231El Señor habló a Moisés:
2-Di a los israelitas: "Festividades del Señor en las que convocaréis asamblea litúrgica; son mis festividades:
[A] El sábado
3>>Durante seis días trabajaréis, pero el día séptimo es día descanso solemne, de asamblea litúrgica. No haréis trabajo alguno. Es día de descanso dedicado al Señor en todos vuestros poblados.
4>>Estas son las festividades del Señor, las asambleas litúrgicas que convocaréis a su debido tiempo.
[B] La Pascua
5>>El día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del Señor. 6El día quince del mismo mes es la fiesta de los panes ázimos dedicada al Señor. Comeréis panes ázimos durante siete días. 7El primer día os reuniréis en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo ni tarea alguna. 8Los siete días ofreceréis oblaciones al Señor. Al séptimo os volveréis a reunir en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo ni tarea alguna>>.
[C] La primera gavilla
9El Señor habló a Moisés:
10-Di a los israelitas: "Cuando entréis en la tierra que yo os voy a dar, y seguéis la mies, la primera gavilla se la llevaréis al sacerdote. 11Este la agitará ritualmente en presencia del Señor, para que os sea aceptada; la agitará el sacerdote el día siguiente al sábado. 12Ese mismo día ofreceréis al Señor en holocausto un cordero añal sin defecto; 13haréis también una ofrenda de ocho litros de flor de harina amasada con aceite -oblación de aroma que aplaca al Señor- y una libación de un litro de vino. 14No comeréis pan de granos tiernos tostados hasta el día en que llevéis vuestra oferta a Dios.
>>Es ley perpetua para vuestras generaciones en todos vuestros poblados.
[D] Las primicias (Dt 26,1-11)
15>>Pasadas siete semanas completas, a contar desde el día siguiente al sábado -día en que lleváis la gavilla para la agitación ritual-, 16hasta el día siguiente al séptimo sábado, es decir, a los cincuenta días, haréis una nueva ofrenda al Señor. 17Desde vuestros poblados traeréis pan para la agitación ritual: dos roscas de ocho litros de flor de harina, cocidas con levadura. Son las primicias del Señor.
18>>Además del pan, ofreceréis en holocausto al Señor siete corderos añales sin defecto, un novillo y dos carneros, que junto con la ofrenda y las libaciones es oblación de aroma que aplaca al Señor. 19Ofreceréis también en sacrificio expiatorio un macho cabrío y dos corderos añales en sacrificio de comunión. 20El sacerdote lo agitará ritualmente, junto con el pan de las primicias, en presencia del Señor. Es porción santa del Señor, para el sacerdote. 21El mismo día os reuniréis en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo alguno.
>>Es ley perpetua para vuestras generaciones en todos vuestros poblados.
22>>Cuando seguéis la mies de vuestras tierras, no desorillarás tu campo ni espigarás después de segar; se lo dejarás al pobre y al emigrante. Yo soy el Señor, vuestro Dios >>.
[E] Año nuevo (Nm 29,1-6)
23El Señor habló a Moisés:
24-Di a los israelitas: <<El día primero del séptimo mes es día de descanso solemne. Se anunciará con un toque. Os reuniréis en asamblea litúrgica. 25No haréis trabajo alguno, y ofreceréis una oblación al Señor>>.
[F] Día de la expiación (Nm 29,7-11)
26El Señor dijo a Moisés:
27-El día diez del séptimo mes es el día de la expiación. Os reuniréis en asamblea litúrgica, haréis penitencia y ofreceréis una oblación al Señor. 28No haréis trabajo alguno, porque es día de expiación. Es el día en que se expía por vosotros en presencia del Señor, vuestro Dios. 29Todo el que en ese día no haga penitencia será excluido de su pueblo. 30A quien trabaje, lo exterminaré de su pueblo. 31No haréis trabajo alguno. Es ley perpetua para vuestras generaciones en todos vuestros poblados. 32Es día de descanso solemne, en el que haréis penitencia. Desde el nueve por la tarde al diez por la tarde guardaréis descanso.
[G] Fiesta de las chozas (Nm 29,12-38)
33El Señor habló a Moisés:
34-Di a los israelitas: <<El día quince del séptimo mes comienza la fiesta de las chozas, dedicada al Señor, y dura siete días. 35El día primero os reuniréis en asamblea litúrgica. No haréis trabajo alguno. 36Los siete días ofreceréis oblaciones al Señor. Al octavo volveréis a reuniros en asamblea litúrgica y a ofrecer una oblación al Señor. Es día de reunión religiosa solemne. No haréis trabajo alguno.
37>>Estas son las festividades del Señor en las que os reuniréis en asamblea litúrgica y ofreceréis al Señor oblaciones, holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión y libaciones, según corresponda a cada día. 38Además de los sábados del Señor, además de vuestros dones y cuantos sacrificios ofrezcáis al Señor, sea en cumplimiento de un voto o voluntariamente.
