentro. Véanse Sal 34,6, invitación a toda la comunidad, y la aplicación al apóstol de 2 Cor 3,7-18; 4,1-4.

Esta sección clausura la última bajada del Sinaí y todas las otras.



ÉXODO. CAPÍTULO 33.

El Señor en el camino

331El Señor dijo a Moisés:
-Anda, marcha desde aquí con el pueblo que sacaste de Egipto a la tierra que prometí a Abrahán, Isaac y Jacob que se le daría a su descendencia. 2Enviaré por delante mi ángel para que expulse a cananeos, amorreos, hititas, fereceos, heveos y jebuseos; 3a una tierra que mana leche y miel. Pero yo no subiré entre vosotros, porque sois un pueblo testarudo y os aniquilaría en el camino.
4Al oír el pueblo palabras tan duras, guardó luto y nadie se puso sus joyas.
5El Señor había dicho a Moisés:
-Di a los israelitas: Sois un pueblo testarudo; en un momento que os acompañara yo, os aniquilaría; ahora quitaos las joyas que lleváis, y ya veré lo que hago con vosotros.
6Los israelitas se desprendieron de sus joyas a partir del monte Horeb.

En la tienda del encuentro (Ex 34,29-35)

7Moisés levantó la tienda de Dios y la plantó fuera, a distancia del campamento, y la llamó "Tienda del Encuentro". El que tenía que consultar al Señor, salía fuera del campamento y se dirigía a la tienda del encuentro. 8Cuando Moisés salía en dirección a la tienda, todo el pueblo se levantaba y esperaba a la entrada de sus tiendas, siguiendo con la vista a Moisés, hasta que entraba en la tienda; 9en cuanto él entraba, la columna de nube bajaba y se quedaba a la entrada de la tienda, mientras el Señor hablaba con Moisés. 10Cuando el pueblo veía la columna de nube parada a la puerta de la tienda, se levantaba y se prosternaba cada uno a la entrada de su tienda.
11El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un amigo. Después él volvía al campamento, mientras que Josué, hijo de Num, su joven ayudante, no se apartaba de la tienda.

Moisés suplica al Señor

12Moisés dijo al Señor:
-Mira, tú me has dicho que guíe a este pueblo, pero no me has comunicado a quién me das como auxiliar, y, sin embargo, dices que me tratas personalmente y que gozo de tu favor; 13pues si gozo de tu favor, enséñame el camino, y así sabré que gozo de tu favor; además, ten en cuenta que esta gente es tu pueblo.
14Respondió el Señor:
-Yo en persona iré caminando para llevarte al descanso.
15Replicó Moisés:
16-Si no vienes en persona, no nos hagas salir de aquí. Pues ¿en qué se conocerá que yo y mi pueblo gozamos de tu favor sino en el hecho de que vas con nosotros? Esto nos distinguirá a mí y a mi pueblo de los demás pueblos de la tierra.
17El Señor le respondió:
-También esa petición te la concedo, porque gozas de mi favor y te trato personalmente.

La gloria del Señor (1 Re 19,11-13)

18Entonces él pidió:
-Enséñame tu gloria:
19Le respondió:
-Yo haré pasar ante ti toda mi riqueza y pronunciaré ante ti el nombre "Señor", porque yo me compadezco de quien quiero y favorezco a quien quiero; 20pero mi rostro no lo puedes ver, porque nadie puede verlo y quedar con vida.
21Y añadió:
22-Ahí, junto a la roca, tienes un sitio donde ponerte; cuando pase mi gloria te meteré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi palma hasta que haya pasado, 23y cuando retire la mano podrás ver mi espalda, pero mi rostro no lo verás.

Explicación.

33-34 Bajo el título general de la presencia de Dios, estos dos capítulos recogen varias tradiciones de capital importancia, además de concluir el tema de la alianza quebrantada y renovada. Presencia de Dios en el camino, en la nube, en la tienda, en la montaña. Sobre todo, presencia de Dios en la profunda experiencia del hombre.

Colocados aquí, estos relatos añaden una dimensión de profundidad y altura a las fórmulas jurídicas de la alianza. Desde el comienzo en el desierto hay elegidos que alcanzan un plano superior de relación con Dios. Esa relación personal, que se presenta como privilegio, servirá de ejemplo y hasta se ofrecerán otros miembros del pueblo.

Esos capítulos podrían definirse como el encuentro incomparable de Moisés con el Señor: excepcional respecto al resto del pueblo. Moisés, solidarizado con su pueblo, se remonta ahora por encima de todos, hacia la cercanía divina, para volver después radiante de luz divina.

Pero el autor, preocupado por recoger tradiciones sobre el personaje o el viaje, no ha sabido organizarlas con cierto orden narrativo. Si fuera un narrador moderno, podríamos decir que adopta un montaje paralelo. Siendo un autor antiguo, diríamos que nos ofrece una antología en vez de una narración, y que pudo dejarnos un texto menos escarpado. P. ej:

a) 33,1-6.12-17 + 34,9.

b) 33,7-11 * 34,29-35.; 33,18-23 + 34,6-8.

c) 34,1-5.9-28.

Puede hacerse la prueba de copiarlo y leerlo en dicha sucesión. En la explicación seguiré el orden (o desorden) del texto.

Propongo la siguiente división: a consecuencia del pecado, Dios se aleja de los caminantes (33,1-6, sigue en 12-17); Moisés y Dios en la tienda del encuentro (7-11, se completa en 34,29-35); súplica de Moisés para que Dios los acompañe en el camino (12-17); Moisés pide ver la gloria de Dios (18-23, continúa en 34,6-8); preparativos para renovar la alianza (34,1-5, sigue en 34,9); revelación de Dios a Moisés (34,6-8); súplica de Moisés (34,9); respuesta de Dios con mandatos para renovar la alianza (10-28), incluido un nuevo decálogo (14-26); la gloria de Moisés (29-35).

