CICLO PATRIARCAL: ABRAHÁN
Vocación de Abrán (Eclo 44,19-21; Heb 11,8-10)
121El Señor dijo a Abrán:
-Sal de tu tierra nativa y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y servirá de bendición.
3Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.
4Abrán marchó, como le había dicho el Señor, y con él marchó Lot. Abrán tenía setenta y cinco años cuando salió de Jarán.
5Abrán llevó consigo a Saray, su mujer; a Lot, su sobrino; todo lo que había adquirido y todos los esclavos que había ganado en Jarán. Salieron en dirección de Canaán y llegaron a la tierra de Canaán.
6Abrán atravesó el país hasta la región de Siquén y llegó a la encina de Moré (en aquel tiempo habitaban allí los cananeos).
7El Señor se apareció a Abrán y le dijo:
-A tu descendencia le daré esta tierra.
Él construyó allí un altar en honor del Señor, que se le había aparecido.
8Desde allí continuó hacia las montañas del este de Betel, y plantó allí su tienda, con Betel a poniente y Ay a levante; construyó allí un altar al Señor e invocó el nombre del Señor.
9Abrán se trasladó por etapas al Negueb.
Abrán en Egipto (Gn 20; 26,1-11)
10Pero sobrevino una carestía en el país y, como el hambre apretaba, Abrán bajó a Egipto para residir allí.
11Cuando estaba llegando a Egipto, dijo a Saray, su mujer:
12-Mira, eres una mujer muy hermosa; cuando te vean los egipcios, dirán: "es su mujer". Me matarán a mí y a ti te dejarán viva. 13Por favor, di que eres mi hermana, para que me traten bien en atención a ti, y así, gracias a ti, salvaré la vida.
14Cuando Abrán llegó a Egipto, los egipcios vieron que su mujer era muy hermosa, 15la vieron también los ministros del Faraón, y se la ponderaron al Faraón, tanto que la mujer fue llevada al palacio del Faraón.
16A Abrán le trataron bien, en atención a ella, y adquirió ovejas, vacas, asnos, esclavos y esclavas, borricas y camellos.
17Pero el Señor afligió al Faraón y a su corte con graves dolencias a causa de Saray, mujer de Abrán.
18Entonces el Faraón llamó a Abrán y le dijo:
-¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me confesaste que es tu mujer? 19¿Por qué me dijiste que era tu hermana? Ya la he tomado por esposa. Pues mira, si es tu mujer, tómala y vete de aquí.
20El Faraón dio una escolta a Abrán y lo despidió con su mujer y sus posesiones.
Explicación.
Ciclo patriarcal
Tres nombres componen el arco que conduce hasta la ramificación de los doce hermanos, epónimos de tribus. Abrahán y Jacob con mucha sustancia narrativa, Isaac con un enlace leve. La teoría documental o de fuentes reparte el material entre Yavista (J), Elohísta (E) y Sacerdotal (P); reparto que hoy no convence como explicación global, pero aplicable a algunos casos. Seguimos el texto acutal del Génesis, sin desconectar la atención de anomalías significativas. En la construcción general descubrimos algunos principios de unidad: paralelismo de episodios, leitmotiv de las bendiciones o promesas.
Los episodios en la línea de J:
Esterukudad; Sara 11,30; Rebeca 25,21; Raquel (29,31).
La matriarca en peligro: Sara 12,9-13,1; Rebeca 26,1-17.
Riñas de pastores: de Abrahán y Lot 13; Isaac y Abimelec 26,20-22; Jacob y Labán 29; 31,36s.
Alianza: Yhwh: en Mambré 18; en Betel 28; en Penuel 32.
Matriarcas: Rebeca 24; Lía y Raquel 29. A éstos se añaden episodios análogos en las otras líneas narrativas.
Las bendiciones o promesas (según J) son: descendencia numerosa, don de la tierra, canal de bendiciones. Para Abrahán: 12,1-7; 13,15s; 15,7.18; 18,18; 24,7; 26,3.12s. Para Jacob: 28,13-15; 20,27.30; 32,13.30. Se añaden las de E y P.
