31>>Torcimos, pues, y comenzmos a subir hacia Basán cuando en Edrey nos salió al encuentro Ot, rey de Basán, con todo su ejército. 2El Señor me dijo: "No le tengas miedo, que te lo entrego con todo su ejército y su territorio. Trátalo como a Sijón, el rey amorreo que residía en Jesbón".
3>>El Señor, nuestro Dios, nos entregó también a Og, rey de Basán, con todo su ejército, y los derrotamos sin dejar uno con vida. 4Entonces conquistamos todas sus ciudades sin dejar de arrebatarles una sola. En total, sesenta ciudades en la zona de Argob, dominios de Og de Basán; 5todas ellas fortificadas con imponentes murallas y portones con francas. Sin contar muchísimas aldeas de campesinos. 6Como habíamos hecho con Sijón, rey de Jesbón, consagramos al exterminio todos los vecinos, con mujeres y niños. 7Nos reservamos como botín el ganado y los despojos de las ciudades. 8Así, conquistamos los territorios de los dos reyes amorreos al otro lado del Jordán: desde el río Arnón hasta el monte Hermón. 9(Los sidonios llaman Sirión al Hermón, los amorreos lo llamar (Senir). 10Todos los poblados de la planicie, todo Galaad y Basán, hasta Salcá y Edrey, dominios del rey de Basán. 11Og, rey de Basán, era el único superviviente de los refaítas. En la capital, Amán, se puede visitar su sarcófago de hierro; mide cuatro metros y medio de largo y dos metros de ancho (patrón normal).
12>>Los territorios que conquistamos entonces los repartí así: a los rubenitas y gaditas les asigné la mitad de la sierra de Galaad con sus poblados, a partir de Aroer, junto al Arnón; 13a la media tribu de Manasés le asigné el resto de Galaad y todo Basán, dominio de Og, la zona de Argob. (Basán es lo que llaman tierra de refaítas). 14Yaír, hijo de Manasés, escogió el Argob, hasta la frontera de Guesur y Maacá, y dio a Basán su nombre, que subsiste hasta hoy: Aldeas de Yaír. 15A Maquir le asigné Galaad. 16A los rubenitas y gaditas les asigné una parte de Galaad: por un lado, hasta el Arnón, con frontera en medio del río; por otro lado, hasta el Yaboc, frontera de los amonitas; 17además, la estepa, con el Jordán de frontera, desde Genesaret al Mar Muerto o Mar Salado, en las laderas orientales del Fasga.
18>>Entonces os di estas instrucciones: "El Señor, vuestro Dios, os ha dado esta tierra en propiedad. Todos los militares se armarán y pasarán delante de sus hermanos. 19En las ciuedades que os he asignado se quedarán sólo las mujeres, los niños y los rebaños -pues sé que tenéis mucho gando-, 20hasta que el Señor conceda a vuestros hermanos el descanso como a vosotros, y también ellos tomen posesi8ón de la tierra que el Señor, vuestro Dios, va a darles al otro lado del Jordán. Después volverá cada uno a la posesión que os he asignado".
21>>Entonces di instrucciones a Josué: "Con tus ojos has visto todo lo que el Señor, vuestro Dios, ha hecho a esos dos reyes. Lo mismo hará el Señor a todos los reinos adonde vas a entrar. 22No los temas, que el Señor, vuestro Dios, lucha a favor vuestro".
23>>Entonces recé así al Señor:
24"Señor mío, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y la fuerza de tu mano. ¿Qué dios hay en el cielo o en la tierra que pueda realizar las hazañas y proezas que tú? 25Déjame pasar a ver esa tierra hermosa allende el Jordán, esas hermosas montañas y el Líbano".
26>>Pero el Señor estaba irritado conmigo por culpa vuestra y no accedió, sino que me dijo:
"¡Basta! No sigas hablando de este asunto. 27Sube a la cumbre del Fasga, pasea la vista a poniente y levante, norte y sur, y mírala con los ojos, pues no has de cruzar el Jordán. 28Da instrucciones a Josué, infúndele ánimo y valor, porque él pasará al frente de ese pueblo y él les repartirá la tierra que estás viendo".
29>>Y nos quedamos en la hondonada, frente a Bet Fegor.
Explicación.
3,1-10 La victoria sobre Og y la conquista de Basán repiten el esquema precedente. Los dos reyes amorreos derrotados sonaron como paradigma en la tradición de la conquista y penetraron en la lírica (Sal 135 y 136), mientras se olvidó el nombre de otros reyes cananeos. Incluso Yabín, jefe de los confederados (Jue 4-5) se recuerda menos.
La descripción de las ciudades amuralladas es hiperbólica, sirve para encarecer la importancia de la conquista. Es correcta la distinción entre grupos urbanos con recinto y poblados agrícolas abiertos y dispersos. También es hiperbólica la extensión hasta el Hermón.
3,1 Nm 21,31-35.
3,9.11 Glosas eruditas. Mencionan el Sarión Sal 29,6 y textos ugaríticos. El Sanir se cita en Cant 4,8. La supuesta "cama" era o un dolmen o una formación natural en versión popular y legendaria; el "hierro" puede aludir al color del basalto.
3,12-17 A la conquista sigue el reparto de territorios, según el esquema oficial del libro de Josué. Los sucesos de Transjordania adelantan la ocupación oficial de la tierra de Canaán. El reparto resulta confuso por la acumulación no armonizada de datos sucesivos: Rubén desapareció pronto como tribu, Manasés quedó a caballo sobre el Jordán, Maquir figura como tribu independiente en Jue 5, mientras que otras tradiciones la consideran clan de Manasés lo mismo que a Yaír; véase Nm 32.
3,18-20 El asentamiento anticipado de unas tribus crea un problema, pues según la idea tradicional, todo Israel participó en la conquista, y el Jordán conservó el carácter de frontera ideal. Nm 32 narra extensamente estos sucesos, asignando la iniciativa a las tribus. Aquí da la orden Moisés.
3,21-28 Como en Nm 27,12-23, la intimación de la muerte próxima de Moisés y el nombramiento del sucesor van unidos. Sólo que aquí la reacción de Moisés es muy diversa. Es una reacción emotiva que revela el dolor intenso de Moisés. Si Dios ha comenzado la empresa, tiene que seguir y terminar; si Moisés, por encargo del Señor, ha comenzado y seguido hasta aquí, ¿no podrá terminar? Confiesa la grandeza incomparable del Señor, suplica casi como un niño. Un día pidió la muerte (Nm 11), ahora pide vivir hasta el final de la tarea. Pide "pasar y ver".
El Señor le concede ver sin pasar. "Irritado" suena en hebreo como "pasar". Cuando intercedió por otros, incluso el faraón, Moisés fue escuchado; cuando suplica por sí, no es escuchado. Dios corta el diálogo. La ejecución de esta orden se difiere hasta el final del libro; en medio queda lo que se presenta como testamento espiritual de Moisés.
3,27 Dt 34,1.
3,29 Para ello se establecen temporalmente en el valle.
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