Sueños del copero y del panadero reales (Dn 2; 4)
401Pasado cierto tiempo, el copero y el panadero del rey de Egipto ofendieron a su amo. 2El Faraón, encolerizado contra sus dos ministros, el Copero Mayor y el Panadero Mayor, 3los hizo custodiar en casa del mayordomo, en la cárcel donde José estaba preso. 4El mayordomo se los encomendó a José para que les sirviera.
5Pasaron varios días en la cárcel, y tuvieron los dos un sueño y la misma noche, cada sueño con su propio sentido, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban presos en la cárcel.
6Por la mañana entró José donde ellos estaban y los encontró deprimidos, 7y preguntó a los ministros del Faraón que estaban presos con él, en casa de su señor:
-¿Por qué tenéis hoy ese aspecto?
8Contestaron:
-Hemos soñado un sueño y no hay quien lo interprete.
Replicó José:
-Dios interpreta los sueños; contádmelos.
9El copero contó su sueño a José:
-10Soñé que tenía una vid delante; la vid tenía tres ramas, echó brotes y flores y maduraron las uvas en racimos. 11Yo tenía en una mano la copa del Faraón. Estrujé los racimos, los aplasté en la copa y puse la copa en la mano del Faraón.
12José le dijo:
13-Esta es la interpretación: las tres ramas son tres días. Dentro de tres días se acordará de ti, te restablecerá en tu cargo y pondrás la copa en la mano del Faraón como antes, cuando eras su copero. 14Pero acuérdate de mí cuando te vaya bien y hazme este favor: menciónale mi nombre al Faraón para que me saque de esta prisión, 15pues me trajeron secuestrado del país de los hebreos, y aquí no he cometido nada malo para que me echasen al calabozo.
16Viendo el panadero que había interpretado bien, le contó a José:
-Pues yo soñé que llevaba tres cestos de mimbre en la cabeza; 17en el cesto superior había toda clase de respostería para el Faraón, pero los pájaros lo picoteaban en la cesta que yo llevaba en la cabeza.
18José respondió:
19-Esta es la interpretación: las tres cestas son tres días. Dentro de tres días el Faraón se fijará en ti y te colgará de un palo y las aves picotearán la carne de tu cuerpo.
20Al tercer día, el Faraón celebraba su cumpleaños y dio un banquete a todos sus ministros, y entre todos se fijó en el Copero Mayor y el Panadero Mayor; 21al Copero Mayor lo restableció en su cargo de copero, para que pusiera la copa en la mano del Faraón; 22al Panadero Mayor lo colgó, como José había interpretado. 23Pero el Copero Mayor no se acordó de José, sino que se olvidó de él.
Explicación.
40 Los sueños. Si el primer éxito de José en Egipto fue resultado de su habilidad en la administración doméstica, lo siguientes están montados sobre sueños. Es decir, sobre un saber humano para leer con precisión el futuro en las imágenes ambiguas de los sueños. La fantasía que produce o proyecta esas imágenes asiste a ellas sin entenderlas.
El intelecto ensaya diversas traducciones comprensibles. Solamente una luz superior suministra la clave y hace trasparentes las imágenes. Sobre el valor de los sueños diserta Eclo 34,1-8.
Los sueños vienen en parejas, lo cual no significa necesariamente su interpretación. Si los dos primeros, en la casa paterna, eran obvios, los siguientes, en la cárcel egipcia son iguales en el factor número, complementarios en la imagen de comer y beber, contrarios en su sentido de favor y desgracia. No es patente que pájaros picoteando la cesta de pasteles sean de mal agüero; José los ves transformarse en aves necrófagas que picotean la carroña de un ajusticiado.
40,1-2 Son cargos importantes, de confianza (cfr. 2 Re 18,17; Neh 2,11).
40,5 El narrador adelanta la información de que los sueños tenían cada cual su sentido. También es significativa la coincidencia en la misma noche. Eclo 34,5.
40,8 También ellos creen que los sueños tienen un sentido, para ellos recóndito. En Egipto hay especialistas en interpretar sueños, pero en la cárcel no son accesibles. Si los sueños anuncian un peligro, los funcionarios no podrán precaverse de él, por eso los sueños los deprimen. La respuesta de José resuena solemne en la cárcel: el extranjero, esclavo de presos, puede poseer ese don de Dios.
40,19 En hebreo es de doble sentido la expresión "levantar la cabeza": para restablecerlo, para colgarlo.
40,20 Mc 6,21.
40,22 Eclo 9,15.
40,23 El olvido del Copero sirve para diferir el desenlace y para introducir otra tanda de sueños.
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