33,1 Sinaí y la alianza han sido la gran pausa en el camino de la liberación. Hay que abandonar la montaña sagrada, desarraigarse y continuar la mitad del camino que falta, hacia la tierra prometida. La promesa antigua sigue moviendo la historia hacia su cumplimiento: con razón ha invocado Moisés el recuerdo de los patriarcas. Nm 10,13.

33,2-6 Pero el pueblo ha pecado y no ha cambiado de condición; por eso el Señor se distancia y envía un sustituto (23,20-23): un ángel que manifiesta su condición polar. Protector (como en 23,20-23), pero testigo de la distancia del Señor. La cercanía del Dios celoso (20,5), como un fuego, podría consumir al pueblo rebelde (cfr. Is 33,14). El pueblo hace penitencia, deponiendo los vestidos y joyas propios de la fiesta. Por el duelo, llevan presente al Señor, en la conciencia culpable y penitente.

33,7 Dios se distancia sin alejarse del todo. Ya no va en medio, como parte del campamento y centro de convergencia. Hay que salir para encontrarlo y consultarlo.

33,8-11 Moisés tiene acceso privilegiado, desde el primer encuentro en la montaña (34,34-35); y goza de un trato "amistoso". El pueblo es sólo testigo de signos externos, por los que reconoce que el Señor no se ha alejado del todo, antes bien acude a una cita; el pueblo asiste desde lejos con reverencia silenciosa; superando la actitud penitencial de antes. Por mediación de Moisés recibe los encargos de Dios (y en su rostro contempla la irradiación de la gloria, 34,29-35). La nube oculta la entrada de la tienda a la vez que declara la presencia del Señor. Josué era el guardián.

33,12-17 Moisés pide al Señor dos cosas para el pueblo, "tu pueblo": que le enseñe el camino, que los acompañe en el viaje; no hace referencia a la guía del ángel (2-6). Ambas son concedidas. El trato amistoso con el Señor se aprovecha a favor del pueblo. La compañía del Señor en la peregrinación por la historia será el distintivo de este pueblo (Dt 4,7).

33,18-23 Animado por el diálogo amistoso y no contento con él, Moisés se atreve a pedir la manifestación máxima de Dios: no sólo oír, sino ver; no sólo el nombre (3,14), sino la persona (cfr. Job 42,5). Pero el hombre no puede abarcar la manifestación de Dios en esta vida (Jue 6,22-23). Dios le concede algo de lo que pide: cubierto por la palma de Dios, sentirá su paso fugitivo, que no podrá detener. Será presencia sentida, intensa y fugaz. El texto actual juega con la equivalencia gloria/ rostro y la oposición rostro / espalda.

33,19 La riqueza inagotable y simple de Dios desfilará a beneficio de Moisés, como oferta de contemplación. Además el Señor mismo pronunciará su nombre, como en el primer encuentro (Ex 3); pronunciado por Dios, ese nombre tiene otra consistencia, otra fuerza reveladora.

33,23 Es mucho que pueda mirar sin terror la espalda del Señor (compárese con la aparición terrible de Is 2,10.19).

ÉXODO. CAPÍTULO 32.

MOISÉS Y EL PUEBLO

El becerro de oro (1 Re 12,25-33; Sal 106,19-23)

321Viendo el pueblo que Moisés tardaba en bajar del monte, acudió en masa ante Aarón, y le dijo:
-Anda, haznos un dios que vaya delante de nosotros; pues a ese Moisés que nos sacó de Egipto no sabemos qué le ha pasado.
2Aarón les contestó:
-Quitadles los pendientes de oro a vuestras mujeres, hijos e hijas y traédmelos.
3Todo el pueblo se quitó los pendientes de oro y se los trajo a Aarón. 4Él los recibió, hizo trabajar el oro a cincel y fabricó un novillo de fundición. Después les dijo:
-Este es tu Dios, Israel, que te sacó de Egipto.
5Después, con reverencia, edificó un altar ante él y proclamó:
-Mañana es fiesta del Señor.
6Al día siguiente se levantaron, ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión, el pueblo se sentó a comer y beber y después se levantó a danzar.
7El Señor dijo a Moisés:
-Anda, baja del monte, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. 8Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un novillo de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: "Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto".
9Y el Señor añadió a Moisés:
10-Veo que este pueblo es un pueblo testarudo. Por eso déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti sacaré un gran pueblo.
11Entonces Moisés aplacó al Señor, su Dios, diciendo:
-¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto con gran poder y mano robusta? 12 ¿Tendrán que decir los egipcios: "Con mala intención los sacó, para hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra"? Desiste del incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. 13Acuérdate de tus siervos Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: "Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia, para que la posea siempre".
14Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.

