Jacob y Raquel (Gn 24; Ex 2,15)
291Jacob alzó los pies y se dirigió al país de los orientales.
2Cuando he aquí que en campo abierto vio un pozo y tres rebaños de ovejas tumbadas junto a él, pues del pozo solían abrevar a los rebaños. La piedra que tapaba el pozo era enorme, 3tanto que se reunían allí todos los pastores, corrían la piedra de la boca del pozo y abrevaban las ovejas; después colocaban de nuevo la piedra en su sitio en la boca del pozo. 4Jacob les dijo:
-Hermanos, ¿de dónde sois?
-Somos de Jarán.
5Les preguntó:
-¿Conocéis a Labán, hijo de Najor?
Contestaron:
-Lo conocemos.
6Les dijo:
-¿Qué tal está?
Contestaron:
-Está bien. Justamente Raquel su hija está llegando con las ovejas.
7Él dijo:
-Todavía es pleno día, no es hora de recoger el ganado. Abrevad las ovejas y dejadlas pastar.
8Replicaron:
-No podemos hasta que se reúnan todos los rebaños. Entonces corremos la piedra de la boca del pozo y abrevamos las ovejas.
9Todavía estaba hablando con ellos, cuando llegó Raquel con las ovejas de su padre; pues era pastora. 10Cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán, su tío materno, y las ovejas de Labán, su tío materno, corrió la piedra de la boca del pozo y abrevó las ovejas de Labán, su tío materno. 11Después Jacob besó a Raquel y rompió a llorar ruidosamente. 12Jacob explicó a Raquel que era hermano de su padre, hijo de Rebeca. Ella corrió a contárselo a su padre. 13Cuando Labán oyó la noticia sobre Jacob, hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, le besó y lo llevó a su casa. Jacob contó a Labán todo lo sucedido.
14Labán le dijo:
-¡Eres de mi carne y sangre!
Y se quedó con él un mes.
Boda de Jacob
15Labán dijo a Jacob:
-El que seas mi hermano no es razón para que me sirvas de balde; dime qué salario quieres.
16Labán tenía dos hijas: la mayor se llamaba Lía, la menor se llamaba Raquel. 17Lía tenía ojos apagados, Raquel era guapa y de buen tipo. 18Jacob estaba enamorado de Raquel, y le dijo:
-Te serviré siete años por Raquel, tu hija menor.
19Contestó Labán:
-Más vale dártela a ti que dársela a un extraño. Quédate conmigo.
20Jacob sirvió por Raquel siete años y estaba tan enamorado, que le parecieron unos días. 21Jacob dijo a Labán:
-Se ha cumplido el tiempo, dame a mi mujer, que me acueste con ella.
22Labán reunió a todos los hombres del lugar y les ofreció un banquete.
23Anochecido, tomó a su hija Lía, se la llevó a él y él se acostó con ella. 24(Labán entregó su criada Zilpa a su hija Lía como criada). 25Al amanecer descubrió que era Lía, y protestó a Labán:
-¿Qué me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué me has engañado?
26Contestó Labán:
-No es costumbre en nuestro lugar dar la pequeña antes de la mayor. 27Termina esta semana y te daré también la otra en pago de que me sirvas otros siete años.
28Jacob aceptó, terminó aquella semana y él le dio por mujer a su hija Raquel. 29(Labán entregó a su hija Raquel su criada Bilha como criada). 30Se acostó también con Raquel y quiso a Raquel más que a Lía; y se quedó a servir otros siete años.
Hijos de Jacob (Sal 127,3; 128,2; Eclo 25,14)
31Viendo el Señor que Lía no era correspondida, la hizo fecunda; mientras Raquel seguía estéril. 32Lía concibió, dio a luz un hijo y lo llamó Rubén* diciendo:
-Ha visto el Señor mi aflicción y ahora me querrá mi marido.
33Volvió a concebir, dio a luz un hijo y comentó:
-Ha oído el Señor que no era correspondida y me ha dado este otro.
Y lo llamó Simeón*. 34Volvió a concebir, dio a luz un hijo y comentó:
-Esta vez mi marido se sentirá ligado a mí, pues le he dado tres hijos.
Por eso lo llamó Leví*. 35Volvió a concebir, dio a luz un hijo y comentó:
-Esta vez doy gracias al Señor.
Por eso lo llamó Judá*. Y dejó de dar a luz.
Explicación.
29,1-30 En Jarán están las raíces y familia de Abrahán. Pero ahora representa el pasado, y Jacob no puede retroceder. Su estancia ha de ser provisoria.
29,1-8 El pozo y la piedra. Un pozo central, ovejas y pastores: paisaje familiar para Jacob pastor. También para el lector que haya ido leyendo la historia patriarcal (14,10; 16,14; 21,19.25.30; 24,11.20. (La palabra "pozo" se repite siete veces; "piedra" cinco). La fuente es bien comunal, el agua se reparte equitativamente, la piedra enorme es signo e instrumento de esa solidaridad. La piedra salvaguarda derechos, mantiene la concordia, impone la colaboración. Jacob comienza dando consejos no pedidos, se arroga la iniciativa de actuar por su cuenta contra las costumbres del lugar, y se adelanta a hacer solo lo que hacen los otros juntos, exhibiendo su fuerza descomunal (Prov 20,29). Este extranjero camina demasiado aprisa.
