Fiesta de la expiación (Lv 23,26-32; Heb 9,6-14)
161El Señor habló a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, que murieron por acercarse hasta el Señor:
2-Di a tu hermano Aarón que no entre en cualquier fecha en el santuario, de la cortina hacia dentro, hasta la placa que cubre el arca. Así no morirá. Porque yo me muestro en una nube sobre la placa del arca.
3<<Así entrará Aarón en el santuario: con un novillo para el sacrificio expiatorio y un carnero para el holocausto. 4Se vestirá la túnica sagrada de lino, se cubrirá con calzones de lino, se ceñirá una banda de lino y se pondrá un turbante de lino. Son vestiduras sagradas: las vestirá después de haberse bañado. 5Además recibirá de la asamblea de los israelitas dos machos cabríos para el sacrificio expiatorio y un carnero para el holocausto. 6Aarón ofrecerá su novillo, víctima expiatoria, y hará la expiación por sí mismo y por su familia.
7>>Después tomará los dos machos cabríos y los presentará ante el Señor a la entrada de la tienda del encuentro. 8Echará a suerte los dos machos cabríos: uno le tocará al Señor y el otro a Azazel. 9Tomará el que haya tocado en suerte al Señor y lo ofrecerá en sacrificio expiatorio. 10El que tocó en suerte a Azazel lo presentará vivo ante el Señor, hará la expiación por él y después lo mandará al desierto, a Azazel.
11>>Aarón ofrecerá su novillo, víctima expiatoria, y hará la expiación por sí mismo y por su familia, y lo degollará. 12Tomará del altar que está ante el Señor un incensario lleno de brasas y una ambuesta de incienso de sahumerio pulverizado, pasando con ellos dentro de la cortina. 13Pondrá incienso sobre las brasas, ante el Señor; el humo del incienso ocultará la placa que hay sobre el documento de la alianza, y así no morirá.
14>>Después tomará sangre del novillo y salpicará con el dedo la placa, hacia oriente; después, frente a la placa, salpicará siete veces la sangre con el dedo. 15Degollará el macho cabrío, víctima expiatoria, presentado por el pueblo; llevará su sangre dentro de la cortina, y hará igual que con la sangre del novillo; la salpicará sobre la placa y delante de ella.
16>>Así hará la expiación por el santuario, por todas las impurezas y delitos de los israelitas, por todos sus pecados.
>>Lo mismo hará con la tienda del encuentro, establecida entre ellos, en medio de sus impurezas. 17Mientras esté haciendo la expiación por sí mismo, por su familia y por toda la asamblea de Israel, desde que entra hasta que sale, no habrá nadie en la tienda del encuentro. 18Después saldrá, irá al altar, que está ante el Señor, y hará la expiación por él: tomará sangre del novillo y del macho cabrío, irá untando con ella los salientes del altar. 19Salpicará la sangre con el dedo siete veces sobre el altar. Así lo santifica y lo purifica de las impurezas de los israelitas.
20>>Acabada la expiación del santuario, de la tienda del encuentro y del altar. Aarón presentará el macho cabrío vivo. 21Con las dos manos puestas sobre la cabeza del macho cabrío vivo, confesará las iniquidades y delitos de los israelitas, todos sus pecados; se los echará en la cabeza al macho cabrío, y después, con el encargado de turno, lo mandará al desierto. 22El macho cabrío se lleva consigo, a región baldía, todas las iniquidades de los israelitas. El encargado lo soltará en el desierto.
23>>Después Aarón entrará en la tienda del encuentro, se quitará los vestidos de lino que se había puesto para entrar en el santuario y los dejará llí. 24Se bañará en lugar santo y se pondrá sus propios vestidos. Volverá a salir, ofrecerá su holocausto y el holocausto del pueblo. 25Hará la expiación por sí mismo y por el pueblo, y dejará quemarse sobre el altar la grasa de la víctima expiatoria.
26>>El que ha llevado el macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, se bañará y después podrá entrar en el campamento. 27Las víctimas expiatorias, el macho cabrío y el carnero, cuya sangre se introdujo para expiar en el santuario, se sacarán fuera del campamento, y se quemarán piel, carne e intestinos. 28El encargado de quemarlos lavará sus vestidos, se bañará y después podrá entrar en el campamento.
29>>Es ley perpetua. El día diez del séptimo mes haréis penitencia; no trabajaréis ni el indígena ni el emigrante que reside entre vosotros. 30Porque ese día se hace la expiación po vosotros, para purificaros. Quedaréis puros ante el Señor de todo pecado.
31>>Es el sábado solemne en que haréis penitencia: es ley perpetua.
32>>Hará la expiación el sacerdote ungido que ha sucedido a su padre en las funciones sacerdotales. Se pondrá los vestidos sagrados de lino 33y hará la expiación por el santuario, por la tienda del encuentro y por el altar. Hará la expiación también por los sacerdotes y por toda la asamblea del pueblo de Israel.
34>>Será para vosotros ley perpetua. Una vez al año se hará la expiación por todos los pecados de los israelitas".
Moisés hizo todo lo que le había mandado el Señor.