Castigo

15Moisés se volvió y bajó del monte con las dos losas de la alianza en la mano. Las losas estaban escritas por ambos lados, por delante y por detrás; 16eran hechura de Dios y la escritura era escritura de Dios grabada en las losas.
17Al oír Josué el griterío del pueblo, dijo a Moisés:
-Se oyen gritos de guerra en el campamento.
18Contéstó él:
-No es grito de victoria, no es grito de derrota, que son catos lo que oigo.
19Al acercarse al campamento y ver el becerro y las danzas, Moisés, enfureció, tiró las losas y las rompió a pie del monte. 20Después agarró el becerro que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta hacerlo polvo, que echó en agua, haciéndoselo beber a los israelitas.
21Moisés dijo a Aarón:
-¿Que te ha hecho este pueblo para que le acarreases tan enorme pecado?
22Contestó Aarón:
-23No te irrites, señor. Sabes que este pueblo es perverso. Me dijeron: "Haznos un dios que vaya delante de nosotros, pues a ese Moisés que nos sacó de Egipto no sabemos qué le ha pasado". 24Yo les dije: "Quien tenga oro que se desprenda de él y me lo dé". Yo lo eché al fuego y salió este becerro.
25Moisés, viendo que el pueblo estaba desmandado por culpa de Aarón, que lo había expuesto al ataque enemigo, 26se plantó a la puerta del campamento y gritó:
-¡A mí los del Señor!
Y se le juntaron todos los levitas.
27Él les dijo:
-Esto dice el Señor de Israel: Ciña cada uno la espada al muslo, pasad y repasad el campamento de puerta a puerta matando, aunque sea al hermano, al compañero, al pariente.
28Los levitas cumplieron las órdenes de Moisés, y aquel día cayeron unos tres mil hombres del pueblo.
29Moisés les dijo:
-Hoy os habéis consagrado al Señor, a costa del hijo o del hermano, ganándoos hoy su bendición.

Intercesión

30Al día siguiente Moisés dijo al pueblo:
-Habéis cometido un pecado gravísimo; pero ahora subiré al Señor a ver si puedo expiar vuestro pecado.
31Volvió, pues, Moisés al Señor y le dijo:
-Este pueblo ha cometido un pecado gravísimo haciéndose dioses de oro. 32Pero ahora, o perdonas su pecado o me borras de tu registro.
33El Señor respondió:
34-Al que haya pecado contra mí lo borraré del libro. Ahora ve y guía a tu pueblo al sitio que te dije: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el día de la cuenta, les pediré cuentas de su pecado.
35Y el Señor castigó al pueblo por venerar el becerro que había hecho Aarón.

Explicación.

32-34 Estos tres capítulos son de una gran densidad teológica, pero de cierta confusión narrativa. El autor final ha operado con materiales de diversa procedencia sin lograr una construcción coherente. Para facilitar la lectura de conjunto, podemos señalar tres líneas que se entrecruzan.

a) Pecado del pueblo, que quebranta la alianza, castigo consiguiente, perdón y renovación de la alianza. Moisés actúa como intercesor, como juez que sentencia y como mediador de la alianza renovada: 32,1-35; 34,1-4.10-28.

b) Anuncio sobre el camino próximo: Dios se aleja y da órdenes a Moisés; el mediador intercede: 32,34; 33,1-6.12-17; 34,9.

c) Relación de Moisés con Dios: tienda del encuentro y aparición radiante de Moisés: 33,7-11; 34,29-35. Intercesión en diálogo con Dios: 32,7-14. Súplica por el pueblo: 33,12-17 + 34,9; peticiones para sí: 33,18-23 + 34,6-7.

El desarrollo más coherente es el del tema a). Se podría ensayar un comentario temático; pero es mejor atenerse al orden escogido por el autor final.

32 El primer acto del pueblo, apenas sellada la alianza, es una rebelión grave contra dicha alianza. Apenas constituido como pueblo, en su mismo origen, el pueblo peca: es su pecado original. Es posible y muchos autores lo estiman probable, que el dato original pertenece al cisma de Jeroboán, el cual instituyó un culto en Betel (y Dan) a Yhwh en figura de toro; imitando costumbres cananeas. Es el "pecado original" del reino cismático, al que se refiere reiteradamente el libro de los Reyes (1 Re 22,33; 2 Re 2,3; 13,2 etc). Un autor tardío habría proyectado el pecado del cisma a los orígenes de Israel en el desierto. Por otra parte -así piensan algunos- la narración podría conservar el recuerdo de un pecado capital en el desierto, aunque la forma actual se relacione con el pecado del cisma de Jeroboán, incluso con una llamativa repetición verbal. Dan testimonio de la tradición Ez 20 y el Sal 106.

Dios no anula definitivamente la alianza: dos castigos ejemplares y dos intercesiones de Moisés permiten que la historia continúe. Dato es de enorme importancia teológica, como veremos. El orden del capítulo no es cronológico: pecado (1-6); intercesión (7-14); castigo (15-29); intercesión (30-35). La segunda intercesión aclara la primera y justifica el castigo.

32,1 Se trata de la cuarentena de 24,18, que el autor ha rellenado con el código cúltico. La ausencia del mediador y de su palabra equivalen a una ausencia intolerable del Dios salvador, ya que Dios se ha dirigido al pueblo por medio de Moisés, y el pueblo no tiene acceso directo a su Dios. Se dirige a Aarón, según el encargo de 24,14.

La frase con que solicitan su acción contiene, en la perspectiva del narrador, una ironía amarga: es imposible "hacer" dioses, los dioses son "hechura" de manos humanas, y aunque tienen pies, no pueden andar (Sal 115,7). El pueblo conduce a su Dios y sigue detrás: manipula a su dios y se engaña a sí, pensando recibir las direcciones que él mismo proyecta en la imagen. Con sentido polémico, atribuyen la salida de Egipto a Moisés, no a Dios; con lo cual cortan por arriba la mediación e intentan sustituirla con una operación simplemente humana.

32,2-3 La respuesta de Aarón subraya la materialidad del proceso: véase el reproche de Os 2,10. La generosidad del pueblo está viciada por su destino.

32,4 El autor no aclara si la imagen es toda de fundición o de madera con planchas de oro. Aarón proclama la historia salvadora ortodoxa: es Dios, su Dios, quien sacó al pueblo de Egipto. El pecado no es de idolatría o sincretismo, sino contra el precepto de no representar a Yhwh en imágenes.

32,6 La fiesta incluye, al parecer, una danza en honor del Señor (cfr. 2 Sm 6,14).