29,7 Gn 25,27.
29,8 Cant 4,12.
29,9-12 La otra fuente. En tres casos bíblicos empieza junto a un pozo una historia de amor: Rebeca, Raquel, Séfora. Además pozo o fuente simbolizan a la mujer: PRov 5,15-19; Cant 4,12.15 (cfr. la "fuente de la sangre" en Lv 12,7; 18,20).
Jacob ha abierto por su cuenta el pozo cerrado: ¿hará lo mismo con el otro pozo? Como primo de Raquel, puede besarla en público: pero después de identificarse (cfr. Cant 8,1). Jacob tiene prisa, agarra por el talón para adelantarse. Jacob le planta un beso por sorpresa llorando emocionado. ¿Simple veso de hermandad? En los cantos de amor, a la novia se la llama cariñosamente "hermana" (Cant 4,9.10.12; 5,12). Abrevar y besar están hebreos aliterados.
29,10 Prov 20,29.
29,11 Cant 8,1.
29,15-20 El "hermano" Labán: la palabra "hermano" se repite siete veces entre 4 y 15. Al cabo de un mes de hospitalidad, Labán hace sus cálculos: hacer trabajar a Jacob a sueldo es más rentable y seguro. Probablemente ha apreciado en un mes las cualidades de su sobrino como pastor y hace una propuesta astuta, que suena a generosidad. Gratis sirve el esclavo, pagados sirven el empleado y el jornalero. Siendo hermano, no ha de ser esclavo; ¿debe servir? Los versos 15-30 repiten siete veces el verbo "servir". Sirviendo a su "hermano" parece contravenir a la bendición paterna (27,29).
En el mes de estancia y convivencia con la nueva familia, Jacob se ha enamorado de Raquel (Cant 4,9). Así, cuando Labán le dice que proponga un precio a sus servicios, responde con el desatino del amor. Oseas lo juzgará indigno (Os 12,13). Jacob es preciso en los términos del contrato, Labán responde indirectamente: mejor un conocido que un extraño.
Casar a la hija es competencia de los padres y no siempre es cosa fácil (Eclo 49,9s).
29,18 Os 12,13.
29,19 Ex 2,16.
29,21-30 El burlador burlado. La novia cambiada es tema conocido en el folclore. La boda se celebra en ambiente familiar, invitando a los vecinos. El novio, turbio de vino, tenso de impaciencia, se retira a la alcoba adonde le llevarán a la novia. De golpe Jacob ha pagado su culpa: fraude por fraude. Podemos desmenuzarlo en correspondencias parciales. El padre en tinieblas por la ceguera; el hijo en la oscuridad nocturna. El padre sobornado por el gusto de la caza fingida; el hijo por la belleza y el deseo. El padre no ve, reconoce el tacto; el hijo no reconoce antes de ver. La risa vulgar o maliciosa de los oyentes es componente del relato.
Cuando Jacob hace una reclamación legal, le responden socarronamente remarchando la burla: "no es costumbre dar la menor antes de la primogénita". O sea bekira que consuena con la bekora del capítulo precedente. Jacob debe someterse a los usos del lugar y no adelantarse sin más. La burla no termina en tragedia, porque Labán saca una propuesta aceptable y le anticipa el gozo de una segunda "semana de miel", sin que tenga que esperar otros siete años. Y así ha colocado a las dos hijas. Y así Jacob se encuentra legítimamente casado con dos hermanas: Lía y Raquel, las matriarcas de Israel (Rut 4,11).
29,22 Jue 14,10.
29,27 Lv 18,18.
29,28 Rut 4,11.
29,30-31 Leyendo juntos estos dos versos (que la teoría documental atribuye a dos fuentes diversas), apreciamos un importante uso semántico: dos opuestos que equivalen a comparación: "amó más a R que a L = amada / odiada" (cfr. Dt 21,15). Jacob reparte su amor sin faltar a sus deberes, sin renunciar a la preferencia.
29,31-30,24 Inscrito en el relato de dos hermanos se encuentra este informe, que no relato, sobre dos hermanas. Es una serie de once partos y once paronomasias, amenizada con dos anécdotas. El contexto sostiene la lista. Jacob es ahora un marido "al servicio" de dos mujeres con sus criadas: le coca cumplir puntual y alternativamente sus deberes conyugales. Productor de hijos a diestra y siniestra: pero no impone él los nombres. Una de las hermanas hablará de "competición" en la carrera de fecundidad.
Reproducir fonéticamente las paronomasias es muy difícil y más saborearlas, como hacían los hebreos, para quienes el nombre significaba el destino. A nosotros nos suenan a juego ingenioso e ingenuo. Como si dijéramos: Esta vez daré gracias a Dios; y lo llamó Gracián; ahora me felicitarán, y lo llamó Félix...
29,31-35 Los nombres suenan a "ver, oír, ligar", y el cuarto desemboca en "dar gracias" a Dios.
29,32 * = ra´a = ver.
29,33 * = sm´ = oír.
29,34 = iwh = ligar.
29,35 * = hwdh = dar gracias.
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