Abrahán
El patriarca es presentado como un seminómada que recorre en sus "andanzas" diversos territorios, que serán de su descendientes, y entra en contacto con extranjeros. Se muestra en la dimensión doméstica, con los problemas de mujeres, hijos y parientes -Sara y Agar, Ismael e Isaac, Lot-; y en la dimensión externa, en relación con reyes y príncipes: Egipto, Guerar, Melquisedec, la coalición. En todo está dirigido inmediatamente por Dios, que se aparece, dirige su palabra, actúa. Momentos culminantes son: alianzas, intercesión, sacrificio de Isaac. Se puede encontrar una aproximada disposición concéntrica en este ciclo: A llamada y promesa de bendición 12; B bajada a Egipto; la matriarca amenazada 12; C Lot baja a Sodoma y es liberado 13s, D Alianza con Dios 15; E Agar e Ismael 16; D Alianza con Dios 17; C Sodoma, Lot liberado 18s; B en Guerar, la matriarca amenazada 20 (E Agar e Ismael 21); Llamada y confirmación de la bendición 22. Quedan algunas irregularidades y el episodio de la compra del sepulcro cap 23.
12,1-9 En vez de interrumpirse la línea de las generaciones, comienza algo nuevo. En el vacío de la esterilidad de Sara resuena la palabra del Señor: al principio creadora del universo, ahora creadora de la historia. Sin introducción, sin precisar la escena o el momento, la palabra baja y hace un corte en la historia de la humanidad. Véase el comentario de Pablo en Rom 4.
Es un mandato categórico, sin explicaciones. Abrán tiene que cortar todas las ligaduras, cada vez más particulares, que lo atan. Y ha de comenzar bajo el signo de la salida -hacia el gran éxodo futuro de sus descendientes- y con la esperanza del descubrimiento: a cambio de la tierra que deja, el Señor le mostrará otra. Véase el comentario de Heb 1.
12,2 A cambio de la familia que deja le dará como familia un pueblo. Y un nombre que será sinónimo de bendición. Cfr. Is 51,1s; Gál 3,8.
12,3 Dios estará de parte de él y lo hará punto de referencia, arista de decisión. Será para otros desafío y también canal de bendición. Los hombres, al bendecir a Abrán, reconociéndolo bendito de Dios, se harán acreedores a la bendición divina: Is 19,24s; Jr 4,2; Sal 72,17.
12,4 La respuesta de Abrán es obediencia sencilla. Comienza la gran aventura de la fe (Heb 11,8).
12,6-9 En tres etapas se estiliza el recorrido de la tierra: Siquén, vieja ciudad central, Betel, viejo lugar de culto, el Negueb, desierto meridional. En el corazón de tierra extranjera el Señor tiene un adorador y varios altares. Por la fe de Abrán el nombre del Señor comienza a ser invocado en la tierra prometida (cfr. 4,26).
12,10-20 El relato de la mujer-hermana, de la matriarca salvada del peligro, es argumento literario de éxito. Recurre en otras dos variantes con cambio de personajes (cap. 20 y 26). Pero el relato ocupa aquí un puesto significativo, pretendido por el autor.
La tierra de Canaán, que el Señor acaba de prometer, es una tierra hostil, que mata de hambre o expulsa a sus habitantes. Mientras que Egipto es rica y acogedora: ¿terminará en Egipto la peregrinación de Abrán? Pues bien, Egipto es mayor amenaza contra la promesa de Dios, ya que pone una alternativa grave: o la muerte del protagonista o la separación de la esposa. ¿Terminará en Abrán la línea genealógica? Hambre, peligro de muerte, y pérdida de la mujer se conjuran contra el plan de Dios apenas comenzada la peregrinación de Abrán. Y no es la acción humana -con toda su lógica, su astucia, su buen acuerdo- la que solucionará el problema, sino Dios mismo quien hará continuar la historia, incluso enriqueciendo a Abrán por medio de la prueba. La bajada de Abrán a Egipto prefigura de algún modo la futura de Israel, en la construcción narrativa final.
12,10 Como en 43,1; 47,4. Sal 105,13.
12,13 Según 20,12, Saray es medio hermana de Abrán. Los criterios de mentira y fidelidad no parecen preocupar al narrador. Quizá queden huellas de una legislación matrimonial antigua. Abrán pide un sacrificio a su mujer, con el cual salvará la vida al patriarca.
12,17 Aunque no ha habido culpa formal, la situación es injusta. El escarmiento sirve para abrir los ojos al Faraón, que ya la había incorporado a su harén.
12,20 El verbo "despedir" será un verbo dominante en el relato del Éxodo. También el tema de las riquezas retornará en el Éxodo.
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