Explicación:
16 Para el autor del Levítico ésta es la gran fiesta de la expiación anual. La Misná le dedica un comentario, titulado "El día", añadiendo particulares al rito y comentarios con anécdotas y casuística. Los judíos de nuestros días lo siguen celebrando como una de sus fiestas más solemnes, día de penitencia con oración y ayuno, sin ritos sacrificiales. La carta a los Romanos se refiere a ella (cap. 3) y la carta a los Hebreos utiliza este capítulo para explicar el misterio de Cristo sacerdote y víctima.
El capítulo nos ofrece una codificación tardía, que recoge y agrupa ritos diversos de varias épocas, alguno sin duda muy antiguo. La disposición es la siguiente: después de una descripción genérica (3-10), viene la descripción por partes: rito de la sangre (11-19); por las personas (11-15); por el santuario y el altar (16-19); rito del macho cabrío (20-22); complementos (23-28). La descripción está enmarcada en una introducción (1-2) y una conclusión parenética (29-34).
A pesar de la amplitud, quedan lagunas e incoherencias y faltan explicaciones sobre el significado de varios particulares. Todo queda englobado en la idea de expiación.
16,1 Lo que haya de realista en la descripción corresponde al templo de Jerusalén en el siglo V. El autor lo hace remontarse a su institución en el desierto, por orden de Dios a Moisés y de éste a Aarón. Razona la limitación del acceso al "camarín" (el Santísimo) con el episodio de Nadab y Abihú (cap.10). Así empalma con los sucesos del Sinaí y con la corriente narrativa del Pentateuco.
16,2 El santuario estaba dividido en dos partes: el espacio santo o nave y el santísimo o camarín, separados por una cortina. Al primero accedían todos y solos los sacerdotes, al segundo sólo el sumo sacerdote una vez al año, en esta ocasión (Heb 9,7). En el espacio santísimo se guardaba el arca de la alianza, donde se conservaba el documento institucional que constiuía a Israel como pueblo del Señor. Sobre el arca, a manera de cubierta, había una placa de oro, con dos querubines en los extremos (Ex 25, 17-22): era el lugar de la presencia del Señor; allí aceptaba la expiación del pueblo. La placa se llama en hebreo kapporet, de la raíz kpr = expiar, que los griegos tradujeron por hylasterion y los latinos por propitiatorium. Como la presencia o manifestación de Dios podía ser mortal para el hombre, el incienso creaba una nube que delataba y velaba la presencia divina, según la reflexión teológica tardía (Nm 7,89).
16,4 No lleva todos los ornamentos del oficio, sino unos especiales, más sencillos, para la función.
16,6 El sumo sacerdote no está exento: antes de expiar por el pueblo, tiene que expiar por sí; con un novillo, que es la víctima superior (1,3).
16,8 Los dos animales eran iguales: por medio de la suerte decide Dios y asigna una función a cada uno. El misterioso Azazel, que aparece sólo en este capítulo de la Biblia, sería, según una opinión corriente, un jefe de demonios (sátiros) que habita en el desierto. Véanse Is 13,21; 34,14; Mt 12,43; Lc 11,23, y la descripción fantástica de Zac 5,5-11. Parece tratarse de una creencia antigua, tomada de otra cultura y no bien integrada en la fe yavista. Precisamente por su extrañeza, podía ser más impresionante la ceremonia.
16,9 Expiación por el pueblo.
16,12-13 El autor no explica cómo una sola persona maneja simultáneamente un incensario y una ambuesta (=hueco de dos manos) de incienso en polvo.
16,13 Is 5,4.
16,14-16 El rito duplicado de la sangre supone que también el templo está afectado por los pecados del pueblo y necesita ser expiado. Ni el lugar sagrado está exento. Parece haber sido un rito autónomo, más propio de la dedicación o renovación; hay que notar la mención combinada de la tienda del encuentro y del santuario. Compárese con Ez 45,18-20 (antes de la pascua).
16,15 Rom 3,25.
16,21 El sentido de la ceremonia está claro. Lo más importante es la confesión de los pecados, personal y colectiva, con la cual el individuo y la comunidad se desprende de ellos. El animal servirá para dar expresión dramática a la transformación interior. El verbo usado, hitwadde, es técnico. Imaginamos que en este punto se recitaba alguna fórmula penitencial: del salterio (Sal 51; 106; 130; etc.) o como las que se leen en Esd 9-10; Neh 9; Dn 3,24-45; 9; Bar 1,15-3,8.
16,22 Según una tradición tardía el animal era conducido por un extranjero y despeñado por un barranco. El salmo 103 da una versión depurada de la expiación: "como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos".
16,29 Corresponde a nuestro mes de septiembre. La penitencia consiste principalmente en ayunar (cfr. Is 58,3.5). (La Misná prohíbe también bañarse, ungirse, calzarse y tener relaciones sexuales).
16,30 Sal 51,3-11.
16,32 Lo que precede está historificado en la persona de Aarón. Este verso establece la continuidad por la sucesión familiar.
16,34 La comunidad postexílica tiene así un remedio institucional y periódico para expiar los pecados anuales: ¿para evitar con ello otra catástrofe? Sobre una expiación negada y otras formas de expiar, véanse Is 22,14; 27,9; Prov 16,6.
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