32,7 Con una audaz cambio de enfoque, el narrador nos traslada del valle a la montaña: del barullo de la danza a la soledad encumbrada de Moisés. Dios informa a Moisés de lo que está sucediendo allá abajo. Cambia sutilmente las fórmulas: "tu pueblo... el que tú sacaste...", como distanciándose de la elección y la liberación; al mismo tiempo que hace sentir a Moisés que es miembro de ese pueblo, al que está ligado por la salida de Egipto.

32,8 Es un agravante que hayan cometido el delito tan pronto, apenas nacido como pueblo de Dios, "Novillo" es quizá nombre despectivo aplicado al toro (cfr. Sal 106,19s).

32,9-10 Establecida la culpa, se pronuncia la sentencia: Dios propone a Moisés un nuevo plan para el futuro. Anulará la elección y aniquilará al pueblo, pues no hay esperanza de conversión auténtica. La ira que arde es castigo definitivo, arde hasta consumir. Pero la historia continuará recomenzando en Moisés la elección de Abrahán: "de ti sacaré un gran pueblo" (Gn 12,2). El plan se somete a la aprobación de Moisés: "déjame...", lo cual es darle poder histórico, enfrentarlo con una gran decisión. Rompiendo con su pueblo, Moisés será padre de un nuevo pueblo. Y ¿si rompe con su pueblo?, ¿puede Dios aniquilar también a Moisés? Moisés comprende que ese "déjame" es conferirle y revelarle un poder y es pedirle que no le deje...

32,11 Como Abrahán intercedía a favor de Lot, así ahora Moisés intercede a favor de su pueblo, y su intercesión desborda la alianza. Moisés retuerce las fórmulas: "tu pueblo..., el que tú sacaste..."

32,12 El primer argumento de Moisés es que está empeñada la fama del Señor y su compromiso con la tarea comenzada. La fama es el buen "nombre", que también los extranjeros  deben respetar (santificar). Al ver el desenlace de la "liberación", la aniquilación del pueblo fugitivo, los egipcios profanarán el nombre del dios de los hebreos, de Yhwh. Véase el análisis de Ez 36,20-23.

32,13 El segundo argumento es más fuerte: la liberación no ha comenzado en Egipto, sino con la salida de Abrahán; no se basa sólo en la alianza, sino en la promesa. Según esa promesa, Dios se ha comprometido a no romper la historia, sino a continuarla en la descendencia de Abrahán. Destruido el pueblo, queda Moisés como descendiente único -como un nuevo Noé-, continuador y nuevo comienzo. Pero si Moisés se solidariza con la suerte de su pueblo y Dios lo hace morir, la promesa y el juramento de Dios se frustran; cosa imposible. Moisés se solidariza con su pueblo, no acepta la excepción (más explícito en v.32) y así intercede eficazmente por el pueblo.

La mención explícita de los patriarcas atrae su figura al presente contexto. Así apreciamos que la alianza del Sinaí no se basta. Siendo bilateral, al ser quebrantada por una de las partes, se quiebra. Necesita un punto de apoyo, externo y más fundamental: es la promesa. La doctrina que desarrolla Pablo se encuentra aquí en germen. La promesa es unilateral y se basa en la misericordia generosa del Señor.

32,14 El resultado es que Dios perdona; Moisés no "le ha dejado". Esto lo llama el Sal 106,23 "plantarse en la brecha". La última palabra es "su pueblo".

32,15-20 En la composición actual del capítulo, perdón significa que no habrá destrucción total, no impunidad total. El pueblo necesita un grave escarmiento. El diálogo con Josué sucede a media altura, en un certero montaje narrativo: primero las voces indiferenciadas, después la bajada y la vista precisa.

32,20 Dt 9,21; Nm 5,11-31.

32,15-16 Es enfática en este puesto la atribución al Señor de todo: él fabrica las losas, escribe en ellas, las entrega. Como si dijéramos en nuestra terminología: "de su puño y letra". Moisés baja cargado con una huella lapidaria del Señor.

32,17-18 La ignorancia de Josué es recurso narrativo para subrayar la información directa de Moisés.

32,19 El gesto simboliza la ruptura de la alianza.

32,20 El becerro muestra su impotencia frente a la ira de Moisés: lo que fue hecho es deshecho. Y se convierte en bebida de maldición, que penetra en los cuerpos de los culpables, para denunciar su culpa y castigarla (una analogía en Nm 5,23-38). Véase una versión con variantes en Dt 9,15-21).

32,21-24 El interrogatorio de Aarón contrasta con la oración precedente de Moisés. El sacerdote culpable se desentiende del pueblo "perverso", le carga toda la culpa. Y da una versión falsa, se diría mágica, de la fabricación. Quizá contengan estos versos una polémica contra sacerdotes aarónidas.

32,25-29 Moisés hace ejecutar un castigo. El pueblo, al perder su auténtico apoyo religioso, queda expuesto al poder del enemigo: ha perdido su coherencia y unidad. La fidelidad y la rebeldía trazan la línea divisoria, no los vínculos de familia. Los levitas se desligan de esos vínculos para ejecutar la sentencia de Dios (cfr. Ez 9,5-6; Sal 149,9 "ejecutar la sentencia dictada es un honor para todos sus leales"), y así quedan consagrados.

32,27 Ez 9,5s.

32,29 Dt 33,9.

32,30-35 La nueva intercesión se presenta como expiación. En vez de una víctima, Moisés ofrece su solidaridad. Al ser borrado del registro, es entregado a la muerte (Sal 69,29). Pero la responsabilidad es personal (según la doctrina de Ez 18): el castigo queda diferido y pendiente. A Moisés le toca continuar la gran marcha hacia la tierra prometida: cuanta con la guía del "ángel del Señor" que actuó en el paso del Mar Rojo (Ez 14,19).

32,32 Eom 9,3.

32,34 Ex 23,20.

ÉXODO. CAPÍTULO 31.