39>>Desde el día 15 del séptimo mes, recogida ya la cosecha, celebraréis la fiesta del Señor durante siete días. El primero y el octavo son días de descanso solemne. 40El primer día cortaréis frutos de árboles de adorno, palmas, ramas de árboles frondosos y de sauces, y haréis fiesta siete días en presencia del Señor. 41Celebraréis esta fiesta dedicada al Señor anualmente, por espacio de siete días. Es ley perpetua para vuestras generaciones: la celebraréis el séptimo mes.
42>>Habitaréis los siete días en chozas. Todo indígena e israelita habitará en chozas; 43para que sepan vuestras futuras generaciones que yo hice habitar a los israelitas en chozas cuando los saqué de Egipto. Yo soy el Señor, vuestro Dios>>.
44Moisés comunicó a los israelitas las festividades del Señor.
Explicación.
23 Esta es la versión Sacerdotal del calendario litúrgico, que hace compañía a textos análogos: Ex 23,14-17; 34,18-23; Dt 16; Ez 45,18-25. El autor quiere fijar con precisión de mes y día el ciclo de las fiestas anuales, con una visión de rigor urbano, sin desmentir el fondo agrario de las fiestas.
Porque estas fiestas religiosas son la sacralización de fiestas agrarias en el ciclo de las estaciones. No todas las fiestas se sacralizan: p. ej. el destetar al niño el tercer año (Gn 21) es simple fiesta de familia con invitados; lo mismo la fiesta del esquileo, que es una cosecha del pastor de ovejas ( 1 Sm 25). Si una comunidad vive su religión, es obvio que consagre a la divinidad las fiestas de su cultura.
La fiesta es un corte en el tiempo, la distinción de días aparte y diversos: véase la reflexión de Eclo 33,7-15. Interrumpen el curso del trabajo y parcialmente de la productividad utilitaria (cfr. Ex 5,8); dedican un tiempo a la celebración comunitaria gozosa; apartan un tiempo dedicado a honrar la divinidad. En Israel y en otros pueblos se supone que las fiestas han sido instituidas por la divinidad: el calendario llega a ser sagrado.
Este calendario, ¿del siglo V?, es más elaborado que otros precedentes. Mantiene las tres fiestas básicas: pascua, pentecostés y chozas, y añade o incorpora otras en el mes séptimo (Tisrí), una sin nombre, el primero del mes, y la fiesta de la expiación (cap. 16). Además, atravesando esta serie (4-36) registra siete sábados solemnes: una especie de super sábados (7.8.21.25.28.35.36). Una semana de sábados jalonando el año a intervalos irregulares.
La obligación incumbe a todo el pueblo. La universalidad se expresa con la doble fórmula "en vuestros poblados, para todas vuestras generaciones"; el autor insiste en el posesivo "vuestros". Como varios no hablan de peregrinación, podemos suponer que la celebración, al menos de algunas fiestas, era local; también para los judíos de la diáspora. Pero los sacrificios, según normas vigentes, tendrían que ofrecerse en el templo.
23,2 Ex 23,14-19; Dt 16,1-7.
23,3 El sábado, fundado en el número siete, con su ritmo impar e inmutable, tiende a convertirse en institución central y distintiva (cfr. Is 56,1-8). En él se convoca la asamblea santa o litúrgica: en los decálogos (Ex 20; Dt 5) no hay referencia litúrgica. Está dedicado a Dios: el hombre debe respetar lo que Dios ha consagrado.
23,5-8 Estas brevísimas indicaciones se han de completar con las descripciones de Ex 12 y Nm 9. El autor insiste en los ázimos, no menciona el cordero pascual.
23,9-14 En la ofrenda de las primicias advertimos muy bien el carácter agrario de la fiesta. El cordero del v.12 no es el cordero pascual: es holocausto ofrecido después del sábado, al empezar otra semana.
23,15-21 El autor asigna una gran densidad litúrgica a la fiesta de las semanas o pentecostés, con abundancia de sacrificios de varias especies, ofrendas y libaciones. Los judíos han de acudir "desde sus poblados".
23,22 Véase 19,9-10; Lv 19,9.
23,23-25 Antiguamente comenzaba el año con las tareas agrícolas, en otoño. Después trasladaron el comienzo a la primavera; el autor adopta esta terminología cuando habla del "mes séptimo". Hoy los judíos lo celebran de nuevo en septiembre. El texto menciona el toque de anuncio, pero no da nombre a esta fiesta.
23,26-32 Véase cap. 16.
23,33-36.39-43 Esta es la fiesta agraria más gozosa. Su historificación, como recuerdo del camino por el desierto, es artificial, pues en el desierto no tendrían a su disposición ramas de árboles abundantes para montar sus sombrajos.
23,37.38.44 Forman la conclusión del calendario.
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