[A] La porción santa
221El Señor habló a Moisés:
2-Di a Aarón y a sus hijos que traten con respeto la porción santa que los israelitas me consagran y no profanan mi santo nombre. Yo soy el Señor.
3<<Diles: Cualquiera de vuestros futuros descendientes que se acerque en estado de impureza a la porción santa que los israelitas consagran al Señor, será excluido de mi presencia. Yo soy el Señor.
4>>Ningún descendiente de Aarón, enfermo de la piel o de gonorrea, comerá de la porción santa hasta que no esté puro. El que toque un cadáver, el que tenga polución, 5el que toque un animal o un hombre que puedan contaminarlo con cualquier clase de impureza, 6quedará impuro hasta la tarde. No comerá de la porción santa, sino que se bañará, 7y a la puesta del sol quedará puro. Entonces podrá comer de la porción santa, que es su comida. 8No comerá animal muerto o desgarrado por una fiera: quedaría impuro. Yo soy el Señor.
9>>Respetarán mis prohibiciones para no incurrir en pecado que les traiga la muerte por haberse profanado. Yo soy el Señor, que los santifica.
10>>Ningún extraño comerá de lo santo: ni el criado del sacerdote ni el jornalero lo comerán. 11Pero si un sacerdote compra con su dinero un esclavo, éste lo podrá comer, lo mismo que los esclavos nacidos en su casa.
12>>Si la hija de un sacerdote se casa con un extraño, no podrá comer del tributo de la porción santa. 13Pero si enviuda o es repudiada sin tener descendencia y vuelve a la casa paterna como en su juventud, podrá comer de la comida de su padre. Pero ningún extraño podrá comerla. 14El que por inadvertencia coma de lo santo, lo restituirá al sacerdote con recargo de un veinte por ciento.
15>>Los sacerdotes no profanarán la porción santa que los israelitas tributan al Señor. 16Incurrirían en grave culpa al comer de su porción santa. Yo soy el Señor, que los santifico>>.
[B] Condiciones de las víctimas sacrificiales
17El Señor habló a Moisés:
18-Di a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas: <<Cualquier israelita o emigrante residente en Israel que ofrezca un holocausto al Señor, 19voluntario o en cumplimiento de un voto, empleará como víctima, para que os sea aceptado, un macho sin defecto, de ganado mayor, ovino o caprino. 20No ofreceréis reses con defecto, porque no os serán aceptadas.
21>>El que ofrezca al Señor un sacrificio de comunión, voluntario o en cumplimiento de un voto, empleará reses de ganado mayor o menor, sin defecto, para que les sea aceptado. No tendrán defecto alguno. 22No ofreceréis al Señor reses ciegas, con fracturas, mutiladas, con nubes, con sarna o tiña; ni las colocaréis sobre el altar en oferta al Señor. 23Como ofrenda voluntaria podrás emplear toros u ovejas con miembros hipertrofiados o atrofiados; pero como cumplimiento de un voto no te serán aceptados. 24No ofreceréis al Señor reses con testículos machacados, aplastados, arrancados o cortados. No haréis esto nunca en vuestra tierra. 25Ni siquiera de parte de un extranjero ofreceréis tales reses como comida de vuestro Dios. Son deformes y defectuosas, y, por tanto, inválidas>>.
[C] Prescripciones particulares
26El Señor dijo a Moisés:
27-Cuando nazca un toro, un cordero o un cabrito, estarán siete días con la madre. A partir del octavo pueden ofrecerse válidamente en oferta al Señor. 28No degollaréis el mismo día una vaca o una oveja con su cría.
29>>Cuando ofrezcáis al Señor sacrificios de acción de gracias, hacedlo de forma que os sean aceptados. 30Se comerá la víctima el día mismo de la inmolación, sin dejar nada para el día siguiente. Yo soy el Señor.
31>>Cumplid mis preceptos, poniéndolos por obra. Yo soy el Señor. 32No profanaréis mi nombre santo, para que yo sea santificado entre los israelitas. Yo soy el Señor, que os santifico, 33que os sacó de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el Señor>>.
Explicación.
22,2 La porción santa es la parte de la víctima que, por concesión del Señor, corresponde a los oficiantes. No es una porción cualquiera de un banquete sacrificial, del cual participan los laicos.
22,3 La norma general atañe a los sacerdotes y también a los laicos que ofrecen las víctimas. Por eso la instrucción es pública: los sacerdotes manejan ofrendas del pueblo. En un sentido, las presentes normas previenen abusos de la clase sacerdotal.
"Excluir de la presencia" puede significar anular la elección, excluir de toda función cúltica (cfr. Sal 51,13). El verbo nkrt parece indicar una exclusión definitiva.
22,4 Véanse cap. 13 y 15.
22,5 Véase cap. 11.
22,6 El atardecer señala el comienzo del nuevo día; por tanto, la impureza dura sólo y todo el día.
22,8 Véase 17,15.
22,10-11 Criado y jornalero ganan con su trabajo el sustento cotidiano; no así el esclavo, incorporado al régimen familiar.
22,12 La hija casada ya no pertenece a la familia, depende del marido para su sustento. El "extraño" es un laico; pues si se casa con un sacerdote, disfruta del privilegio del marido.
22,13 Si enviuda con hijos, éstos la deben sustentar. Todas estas normas suponen que la porción sacra se la llevaban a casa los sacerdotes.
22,18-25 Regula de modo particular los sacrificios voluntarios o por voto, hechos por iniciativa privada, no prescritos por ley. En los sacrificios oficiales se aplica a fortiori la norma. No menciona sacrificios de aves ni ofrendas vegetales. La validez o no depende de la aceptación divina: el hombre busca criterios objetivos de la aceptación o el rechazo.
22,20 Mal 1,8.
22,25 Sal 50,12s.
22,31-33 La parénesis final inculca la respuesta humana y sintetiza los motivos que justifican y explican las normas: motivo histórico o liberación de Egipto, título de la alianza "vuestro Dios", santidad activa y comunicativa del Señor.
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