[A] Artesanos del santuario (Ex 35,30-35)

311El Señor habló a Moisés:
2-He escogido personalmente a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, 3y lo he colmado de dotes sobrehumanas, de destreza, habilidad y saber en su oficio, 4para que proyecte y labre oro, plata y bronce; 5para que talle piedras y las engaste; para que talle madera, y para las demás tareas. 6Le doy como ayudante a Ohliab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. A todos los artesanos les he dado habilidad para que hagan todo lo que te he mandado, 7la tienda del encuentro, el arca de la alianza, la placa que la tapa y todos los utensilios de la tienda; 8la mesa con sus utensilios, el candelabro de oro de la ley con sus utensilios y el altar del incienso; 9el altar de los holocaustos con sus utensilios, el barreño con su peana; 10todos los ornamentos sagrados del sacerdote Aarón y sus hijos para cuando oficien; 11el aceite de la unción y el incienso del sahumerio del templo. Lo harán ajustándose a lo que yo he ordenado.

[B] Descanso del sábado (Nm 15,32-36)

12El Señor habló a Moisés:
13-Di a los israelitas: Guardaréis mis sábados, porque el sábado es la señal convenida entre yo y vosotros, por todas vuestras generaciones, por la que conoceréis que yo soy el Señor, que os santifica. 14Guardaréis el sábado porque es día santo para vosotros; el que lo profane es reo de muerte; el que trabaje será excluido de su pueblo. 15Seis días podéis trabajar; el séptimo es día de descanso solemne dedicado al Señor. El que trabaje en sábado es reo de muerte. 16Los israelitas guardarán el sábado en todas sus generaciones como alianza perpetua. 17Será la señal perpetua entre yo y los israelitas, porque el Señor hizo el cielo y la tierra en seis días y el séptimo descansó.
18Cuando acabó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las losas de la alianza: losas de piedras escritas por el dedo del Señor.

Explicación

31,1-11 Recordamos en el relato de la creación (Gn 1) el "espíritu de Dios", la palabra que llama a la existencia y nombra.

En el pequeño y concentrado universo cúltico que aquí se crea, Dios no se contenta con mostrar y dar instrucciones, sino que envía un "espíritu de Dios" a los artesanos escogidos para que ejecuten eficaz y fielmente su designio. Serán artesanos "inspirados", de modo que Dios pueda ver y aprovechar lo hecho y tomar posesión de ello.

Para asegurar que todas las obras se ajustarían al modelo propuesto por Dios, él mismo comunica un espíritu especial para acertar en la tarea; es una especie de "inspiración" artesana.

31,12-17 El relato citado se organizaba en una semana de trabajo con una jornada de descanso. Al sellar alianza con su pueblo, Dios quiere que el descanso semanal sea signo perpetuo de pertenencia. El autor parece aplicar el esquema también a las tareas de la construcción del santuario.

31,13 La observancia del sábado es señal visible de consagración al Señor.

31,17 El sábado llega a ser síntesis de la alianza, y relaciona al pueblo con Dios creador del Universo.

31,18 Verso de enlace, para continuar la narración.



ÉXODO. CAPÍTULO 30.

[A] El altar del incienso (Ex 37,25-28)

301-El altar del incienso lo harás de madera de acacia, 2de cincuenta centímetros de largo por cincuenta de ancho; será cuadrado y tendrá un metro de alto. 3De él arrancarán unos salientes. Revestirás de oro de ley la parte superior, todos sus lados y los salientes; alrededor le pondrás un listón de oro. 4Bajo el listón, en los rebordes de los dos lados opuestos, pondrás dos anillas de oro; por ellas se meterán los varales para transportar el altar. 5Harás los varales de madera de acacia, revestidos de oro. 6Colocarás el altar delante de la cortina que tapa el arca de la alianza y delante de la placa que cubre el arca de la alianza, donde me encontré contigo.
7<<Aarón quemará sobre él el incienso del sahumerio por la mañana, cuando prepare las lámparas, 8y lo mismo al atardecer, cuando las encienda. Será el incienso perpetuo que ofrecen vuestras generaciones en presencia del Señor. 9No ofreceréis sobre el altar otro incienso, ni holocaustos, ni ofrendas, ni derramaréis sobre él libación alguna.
10>>Una vez al año Aarón hará la expiación untando con la sangre de la víctima expiatoria los salientes del altar; una vez al año por todas vuestras generaciones.
>>El altar está consagrado al Señor>>.

[B] Tributo por el rescate (Ex 38,26-28)

11El Señor habló a Moisés:
12-Cuando hagas el censo completo de los israelitas, cada uno, al ser registrado, dará al Señor un rescate por sí mismo, para que no les suceda ninguna desgracia al ser registrados. 13Cada uno dará cinco gramos de plata (peso del templo, que vale veinte óbolos): el tributo al Señor será cinco gramos de plata. 14Cada uno de los registrados de veinte años para arriba pagará el tributo del Señor. 15Ni el rico pagará más de cinco gramos ni el pobre menos cuando den el tributo al Señor como rescate de sí mismos. 16Recibirás el dinero del rescate de los israelitas y lo destinarás al servicio de la tienda del encuentro: será el recordatorio de los israelitas para el Señor, como rescate de sus vidas.

[C] El barreño y su peana (Ex 38,8)

17El Señor habló a Moisés:
18-Harás el barreño para las abluciones y su peana de bronce, y lo colocarás entre la tienda del encuentro y el altar. Echarás agua en el barreño, 19para que Aarón y sus hijos se laven manos y pies. 20Cuando vayan a entrar en la tienda del encuentro, se lavarán para no morir; lo mismo harán cuando se acerquen al altar para oficiar, para quemar una oblación al Señor. 21Se lavarán los pies y las manos para no morir.
<<Ley perpetua para vosotros, para Aarón y sus descendientes, por vuestras generaciones>>.

[D] El aceite de la unción

22El Señor habló a Moisés:
23-Toma perfumes de gran precio: cinco kilos de mirra en grano, dos kilos y medio de cinamomo, dos kilos y medio de caña de olor, 24cinco kilos (pesos del templo) de acacia y tres litros y medio de aceite de oliva. 25Con estos ingredientes harás el aceite de la unción santa. Harás la mezcla según la receta del perfumista, y servirá para la unción santa. 26Untarás con él la tienda del encuentro y el arca de la alianza, 27la mesa y todos sus utensilios, el candelabro con todos sus utensilios y el altar del incienso, 28el altar de los holocaustos con sus utensilios, el barreño con sus peana. 29Todos ellos los consagrarás para que sean sacrosantos. El que los toque quedará santificado.
30<<Ungirás también a Aarón y a sus hijos para consagrarlos como sacerdotes míos. 31A los israelitas les dirás: Este será el aceite de mi unción santa en todas vuestras generaciones. 32No se derramará sobre ningún otro ni copiaréis su receta. Es santo y como tal lo habéis de tratar. 33El que haga una mezcla según esta receta y la derrame sobre un laico, será excluido de su pueblo>>.

[E] Incienso (Ex 37,29)

34El Señor dijo a Moisés:
-Toma resina aromática, ámbar, bálsamo e incienso depurado, a partes iguales, 35y según la receta del perfumista, haz con todo ello un incienso, échale sal, y serás puro y santo. 36Parte de él lo machacarás hasta reducirlo a polvo y lo tendrás delante del arca de la alianza, en la tienda del encuentro, donde me he encontraré contigo. Será para vosotros sacrosanto. 37No haréis incienso para uso personal según la misma receta. Lo consideraréis consagrado al Señor. 38El que copie la receta para perfumarse, será excluido de su pueblo.

Explicación.

30 Nos parece asistir a una consagración del universo terrestre por representación. El reino animal ofrece sus víctimas para el sacrificio y pieles protectoras. El reino vegetal se adelante con tejidos, materiales de construcción, aromas de unción, y con esa especie de holocausto vegetal que es el incienso, aroma que agrada a Dios. El reino mineral ofrece sus piedras preciosas. El pueblo, porción escogida de la humanidad, reconoce con el tributo su vasallaje sagrado.

30,11-16 Los israelitas pertenecen como pueblo al Señor. Al hacerse un censo, parece como si fueran sustraídos de dicha propiedad (2 Sm 24); culpables o expuestos a peligros en la nueva situación. Pagando un tributo simbólico, reconocen su pertenencia al Señor, la cual se ratifica dedicando el dinero al culto.

30,20-21 El peligro mortal indica que no es un acto simplemente higiénico.

30,30 Sal 133,2.

30,33.38 La pena de excomunión, o exclusión de la comunidad.

ÉXODO. CAPÍTULO 29.

291-Rito de consagración de mis sacerdotes:
2<<Tomarás un novillo y dos carneros sin defecto, pan ázimo, roscas ázimas amasadas con aceite y hogazas ázimas untadas de aceite, todo ello preparado con flor de harina de trigo. 3Lo pondrás en un cestillo y lo presentarás junto con el novillo y los dos carneros. 4Después mandarás acercarse a Aarón y a sus hijos a la entrada de la tienda del encuentro y los harás bañarse. 5Tomarás los ornamentos y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y sujetarás el efod con el cíngulo. 6Le pondrás el turbante en la cabeza y sobre él la diadema santa. 7Luego, tomando el aceite de la unción, lo derramarás sobre su cabeza para ungirlo. 8Después harás acercarse a sus hijos, les vestirás las túnicas, 9les ceñirás las bandas y les pondrás las birretas. El sacerdocio les pertenece por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.
10<<Harás traer el novillo a la tienda del encuentro: Aarón y sus hijos pondrán la mano sobre la cabeza de la víctima. 11Después degollarás la res en presencia del Señor, en la puerta de la tienda del encuentro, 12y tomando sangre de la res, untarás con el dedo los salientes del altar. Después derramarás la sangre al pie del mismo altar. 13Tomarás la grasa que envuelve las vísceras, el lóbulo del hígado, los dos riñones con su grasa y lo dejarás quemarse sobre el altar. 14La carne, la piel y los intestinos los quemarás fuera del campamento. Es un sacrificio expiatorio.
15>>Después tomarás uno de los carneros. Aarón y sus hijos pondrán las manos sobre la cabeza de la víctima. 16Lo degollarás y, tomando la sangre, rociarás el altar por todos los lados. 17Descuartizarás el carnero, lavarás sus vísceras y patas, las pondrás sobre los trozos y la cabeza, 18y lo dejarás quemarse completamente sobre el altar.
>>Es holocausto para el Señor: oblación de aroma que aplaca al Señor.
19>>Después tomarás el segundo carnero. Aarón y sus hijos pondrán las manos sobre la cabeza de la víctima. 20Degollarás el carnero y,  tomando sangre, untarás con ella el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y de sus hijos y los pulgares de sus manos y pies derechos. 21Luego con la sangre rociarás el altar por todos los lados. Tomarás sangre del altar y aceite de la unción y salpicarás a Aarón y sus vestidos, a los hijos de Aarón y sus vestidos. Así se consagrarán Aarón con sus vestidos. 22Luego, del carnero  de la consagración tomarás la grasa, la cola, la grasa que envuelve las vísceras, el lóbulo del hígado, los dos riñones con su grasa y la pierna derecha; 23del cestillo de panes ázimos presentados al Señor tomarás un pan, una rosca de pan amasada con aceite y una oblea. 24Pondrás todo ello en manos de Aarón y de sus hijos, para que lo agiten ritualmente en presencia del Señor. 25Lo recibirás otra vez de sus manos y lo dejarás quemarse en el altar, sobre el holocausto, como aroma que aplaca al Señor. Es una oblación al Señor.
26>>Después tomarás el pecho del carnero de la consagración de Aarón y lo agitarás ritualmente en presencia del Señor. Es la ración que te pertenece. 27Del carnero de la consagración de Aarón y sus hijos consagrarás el pecho agitado ritualmente y la pierna ofrecida en tributo: 28les pertenece a Aarón y a sus hijos como porción perpetua de parte de los israelitas; porque es el tributo, tomado de los sacrificios de comunión que los israelitas ofrecen al Señor.
29>>Los ornamentos sagrados de Aarón lo heredarán sus hijos, para vestirlos durante su unción y consagración. 30Durante siete días los vestirá el hijo que le suceda en el sacerdocio, cuando entre en la tienda del encuentro para oficiar en el santuario.
31>>Después tomarás el carnero de la consagración, cocerás su carne en lugar santo, 32y Aarón y sus hijos la comerán con el pan del cestillo, a la entrada de la tienda del encuentro. 33Comerán la parte con que se hizo la expiación al ordenarlos y consagrarlos. Ningún extraño la puede comer, porque es porción santa. 34Y si sobra carne y pan de la consagración para el día siguiente, se quemará. No se comerá, porque es porción santa.
35>>Esto es lo que harás a Aarón y a sus hijos, ajustándote a cuanto te he mandado. La consagración durará siete días. 36Cada día ofrecerás un novillo expiatorio por el pecado. Lo ofrecerás sobre el altar para expiar por él, y ungirás el altar para consagrarlo. 37La expiación y consagración del altar durará siete días; el altar será sacrosanto, y el que lo toque quedará santificado.
38>>Ofrenda permanente que ofrecerás sobre el altar cada día: dos corderos añales. 39Uno por la mañana y otro por la tarde. 40Con el primero harás una ofrenda de veintidós decilitros de flor de harina amasada con un litro de aceite refinado y una libación de un litro de vino. 41El segundo cordero lo ofrecerás por la tarde, con una ofrenda y una libación como las de la mañana, en oblación de aroma que aplaca al Señor.
42>>Este es el holocausto que ofrecerán perpetuamente vuestras generaciones, en presencia del Señor, a la puerta de la tienda del encuentro, donde me encontraré con vosotros para hablaros. 43Allí me encontraré con los israelitas, y el lugar quedará consagrado con mi gloria. 44Consagraré la tienda del encuentro y el altar, consagraré a Aarón y a sus hijos como sacerdotes míos. 45Habitaré en medio de los israelitas y seré su Dios. 46Ellos reconocerán que yo soy el Señor, su Dios, que los sacó de Egipto para habitar entre ellos.
>>Yo soy el Señor, su Dios>>.

Explicación.

29,1-35 El complejo rito incluye purificación y expiación, unción y consagración. Véase Lv 8. El sumo sacerdocio es hereditario.

29,10 El gesto parece significar que actúan como oferentes.

29,14 Lv 4.

29,18 Lv 1.

29,20 No sabemos si el lóbulo y los pulgares corresponden a los salientes del altar. Al menos en el untar la sangre hay ciertos paralelismo.

29,28 Lv 3.

29,42-46 Versos particularmente importantes. Se aprecian huellas en ellos de la fusión de dos concepciones: tienda de encuentro o cita, santuario de habitación permanente. Todo ello ordenado a la unión del pueblo con Yhwh, el Dios que los sacó de Egipto y ha hecho alianza con ellos.

ÉXODO. CAPÍTULO 28.

Ornamentos sacerdotales (Lv 8,6-9; Eclo 45,8-12)

281De entre los israelitas escoge a tu hermano Aarón y a sus hijos Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar para que sean mis sacerdotes.
2<<Harás confeccionar ornamentos sagrados, ricos y fastuosos, para tu hermano Aarón. 3Mand a todos los artesanos a quienes yo he dotado de habilidad que confeccionen los ornamentos de Aarón para consagrarlo sacerdote mío.
4>>Ornamentos que confeccionarán: efod, pectoral, manto, túnica ajedrezada, turbante y banda. 5Los ornamentos que tu hermano Aarón y sus hijos usarán como sacerdotes míos se confeccionarán en oro, púrpura violácea, roja y escarlata y lino.

[A] Efod (Ex 39,2-7)

6>>Mandarás hacer artísticamente el efod, en oro, púrpura violácea, roja y escarlata y lino torzal; labor de artesano. 7Llevará dos hombreras unidas por los extremos. 8El cíngulo para sujetar el efod arrancará de él y será de la misma labor: de oro, púrpura violácea, roja y escarlata y lino torzal.
9>>Tomarás dos piedras de ónice y harás grabar en ellas los nombres de las tribus israelitas: 10seis en cada piedra, por orden de nacimiento. 11Grabarán los nombres de las tribus israelitas como graba el orfebre la piedra de un sello, y las engastarán en filigrana de oro. 12Aplicarás las dos piedras a las hombreras del efod: piedras recordatorio de los israelitas. Aarón llevará sus nombres sobre las hombreras, como recordatorio para el Señor. 13Mandarás hacer unas filigranas de oro, 14y dos cadenas de oro de ley, trenzadas como cordones, y las sujetarás con filigranas.

[B] Pectoral (Ex 39,8-21)

15>>Mandarás hacer artísticamente el pectoral de las suertes, de la misma labor que el efod: oro, púrpura violácea, roja y escarlata y lino torzal. 16Será doble y cuadrado, un palmo de largo por uno de ancho. 17Le engastarás una guarnición de cuatro filas de piedras: en la primera fila, carnelita, topacio y azabache; 18en la segunda fila, esmeralda, zafiro y diamante; 19en la tercera fila, Jacinto, ágata y amatista; 20en la cuarta fila, topacio, ónice y jaspe. 21Las guarniciones de pedrería irán engastadas en filigrana de oro. Llevará doce piedras, como el número de las tribus israelitas. Cada piedra llevará grabada, como un sello, el nombre de una de las doce tribus.
22>>Harás además para el pectoral cadenas de oro de ley, trenzadas como cordones, 23y dos anillas de oro que sujetarás a los dos extremos del pectoral. 24Pasarás los dos cordones de oro por las dos anillas del pectoral, y los dos cabos de los cordones los unirás a las dos filigranas, 25y los fijarás en las hombreras del efod, por la parte delantera. 26Harás otras dos anillas de oro y las colocarás en los dos extremos del pectoral, en el borde interior que toca el efod. 27Y otras dos anillas de oro, que fijarás en la parte inferior y delantera de las hombreras del efod, junto al empalme y más arriba del cíngulo del efod. 28Con un cordón de púrpura violácea sujetarán las anillas del pectoral con las del efod, para que quede sobre el cíngulo del efod y no pueda desprenderse el pectoral del efod.
29>>Cuando Aarón entre en el santuario, llevará sobre su corazón, en el pectoral de las suertes, los nombres de las doce tribus israelitas, como recordatorio perpetuo ante el Señor. 30Pondrás en el pectoral de las suertes los urim y los tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entre a presentarse al Señor. Aarón llevará constantemente sobre el corazón, en presencia del Señor, las suertes de los israelitas.

[C] Manto (Ex 39,22-26)

31>>Mandarás hacer el manto del efod, todo él de púrpura violácea. 32Llevará arriba una abertura en el centro, reforzada alrededor con un dobladillo como la abertura de un coselete, para que no se rasgue. 33En la orla del manto, todo alrededor, pondrás granadas de púrpura violácea, roja y escarlata, y alternando con ellas, cascabeles de oro; 34cascabel y granada, todo alrededor.
35>>Aarón lo vestirá cuando oficie. Y al entrar en el santuario a presentarse al Señor, y al salir, se oirá el tintineo de los cascabeles: así no morirá.

[D] La flor de oro (Ex 39,30s)

36>>Mandarás hacer una flor de oro de ley y grabarás en ella, como en un sello: "Consagrado al Señor". 37La sujetarás al turbante, por su parte delantera, con un cordón de púrpura violácea. 38Se colocará sobre la frente de Aarón, y éste cargará con la culpa en que hayan incurrido los israelitas al hacer sus ofrendas sagradas. La llevará siempre sobre la frente para reconciliarlos con el Señor. 39La túnica y el turbante serán de lino, la banda estará recamada.

[E] Otros vestidos (Ex 39,27-29)

40>>Para los hijos de Aarón harás confeccionar túnicas, bandas y birretas ricas y fastuosas. 41Se las vestirás a tu hermano Aarón y a sus hijos, los ungirás y los consagrarás sacerdotes mío. 42Les vestirás además calzones de lino que les cubran sus partes, de la cintura a los muslos. 43Aarón y sus hijos los llevarán cuando entren en la tienda del encuentro o cuando se acerquen al altar para oficiar: así no incurrirán en culpa y no morirán.
>>Ley perpetua para Aarón y sus descendientes>>.

Explicación.

28,2 Los ornamentos sacerdotales son resultado de una acumulación histórica. La descripción no permite formarse una imagen precisa, y muchos términos hacen la traducción conjetural. Podemos, sí, hacernos una idea de su sentido. Tienen, ante todo, valor ornamental, junto con la función de definir el ámbito sagrado, separándolo del ámbito profano. De ahí el cambio de vestidos para ser consagrados y para oficiar.

Algunos tienen función específica: los calzones se llevan por decencia; las campanillas son apotropaicas, es decir, alejan peligros y malos espíritus; además llaman la atención hacia la llegada del sumo sacerdote.

Más importantes parecen las piedras y la flor por su función respecto al pueblo. Dos piedras se aplican a las hombreras, como recuerdo de los israelitas. Las piedras del pectoral son todas diversas y están bellamente dispuestas en cuatro filas de a tres: representan nominalmente a las doce tribus, diversas y hermanadas, refulgentes y ordenadas. Bello espectáculo que el sumo sacerdote lleva sobre el pecho y presenta al Señor; quizá para que se complazca en lo que hizo bien, en la bendición de fecundidad otorgada a los patriarcas; y para que siga ocupándose de ellas. Sobre las piedras puede fluir la unción del sumo sacerdote, a través de la barba (Sal 133).

Pero el pueblo puede turbar la armonía con alguna transgresión cúltica. Para expiar por ellas y para reconciliar al pueblo, Aarón lleva en la frente una flor áurea. En la cabeza como sede de la responsabilidad, en este caso colectiva y vicaria. Una flor que con su fulgor, y no con su aroma, aplaque al Señor.

Si alguna de estas explicaciones son dudosas, es cierta la función mediadora del sumo sacerdote. Es lo que recogerá la carta a los Hebreos.

28,30 Urim significa luces y tummim perfecciones; pero su significado no se deduce por etimología. Algunos piensan en las letras primera y última del alfabeto, alef y tau, con las que comienzan dichas palabras. Su función es decidir casos por alternativa. 1 Sm 14,41.

28, 31-35 A manera de amplia consulta. Los cascabeles tienen función apotropaica.

28,36-39 En los actos de culto el pueblo puede cometer pecados por inadvertencia o descuido o de otro modo. Estos invalidan el sacrificio, si no se reparan a tiempo. Para ello lleva el sumo sacerdote, durante sus funciones, la flor que reconcilia.